Acta 12 de Marzo de 2001 

Juicio por la Verdad, Mar del Plata


  

En la ciudad de Mar del Plata a los doce días del mes de marzo de dos mil uno, siendo las 10 hs., fecha fijada para la presente; se constituye en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata sus integrantes Dres. Mario Alberto Portela, Roberto Atilio Falcone y Nestor Ruben Parra, juntamente con el Sr. Secretario, Dr. Facundo Luis Capparelli. Acto seguido el Dr. Mario Alberto Portela, quien presidirá la audiencia, solicita al Sr. Secretario que informe acerca de la presencia de las partes. Seguidamente el Dr. Capparelli certifica que se encuentran presentes el Sr. Fiscal General, Dr. García Berro, como asimismo los representantes legales del Colegio de Abogados de Mar del Plata, Consejo Escolar de General Pueyrredón; Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Mar del Plata) APDH; Madres, Familiares y Abuelas de Detenidos y Desaparecidos; Asociación Abuelas de Plaza de Mayo MdP; Argañaraz de Fresneda María de las Mercedes y Dr. Fresneda Tomás; Dr. Arestin Salvador Manuel; Dr. Alais Raúl Hugo; Dr. Candeloro Jorge Roberto; Dr. Centeno Norberto Oscar; Renzi Lidia Elena y Vacca Nora Inés; Iorio Liliana Inés; Lazzeri Patricia Emilia, Retegui Liliana Beatriz Ramona; Garaguso Delia Elena y Roldan Tristán; Bourg Juan Raúl y Rodríguez de Bourg Alicia Isabel; los Dres. Rodolfo Díaz, Luis Cazaux, Eduardo Schiel, Armando Abruza, Irineo Di Matteo, Ana Laura Vulcano, Yamila Zabala Rodriguez, Alfredo Battaglia, Gloria León, Ernesto Fortunato de la Plaza, Cesar Sivo, Guadalupe Godoy, Estela Murgier, Maria del Carmen Scioscia, Jose Luis Zerillo y Juan Carlos Wlasic. Seguidamente, el Sr. Presidente, convoca a prestar declaración testimonial a la licenciada Marta García de Candeloro, esposa del desaparecido Dr. Candeloro, quien, previo juramento de ley, prometió decir verdad de todo cuanto le fuere preguntado. La nombrada manifestó que su esposo se recibió de abogado en la ciudad de La Plata en el año 1964. Que regresó a Mar del Plata y comenzó a trabajar con el Dr. Centeno. Que en La Plata se vinculó al Partido Comunista Revolucionario. Que en el año 1970 se casaron y que en el año 1971 sucede el homicidio de Silvia Filler. Que en el año 1973 entraron a su casa y pintaron las paredes, en el baño escribieron "te vamos a matar. CNU", lo cual motivó que se cambiaran de domicilio, mudándose a la calle Libertad entre Guido y Dorrego. Que en 1974 se recibe el primer anónimo y amenza de muerte que le llega al estudio a su marido. Que el 25 de septiembre de 1974 el Diario La Capital publica una nota de repudio a las amenazas sufridas por algunos abogados, esa nota la firmaban la Gremial de Abogados y la Liga por los Derechos del Hombre, entre quienes figuraban los Dres. Begue, Romanín, Fertita, Marquez y otros. Que en noviembre de 1974 allanan el estudio jurídico de su esposo de manera irregular sin saber nunca quienes fueron. Que el 22 de marzo de 1975 matan al Dr. Piantoni en cuyo velatorio, como es públicamente conocido, se jura venganza. Que esa misma noche matan a los hermanos Videla, a Elizagaray, a Goldenber -este último lo recuerda a preguntas que se le formulan- y que a su marido lo fueron a buscar a la casa de sus suegros donde de recién casados habían vivido durante un tiempo pero ya no estaban viviendo allí, estaba ubicada en calle Balcarce y Dorrego. Que ante todo este cuadro de situación deciden irse de Mar del Plata, primero a Buenos Aires por breve tiempo y finalmente en junio de 1975 se instalaron en la ciudad de Neuquén. Que su marido le deja todos los juicios al Dr. Battaglia, que eran alrededor de 520 juicios en trámite relacionados con importantes Gremios y Sindicatos que no convenían al plan que se estaba estructurando, publicando aquella circunstancias en una solicitada del Diario La Capital de fecha 25 de diciembre de 1975. Que en marzo de 1976 lo llevan al Dr. Battaglia y queda a cargo de los juicios la Dra. Scali. Que el 24 de marzo de 1976 vuelven a entrar al domicilio de sus suegros y se llevan al padre de su esposo, Nicolás Candeloro; tanto ella como su marido tenían claro que lo habían confundido con su esposo quien ya no vivía más en la ciudad. Que su marido pertenecía a la Gremial de Abogados. Que