Estoy muy emocionada. No veo la imagen de Liliana desde noviembre o principios de diciembre de 1976.
La conocí en la pensión de Chela, de la calle 44 creo que después de Plaza Paso. No recuerdo muy bien
entre que calles porque casi no he vuelto a esa ciudad después de la tarde en que supe de su muerte. Nunca estuve
segura de cómo se presentó la noticia en el diario. Nunca leí esa noticia. Un familiar mío que la
conocía y sí se había enterado por el diario, me lo informó. A la mañana siguiente me fui
de La Plata y no volví más por mucho tiempo.
Yo me consideraba una muy buena amiga de Liliana y nuestra amistad me marcó. Guardo en casa un bolso rojo que alguna
vez me prestó y estoy segura que cuando la asesinaron llevaba en su muñeca mi reloj.
La Turca era una lindísima persona y fue mi gran amiga de la juventud. Podría escribir varios libros contando
los recuerdos que de ella guardo. Al ser asesinada ella murió una parte mía también y lo único que
me alivió fue que si era cierto el modo en el que la habían asesinado no había tenido que pasar por los
tormentos de la tortura.
Vivimos juntas en la pensión en el año 75, desde abril hasta la primavera en la que yo me fui a vivir con mi
novio y unos amigos y ella junto a otras tres chicas de la pensión se alquilaron un departamento. Al año
siguiente le llegó la noticia de que había caído en manos de los servicios de Mar del Plata un sobre con
la dirección de ese departamento. Por eso ella se vio obligada a irse de allí y se mudó a otra
dirección que nunca conocí.Yo volvía a mudarme a una casita pero esta vez solo con mi novio. Ella supo de
esa dirección porque yo insití en que ella la supiera. Se negó al principio para no ponernos en peligro a
nosotros pero mi insistencia ganó. Supongo que también los sentimientos mutuos de verdadero cariño. De
alguna manera festejamos su cumpleaños o el mío. Ya no lo recuerdo. Ella era de setiembre y yo de octubre. La
última vez que la ví fue una mañana en esa casa. La tarde anterior había venido a tomar mate y le
hice panqueques. Se hizo tarde y se quedó a dormir. Recuerdo muy bien muchas de las cosas que entonces hablamos. La
sigo extrañando siempre.