Mónica tenía 23 años y Claudio 22. Estaban casados, tenían una hija, Paula, de 23 meses de edad y esperaban otro hijo.

La pareja y su hija vivían en Montevideo, Uruguay, donde se habían mudado un año antes, huyendo de la persecusión política en Argentina. El 18 de mayo de 1978 fueron secuestrados por un grupo de hombres fuertemente armados cuando bajaron de un colectivo en la calle Daniel Fernández Crespo entre Paysandú y Cerro Largo, frente al ex cine Miami. Claudio fue golpeado, encapuchado, e introducido en un auto, y Mónica y la nena fueron las dos encapuchadas e introducidas en otro auto.

La familia fue trasladada a Argentina y llevada a la Brigada de Investigaciones de San Justo. En éste lugar, la pareja fue torturada. Ahí mismo, el subcomisario Rubén Luis Lavallen se apropió de Paula, y la anotó como hija propia, gracias a la complicidad del doctor Jorge Héctor Vidal. En 1980 la familia de Mónica se enteró de quien había sustraído a la niña, pero solamente la pudieron restituír en 1983.

En junio, Mónica y Claudio fueron trasladados al centro clandestino de detención "Pozo de Banfield". Estubieron allí unos pocos días y luego fueron "trasladados" con rumbo desconocido. Los jóvenes padres y el hijo que debió nacer en cautiverio continúan desaparecidos.

Mónica en el Uruguay