en Neuquén sufrieron un exilio interno, que su marido comenzó a trabajar en la administración de un hospital porque temía ejercer la profesión hasta que el director del mismo, por la capacidad demostrada por su esposo, le recomendó que volviera a ejercer como abogado. Que en poco tiempo se hizo muy conocido, inició más de 100 juicios laborales, hasta el día 13 de junio de 1977 en que su esposo y ella fueron secuestrados por la Policía Federal. Que ese día, en horas de la tarde, fue al estudio de su marido con su hija que había salido del jardín; que al salir del estudio observó gente de civil que ingresaba al estudio sin llamarle la atención por gran cantidad de gente que normalmente concurría allí. Que en momentos en que ingresaba a su automóvil, observó que su marido era retirado esposado y a la fuerza de su estudio, mientras el Dr. Candeloro le gritaba "Marta me secuestran". Que increpando a los secuestradores, obtiene como respuesta "es por averiguación de antecedentes, estamos en la Policía Federal". De allí se fue a lo de una amiga que era psicóloga y con ella, desesperada, se fue para su casa en busca de su hijo menor que estaba a cargo de una mujer que lo cuidaba. Que unos metros antes de llegar la para una comisión, entre cuyos integrantes reconoció a dos personas que lo habían llevado a su marido, la dejan ingresar mientras que a su amiga le dicen que se retire del lugar. Que al ingresar la casa era un desastre, estaba destruída. Que había entre 5 y 8 personas tirando, revisando y quemando todo. Su hijo menor estaba llorando con la señora que lo cuidaba. Que a su hijo menor le pusieron un Itaka en la cabeza y le dijeron "lo calla usted o lo callamos nosotros". Estuvieron desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche. Que robaron todo delante de ella. Que cuando se retiraban en una camioneta se le acerca un oficial y le dice que la acompañara que en una hora volverían, preguntando si era seguro porque de lo contrario debía definir qué hacer con sus hijos menores, con quien dejarlos; le aseguraron que en un ahora volvería. Que la llevaron a la Policía Federal le tomaron las huellas digitales junto a su marido a quien tenían secuestrado en un sótano. Estuvieron allí 8 días, recién la última noche le dieron un colchón para recostarse porque todo el tiempo estuvo en una silla sentada. Que durante ese tiempo escucha vía radial que se comunicaban con Mar del Plata consultando acerca del destino de ella y su marido. Que su amiga avisó a su padre y hermano que estaban en la Federal y que Don Jaime de Nevares intervino personalmente en la cuestión de manera que la Federal no pudo negar que estaban allí. Que de esta manera le permitieron recibir y entregar ropa y otras pertenencias. Que dentro de esa ropa su suegro halló el certificado de detención de la federal lo que le permitió formular denuncias a nivel nacional e internacional, Cruz Roja, Vaticano, Amnesty International, entre otros. Que el Comisario de la Federal era "El perro" Gonzalez con quien trabajaba Guglielminetti en ese sótano de la Federal. Que allí su esposo no fue torturado pero sí sometido a golpes y maltratos, le reclamaban los documentos del auto y del Banco, sin entender de que se trataba; sino hasta después cuando una vez recuperada su libertad, tras 6 meses de estar desaparecida, concurre al Banco de la Provincia del Neuquén a retirar los fondos y le informan que no hay nada. Que se entrevistó con el Gerente, reclamándole que era público que ella y su marido habían estado detenidos durante todo ese tiempo, a lo que el gerente le respondió "lo sé señora, pero no me comprometa". Que luego de 8 días la trasladaron al aeropuerto de Neuquén junto con su esposo y una caja con sus pertenencias. Que la alzaron para ingresarla al avión, previamente le pusieron una toalla sobre su cabeza. Que en el avión continuamente la amenazaban para que no se moviera sino la iban a tirar al vacío. Que los llevaron a Bahía Blanca que allí ingresaron el avión en un hangar y la metieron junto a su marido en el baúl de un automóvil. Que allí reconoció el pantalón de corderoy de su esposo y le dijo "Jorge voy a viajar con vos". Que los llevaron a un lugar que luego supo le llamaban "La escuelita", en el medio del campo, que estuvieron