Desaparición del Dr. Santiago Augusto Díaz -Legajo N° 1252

 

Fue secuestrado por fuerzas de seguridad al salir de su casa, en la ciudad de Santiago del Estero, el día 15 de septiembre de 1976, en presencia de numerosas personas de la vecindad.

Su padre procedió de inmediato a efectuar todas las gestiones pertinentes ante las autoridades; entre ellas el entonces Gobernador de la Provincia, vinculado a su familia, sin obtener noticias del paradero de su hijo. No obstante estas gestiones y las denuncias efectuadas -incluso ante el Jefe de Policía- recién el 28 de septiembre se inicia el sumario.

Por un ex funcionario policial toma conocimiento que su hijo estuvo detenido los primeros días de su desaparición, en el subsuelo del Servicio de Informaciones Policiales, sito en la ciudad de Santiago del Estero.

Los recursos de hábeas corpus interpuestos ante la Justicia Ordinnaria y Federal de Santiago del Estero dieron resultado negativo. Asimismo se efectuaron gestiones ante el Ministerio del Interior que dieron motivo al expediente N° 212.524/76 el que, según se informó a esta Comisión, fue destruido en el mes de agosto de 1982, sin que se diera razón sobre el motivo.

Dos testigos aseguran haber visto al Dr. Díaz en el centro clandestino ae detención llamado «La Escuelita» de Famaillá -Provincia de Tucumán. En este sentido, son concordantes los dichos vertidos por el ex policía Juan Carlos Ortiz, cuando declara:

«A fines de 1976 o principios de 1977, cumpliendo tareas en la denominada "Escuelita", escuchó hablar a alguno de los detenidos y por el acento dedujo que era santiagueño, por lo que se acercó a requerirle algunos datos y entonces se enteró que se trataba de Santiago Díaz...» (Legajo N° 1252)

y los dichos de la detenida liberada, Dra. Teresita H. de Martínez, en cuyo testimonio consta lo siguiente:

«Con motivo de haber estado detenida ilegimente en el centro de detención llamado "La Escuelita", sito en la Provincia de Tucumán, en diciembre de 1976, tuve oportunidad de ver a Santiago Díaz, de Santiago del Estero (igual que la declarante), ya que por la noche, cuando quedaba la custodia de Gendarmería, nos permitían sacarnos las vendas de los ojos, y conversar entre nosotros. Estuve con Santiago Díaz alrededor de una semana». (Legajo N° 1127).

 

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