Hartung, Marcelo Reinaldo

El Escuadrón Perdido, por José Luis D'Andrea Mohr.
  
 


Nació: 2 de octubre de 1959
Desapareció: 17 de julio de 1978
Unidad: Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601
Jefe: Teniente coronel Roberto Atilio BOCALANDRO
Comandante de Subzona: Coronel Aldo Carlos MASPERO
Comandante de Zona: General Carlos G. SUAREZ MASON


Marcelo vivía con su familia en Mar del Plata y le tocó hacer el servicio militar en el Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601 desde el 17 de marzo de 1978.

Días después de la incorporación de Marcelo, sus padres recibieron una carta fechada el 24 de marzo de 1978 y cuyo texto es el siguiente:

"De mi mayor consideración:

"Tengo el agrado de dirigirme a Ud. para hacerle saber que su hijo MARCELO REINALDO ha sido destinado al Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601, cuyo mando ejerzo, para cumplir con el sagrado deber que tiene todo ciudadano argentino de defender a su Patria.
"La formación militar que su hijo recibirá es el complemento necesario a la educación moral e intelectual que ha recibido en su hogar y que, en suma, conformarán al hombre que es brazo armado legítimo para la defensa de la Nación, de su tradición y de sus valores democráticos y cristianos.

"Encontrará en sus Jefes hombres sensibles a los problemas que pudieran presentársela y a la vez justos y firmes como exige la educación y formación de un hombre de 18 años.
"Nuestro soldado, su hijo, ha recibido todo lo que su condición humana exige: una minuciosa revisación médica, la vacunación preventiva correspondiente, un adecuado alojamiento y el vestuario y equipo necesario para afrontar esta nueva etapa.

"La vida en el cuartel, si bien es distinta a todo lo que el ciudadano ha conocido anteriormente, no exige nada más que lo necesario para afrontar sacrificios justos y medidos y ella retribuye con el trabajo en conjunto, la alegría de una sana camaradería y un afectuoso compañerismo.

"La práctica del culto particular de cada uno le está permitida sin limitaciones y son respetadas las fechas santas que prescribe cada religión.

"Las exigencias inmediatas hacen que su hijo, durante un corto período de tiempo, no puede ausentarse del cuartel. Pasado este lapso y siempre que no medie algún servicio a cubrir podrá salir franco entre las 18:00 hs del día viernes y las 06:00 hs del lunes. También goza, aun durante el primer período, de un régimen de visitas, el día domingo de 14:00 a 18:00 hs.

"En lo referente al franco pido a los señores padres que durante la permanencia del joven soldado en el domicilio continúen con la guía y la orientación que ha caracterizado la educación del hijo hasta este momento y el buen consejo esté presente en todos los actos de los mayores: la conducta a observar en la milicia, la corrección y prestancia en el uso del uniforme que tiene el orgullo de llevar, la lealtad hacia sus compañeros y a sus superiores y el hacer caso omiso a toda mala intención de tratar de desviarlo de sus carriles de honor, limpieza de procederes y fidelidad al Ejército y a su Patria en que ha sido educado.

"En éste el primer contacto que, como Jefe de Unidad tomo con los señores padres y con la esperanza que a él se sucedan otros quiero hacer llegar la seguridad de mi absoluta disposición para resolver en forma personal, cualquier inconveniente que pudiera surgir.

"La labor que en forma conjunta podamos desarrollar llevará a feliz término esta ardua tarea teniendo, como seguros beneficiarios al fin de la misma a Vuestro hijo y a nuestra querida Patria.

"Saludo con mi consideración más distinguida

"ROBERTO ATILlO BOCALANDRO 
"Teniente Coronel 
"Jefe Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601"



Marcelo era mecánico y cuando comenzó el campeonato mundial de fútbol de 1978 cumplió tareas de su oficio, vestido de civil, en el Hotel Provincial de Mar del Plata. Terminado el torneo, estuvo por un día en su casa y anunció a los padres que él y otros compañeros habían sido premiados con quince días de licencia. Sin embargo, pasaron dos semanas hasta que el joven volvió al hogar y explicó a la familia que se había encontrado arena en los carburadores de algunos vehículos y por ese motivo se restringieron las salidas.

El 17 de julio, su padre, como hacía siempre, lo llevó de regreso al Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601 y lo dejó dentro del cuartel sin imaginar que era la última vez que veía a su hijo. Al día siguiente llegó a la casa de los HARTUNG un soldado comisionado por un oficial para informar a los padres que Marcelo había salido "en comisión" fuera del cuartel y no había regresado. El 19 de julio, los padres fueron recibidos por el teniente coronel BOCALANDRO en presencia del teniente primero ARIAS. Durante la entrevista, el jefe del Grupo de Artillería aclaró que el soldado HARTUNG había salido franco y no en comisión, junto con varios compañeros. Cuando el padre de Marcelo pidió los nombres de esos otros soldados, BOCALANDRO vaciló y aclaró: "en realidad salió solo". Tiempo después, los padres se enteraron del secuestro del hijo, fuera del cuartel y en "comisión", como ocurriera con otros tres conscriptos bajo el mando del teniente coronel BOCALANDRO, el mismo que firma la carta antes citada.

El secuestro de Marcelo Reinaldo HARTUNG se produjo en la vía pública el 17 de julio de 1978, y el habeas corpus, como en tantos otros casos, fue rechazado por el juez federal de Mar del Plata. El soldado está desaparecido junto a sus dos compañeros conscriptos del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601, dados de baja todos como desertores por el teniente coronel Roberto Atilio BOCALANDRO, el que proclamaba su "absoluta disposición para resolver en forma personal cualquier inconveniente que pudiera surgir".

 

 

 

 
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