allí una noche. Que allí le sacaron la toalla de la cabeza y le pusieron una venda con olor a desinfectante. Que a la mañana siguiente la trasladaron al aeropuerto junto a su marido en circunstancias análogas a las acaecidas la noche anterior. Que en el baúl del auto su marido le refirió que había dormido a la intemperie en un chiquero y estaba ya sin camisa, con temperaturas bajo cero. Que en ese momento supo que su destino era Mar del Plata, porque esa mañana la dejaron de llamar señora para referirse a su persona como "Mar del Plata". Que los subieron a un avión más grande, que había otras personas, que a todos los llamaban por el lugar de destino. Que una joven le comentó a su novio que había sido violada. Que los pilotos estaban muy nerviosos. Que llegó a Mar del Plata y la llevaron a un lugar que luego supo le llamaban "La cueva". Que allí comenzo otra etapa. Que ni bien llegó le dijeron "así que vos sos psicóloga, puta como todas las psicólogas", mientras la golpeaban en el estómago, que allí se desmayó producto de varios días sin comer ni beber bien. Que llegó gente al lugar y dijeron "traigan a Candeloro", lo llevaron y lo torturaron. Que luego a ella la torturaron con picana, con el "Submarino", mientras le interrogaban sobre cosas de su marido, del trabajo de él, acerca del Dr. Centeno y que sindicatos tenía su marido. Que esto duró varios días, hasta que el día 28 de junio de 1977 a su esposo lo llevaron a una sesión de tortura y tuvo la sensación que ese día lo mataron; porque los gritos fueron terribles hasta que sintió que lo llevaban a la rastra y uno de la patota le dijo "Ahora lo llevamos a tu marido, mañana te vamos a llevar a vos mejor que te acuerdes lo que sabés". Que al día siguiente cumplieron y la torturaron, mientras le hacian preguntas vinculada a la Universidad, le preguntaban por el Dr. Guangiroli, por el su secretario Estrada y por Silvia Callejas. Le llamó la atención que uno de la patota preguntó si tenía algo que ver con el Mono Callejas, lo cual la hizo pensar que entre ellos había alguien de su edad, de Mar del Plata, porque el Mono Callejas era Director del Colegio Nacional de Mar del Plata cuando ella concurrió a dicho establecimiento. Que en ese lugar llegaron a haber 30 personas, la mayoría de las cuales fueron trasladadas cuando trajeron a los abogados. Que en ese lugar estuvo con Mercedes Lohng, también con una tal Mirta de 24 años junto a quien habían llevado a su hermano menor de edad de 16 años, que tenía una capucha blanca. Tambien observó a un conscripto con ropa del ejército que tenía capucha blanca. Que todos los que estaban ahí tenían capuchas con un número que los identificaba. Que una noche fue impresionante el desplazamiento de gente y autos que hubo, que trajeron gente entre quienes había una persona que se quejaba porque estaba herida. Que esa persona era el Dr. Arestín a quien le lavó la camisa que estaba toda ensangrentada. Que quiere resaltar el género femenino pues en esas circunstancias, además de ser torturadas como los hombres, ellas tenían que lavar la ropa, limpiar lo baños, ser violadas, sometidas a torturas no obstante estar embarazadas. Que las golpeaban por indisponerse, tratándolas como perras. Que entre el 6, 7 y 8 de julio llevaron a todos los abogados a la Cueva, sin poder precisar con exactitud que día llegó cada uno. Que estima que el 6 llegaron Alais, Ricci y Arestín y entre el 7 y 8 llevaron al Dr. Fresneda y su esposa, al Dr. Bozzi y al Dr. Centeno. Que el Dr. Arestín se quejaba del dolor por la herida y pedía por el médico y le decían "vení que te llevamos con el médico" y lo llevaban a una sesión de tortura y luego le cosieron las heridas sin anestesia. Que todos los abogados y la esposa de Fresneda, Mercedes Algañaraz de Fresneda, fueron sometidos a tortura. Que el Dr. Centeno fue sometido horriblemente a tremendas sesiones de tortura, que ella vivió la agonía de una persona. Que un guardia le dijo "vení dale agua al viejo"; que sabiendo los efectos de tomar agua luego se las sesiones de tortura, sólo le humedeció los labios y le dijo "quédese tranquilo ya vamos a salir" mientras el Dr. Centeno preguntaba "quienes son???, quienes son???". Que ella vió la degradación a la que fue sometido, que lo vió en traje prácticamente agonizando. Que sabía que no resistiría otra sesión de tortura y no obstante ello, fue sometido otra vez más, escuchando luego de ello la caída del cuerpo y como lo arrastraban por el piso para tirarlo dentro de un cuarto golpeando su cuerpo contra la pared de madera. Que luego de la muerte del Dr. Centeno y del Dr. Candeloro la situación cambió, se los veía a los guardias como tensos y sabiendo que allí se había cometido un exceso, decían en tono crítico hacia quienes aplicaron las sesiones de tortura que "se les había pasado la mano, que a ellos no les hubiera pasado". Que luego de eso a ella la llevaron a la cocina de "La Cueva" y mediante un trato totalmente distinto, previa advertencia de que no se preocupara, le preguntaron sobre su marido y la sociedad con el Dr. Centeno, acerca de los sindicatos y otras cuestiones vinculadas a eso. Que días después escuchó en la radio que informaban que el cuerpo del Dr. Centeno había sido encontrado luego de que lo secuestraran los montoneros, que los guardias riéndose exclamaban "se la tragaron". Que en ese momento comprendió porqué la noche en que llevaron a los abogados, los guardias y la patota entonaban canciones de los montoneros. Que ella es trasladada a principios de septiembre a la comisaría cuarta de Mar del Plata y el resto de los abogados quedan allí, también Mercedes Argañaraz de Fresneda, que estaba embarazada. Que el Dr. Ricci y el Dr. Bozzi estuvieron alrededor de 48 horas allí y luego se los llevaron. Que a un guardia de "La Cueva" le llamaban Charles, por su parecido a Charles Bronson, que era el único de los guardias que entraba a las sesiones de tortura. Que los sábados, domingos y días feriados o festivos no se tortutaba. Que un día les permitieron salir a conversar menos al Dr. Alais, estaban los abogados y también Merecdes Lohng, Mirta y su hermano. Que Mercedes Lohng, Mirta y se hermano fueron trasladados mientras ella todavía estaba en "La Cueva", que Charles les dijo que se despidieran, que Mercedes Lohng le contó que antes de partir tenía que pasar por la enfermería para tomar un tranquilizante porque iba a viajar en avión. Que nunca más los vió, que estas personas están desaparecidas. Que recuerda que en ese lugar había reunión interfuerzas que no recuerda que día por semana se realizaban, tal vez los lunes ó los viernes. Que allí se decidía el destino de la gente, que lo que se decidía trascendía a punto tal que los guradias sabían que pasaría con cada uno. Que el día anterior a su traslado a la cuarta, un guardia le dijo "vas camino a la libertad". Que el nombre "la noche de las corbatas" surge de los mismos guardias en la noche en que llevaron a los abogados decían "que es esto??? Esto es "la noche de las corbatas" agregando "los que administramos justicia ahora, somos nosotros". Que su traslado a la comisaria cuarta se produjo a principios de septiembre, que alrededor de las 14 horas la subieron al baúl de un automóvil. Que la hicieron dar vueltas durante varias horas, que al atardecer la bajaron en la comisaría cuarta, sobre calle Chile, por donde entraban la basura. Que la llevaron a los calabozos, que allí estuvieron tambien Oscar Granieri y el hermano de Nilda Orazzi, entre otros. Que un oficial De Marco le hizo firmar unos papeles, y le dijo que estaba en depósito allí, a disposición de las Fuerza Armadas. Que lo mismo le dijo Blaustein. Que una persona que hacía las labores como pintor de la comisaría un día le dijo que ella había sido maestra de un sobrino de él, en el Portal del Sol. Que esta persona avisó a su padre y hermano que ella estaba allí, pidiéndoles absoluta reserva porque sino lo comprometían. Que en varias oportunidades escuchó que en la comisaría advertían que iba a venir el juez. Que el juez que fue a la Comisaria Cuarta fue el Dr. Pedro Hooft. Que el 8 de diciembre de 1977 el comisario abrió su calabozo y le dijo "señora está en libertad", ella le respondió "no me joda". Que salió ese día, en el despacho del comisario la esperaban su padre y hermano. Que de allí fue a la casa de sus padres donde se reencontró con sus hijos. Que su hijo menor no la reconocía, mientras su hija mayor le decía "es mamá, es mamá". Que le preguntaron por su padre, a lo que respondió "que no sabía, que creía que lo habían matado". Que a principio de enero de 1978 se fue a Neuquén con sus hijo con intenciones de recuprar su casa. Que al llegar dejó los chicos en casa de unos amigos y se fue para la casa de donde la habían secuestrado seis meses atrás. Que le advirtieron que estaba ocupada por la Policía de la Provincia. Que al llegar la casa el cuadro era dantesco, habían agregado habitaciones donde era el living, que había mujeres, que una de ellas tenía puesta ropa suya. Que le preguntaron quien era y respondió "la dueña de casa y ustedes?????". Que les dijo que les daba hasta la noche para que se fueran. Que a la noche volvió y ya no estaban. Que volvió a Mar del Plata para dejar a sus hijos y regresó a Neuquén para arreglar la casa y venderla. Que durante las noches era intimidada con las luces de los automóviles que las Fuerzas de Seguridad le ponían frene a su casa. Que todas las noches Monseñor Jaime de Nevares subía la cuesta hasta la barda en su Citroen para acompañarla. Que la noche en la que se volvió a Mar del Plata, con todo listo y contratado con la empresa Platamar para que le trajera las pertenencias a Mar del Plata entraron a la casa y la saquearon, se llevaron todo. Que mientras ordenó la casa, encontró muchos expedientes de juicios de su marido. Que procuró ordenarlos y fue devolviendo a los clientes los expedientes y los documentos. Que entre uno de esos clientes se encontraba un señor propietario de una metalúrgica, que seguramente pertenecía a los servicios, porque fue amenazada por subversiva. Que luego en Mar del Plata trabajó seis meses en un gabiente psicológico, que eso duró hasta que una noche, la primera que salía por el miedo que tenía luego de recuperar la libertad, cuando volvió a casa de sus padres, la secuestraron por segunda vez. Que su padre quiso evitar eso diciendo que lo llevaran a él, recibiendo golpes. Que estuvo secuestrada durante 48 horas sin saber donde, aunque sospecha que fue en "Cerenil". Que la torturaron mientras le preguntaban sobre su marido, hasta que ella dijo "no lo vi más desde que nos llevaron en Neuquén" que entonces le preguntaron quién era su marido, contestando "el Dr. Candeloro". Que allí se detuvo la tortura, que la hicieron limpiar los baños, le dijeron que revisara sus pertencias, que si faltaba algo se lo mandarían por correo, lo que efectivamente luego hicieron. Que la dejaron en la puerta de la cuarta y el Comisario soprendido le preguntó por qué estaba allí, respondiendio que eso lo tenía que saber él. Que luego de eso la cesantearon del trabajo, que la directora era esposa de un oficial. Que le preguntó si estaba arrepentida de ser esposa de un "subversivo", respondiéndole que no, que jamás se iba a arrepentir. Que luego compró una casa en el barrio El Grosellar, con la plata de la venta de la casa de Neuquén. Que allí siguió siendo vigilada permanentemente, a punto tal que un conscripto oriundo de Corrientes un día le pidió trabajo como albañil en la obra. Que accedió porque lo vió necesitado, que le permitía quedarse a dormir y entrar y salir de la casa; hasta que un día observó una agenda en el living que le llamó la atención, no resistió la intriga y una vez abierta comprobó que estaba anotado todos los movimientos que hacía, a qué hora salía y a qué hora volvía. Concluído su relato, es interrogado por los integrantes del Tribunal, por los representantes del Ministerio Público Fiscal y los apoderados legales de las partes denunciantes. Se deja constancia que manifestó que su suegro y hermano fueron a ver al Dr. Razona y presentaron Habeas Coprus ante el Juzgado Federal y ante el Juzgado del Dr. Hooft. Que hicieron muchísmas presentaciones a nivel internacional. Que en 1980, inicia trámites para el subsidio en el Colegio de Abogados, para lo cual le piden constancias de reclamos judiciales. Que recién entonces se enteró que desde el año 1977 el Coronel Barda había informado al Dr. Hooft que su marido había muerto el día 28 de junio de 1977 en un intento de fuga a manos de las fuerzas armadas. Que asimismo precisó que respecto del guardia apodado "Charles", se trata de Ricardo Rafael Molina, lo supo por un anónimo que le mandaron luego de su declaración en el juicio a la Juntas. Que se inició causa judicial al respecto, que se paralizó luego de la ley de obediencia debida, que lo último que supo de esta persona es que estaba en Córdoba. Que la causa judicial de mención tramitaba en el Juzgado Federal Penal nº1, bajo el número 33.178, que allí aportó todos los datos de esta persona. Que también aportó las fotos de esta persona en la causa nº10.116 de trámite ante la Secretaría 2 del Juzgado Federal nº1 de esta ciudad caratulada "Lezcano de Argañaraz sobre apropiación de menor". Que se deja expresa constancia a pedido de la Dra. Godoy que la testigo expresa que ninguno de los abogados como tampoco Mercedes Argañaraz de Fresneda fueron trasladados de "La Cueva" mientras ella estuvo allí. Que se deja expresa constancia a pedido del Dr. De La Plaza que la testigo manifestó que el Dr. Hooft tuvo dos intevenciones en toda esta cuestión; la primera, vinculada a su período de privación ilegítima de la libertad a manos de la dictadura militar y, la restante, referida al trámite de Habeas Corpus interpuesto ante el Juzgado de dicho juez. Que en lo relativo a la primera cuestión manifestó que en una ocasión el Dr. Hooft visitó la Comisaría Cuarta de Mar del Plata, que ello significaba la esperanza de que se iba a hacer algo, que durante su recorrida el Dr. Hooft se detuvo frente a la puerta de su calabozo y preguntó "quien está acá????" recibiendo como respuesta "una mujer que está a disposicón de las Fuerza Armadas", que ella por única vez se animó a decir algo fuera de lo permitido y expresó "soy la esposa del Dr. Candeloro", sin recibir respuesta alguna y escuchando los pasos del juez que se retiraba. Que sintió que eran los pasos de la justicia los que se marchaban. Que ese juez era Pedro Hooft. Que expresa que no quiere juzgarlo ni tampoco hacerlo con la generalidad de los jueces de la dictadura porque el momento político era muy difícil y porque de allí surgieron funcionarios judicales muy importantes para el proceso posterior como el Dr. Strassera. Que sin embargo estima que el propio Estatuto de Reorganización Nacional deja abierta la posibilidad para que los propios jueces intervengan en determinadas circunstancias. Que ésta era una de ellas y sin embargo el juez Pedro Hooft no hizo nada. Que desmiente como alguna vez expresó el Dr. Hooft que se tratara de una zona verdad, que sólo era un pasillo y él estuvo allí. Que respecto del trámite del Habeas Corpus expresa que recién en 1980 se enteró que el Dr. Hooft desde el día 30 de septiembre de 1977 sabía del destino de su marido poque en esa fecha el Coronel Barda le había enviado un informe según el cual su marido había sido muerto a manos de las Fuerzas Armadas en un supuesto intento de fuga. Que el Dr. Hooft no lo informó a ninguno de los familiares, que tal como surge de la documentación que su abogado entregará al final de la audiencia, lo cajoneó durante un tiempo luego lo incorporó al expediente y ordenó el archivo sin poner en conocimiento de ningún familiar. Que manifiesta que el Dr. Hooft podría haber pedido el cuerpo lo que tampoco hizo, que de esa manera ella y sus hijos podían haber tenido la oportunidad de concretar el duelo, lo que jamás pudieron hacer. Que manifiesta por todo lo expuesto que al Dr. Hooft le recrimina su actitud personal, como ser humano, como persona que se considera profundamente católico, su compromiso con el régimen imperante en ese entonces. Que por todo ello no admite que se atreva a hablar acerca de los derechos humanos. Que seguidamente el Dr. Sivo, hace entrega de diversa documentación que avala lo narrado por la señora Marta Garcia de Candeloro, solicitando su incorporación a estas actuaciones. Que el Tribunal resuelve la incorporación de toda la documentación entregada, previa extracción de copias de las que deberán certificarse aquellas cuya documentación sea original. Concluída la declaración se cierra la audiencia citando a las partes para la firma del acta el día miércoles 14 de marzo entre las 10 y las 13 hs.; siendo notificadas las partes de la audiencia prevista para el día 19 de marzo, a las 10 horas; quedando a cargo de las asociaciones poner en conocimiento del Tribunal en el transcurso de esta semana los testigos que depondrán, firmando los comparecientes de conformidad, todo ello ante mí, de lo que doy fe.