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Julio Argentino Mussi


Julio Argentino Mussi

Desaparecido el 22/3/77

A los 32 años

Julio fue secuestrado el 22 de marzo de 1977 de su residencia en Comodoro Rivadavia. Fue llevado al comando y de allí derivado al Quinto Cuerpo del Ejército en Bahía Blanca. No se sabe que pasó con él.



Nota Periodística:

Participarán hoy del acto en Trelew

Familiares buscan a un desaparecido comodorense

Familiares de Julio Argentino Mussi, detenido y luego desaparecido de Comodoro Rivadavia la mañana del 24 de marzo de 1977, intentarán hoy acceder a los documentos que el gobierno provincial ha encontrado sobre la represión de la dictadura en Chubut, en búsqueda de algún indicio de lo que pudo haber pasado con este comodorense del que nada volvió a saberse, 27 años después.

Norma, Elsa y Mónica Mussi, no se resignan y continúan hoy en la búsqueda de su hermano, junto a la esposa de éste, Tita, al que el ejército detuvo cuando Julio tenía 33 años.

Ayer, el relato familiar volvió a urdirse con el mismo desconsuelo que los ha acompañado durante casi tres décadas, con las mismas preguntas y la falta de respuesta de todos estos años. Familia Mussi

"Mi hermano no tenía ideas políticas, si hubiera tenido una ideología, pensaría que murió por su causa: pero se lo llevaron acusándolo de un hecho que ellos mismos comprobaron que no cometió y nunca más supimos de él", relató Elsa, desde la ciudad de Trelew.

Pese a las sospechas de que pudo haber fallecido, según le relató uno de los sobrevivientes de esa detención, no se resignan: en la búsqueda pesa el mandato de Mercedes, la madre que poco a poco fue apagando su vida de tristeza, esperando que en cada navidad o cumpleaños su hijo volviera a aparecer:

"Poco antes de morir, en el año '91, mamá me dijo: 'seguí buscando a tu hermano' y yo sigo, no me resigno", dice Norma, con el dolor clavado en la mirada. Mónica, la hermana menor, cuenta que alguna vez se encontró con otro de los hombres que fue detenido junto a su hermano y liberado poco después: "Me dijo que lo habían matado en Bahía Blanca".

Pero es difícil velar a un muerto sin certezas, por lo que lo toman como una versión más. Piensan que tal vez perdió la memoria por el shock sufrido y hoy vive en otra zona del país. Por eso no han dejado de viajar a cada rincón de la provincia de Buenos Aires donde surgía un indicio, pero todo ha sido infructuoso. Como tantas otras familias, han hecho las denuncias ante los organismos de Derechos Humanos, ante la OEA, ante cuanto organismo escuchó su caso, pero no hay para ellos una respuesta. Norma y Elsa participarán hoy del acto en el que el gobernador Das Neves presentará oficialmente los documentos hallados en la Casa de Gobierno, en la época de la sangrienta dictadura militar: creen que tal vez podrían encontrar el nombre de su hermano, un indicio de su destino, una respuesta a tantos años de pregunta.

Un día como hoy

Es la madrugada del 24 de marzo de 1977 y Julio Argentino Mussi prácticamente no ha dormido por los nervios: ese día debe presentarse en Y.P.F. junto a su tío, que le enseñó el difícil oficio de reparación de trépanos, por lo que significa una oportunidad laboral importante en una ciudad como Comodoro Rivadavia y la región. Sin embargo, a las 6 de la mañana, la ansiedad se transforma en confusión: llega un camión unimog a la casa de Roca 1048, bajan soldados y revuelven todo en busca de papeles, detienen a Mussi y no hay mayores explicaciones para su esposa Tita ni, mucho menos, para su pequeño hijo de 3 años; apenas sabrán luego que el ejército ha comenzado a intervenir en hechos delictivos comunes y, en este caso, detienen a un grupo de personas a las que acusan de participar en una red de robo de vehículos, con base en la provincia de Buenos Aires.

Mónica, la hermana menor, tiene por entonces 12 años y está junto a su madre, Mercedes, esperando el colectivo para ir a la escuela, a pocos metros del lugar y se acercan a la casa. No les permiten ingresar y sale un grupo de militares que se lleva a Julio. Al otro día, los diarios informan sobre una banda de ladrones de auto que ha sido detenida en Comodoro Rivadavia y su conexión con una red de la provincia de Buenos Aires, el ejército ahora tiene facultades de policía y creen estar ante una red de alcances insospechados. Sin embargo, pocos días después, en la edición del 12 de abril de 1977, el diario Crónica informa que han liberado a cuatro de los integrantes de la supuesta banda, tras comprobarse que no tenían nada que ver con los hechos investigados: entre los cuatro hombres que recuperan la libertad, está Julio Mussi. No obstante, 27 años después, sus familiares lo siguen buscando.

¿Qué pasó? La familia ha logrado reconstruir, con dificultades, parte del itinerario y el destino que pudo tener Julio tras esa detención. Días después los trasladaron a Bahía Blanca y allí se habría producido el desenlace: quienes han vuelto, poco se han atrevido a contar, tal vez por temor a que con sólo mencionarla, la pesadilla se repita.

"Los tuvieron detenidos en unas vagones, en una vía muerta, durante tres días -cuenta uno de los familiares-. Sin comida ni agua, con los ojos vendados; Julio pesaba más de 100 kilos y medía un metro ochenta y cinco, tenía la mano muy pesada. Estaba muy mal por la falta de agua, pedía con desesperación y desvariaba. Era un muchacho con la mano muy pesada: cuando se le acercó uno de los capitanes que estaba a cargo, le soltó la mano y él le pegó una trompada. Ahí el militar llamó a los soldados y comenzaron a golpearlo a culatazos, con los fusiles y lo dejaron muy lastimado, tirado en otro vagón. Ahí los presos estaban con los ojos vendados y, tanteando con los pies, se dieron cuenta de que era él".

Las hermanas logran viajar al poco tiempo a Bahía Blanca, por intermedio del padre Argimiro Moure, quien intercede ante el vicario general de Bahía, que les permite ingresar al 5to. Cuerpo de Ejército de esa ciudad. Al ingresar, uno de los guardias ve el DNI y les dice: "Ah, vienen a ver a Mussi". Pero les han ordenado que no hablen y siguen, hasta hablar con el mayor Sierra, secretario del general Aspisturte, que se niega a recibirlas: les dicen que nada saben de su hermano y le muestran un papel en el que consta que se fue en libertad. Por el pasillo, al regresar, quieren ver al guardia que les nombró a su hermano, pero ya no está. Se van con la teoría de que tal vez está en el hospital, inserto en esa base militar, pero nunca lo sabrán.

Durante los viajes, uno de los militares advierte a Tita, la esposa, que no siga golpeando puertas, que las va a encontrar cerradas; y que podría pasarle lo mismo. También sabrá, la familia, de las ayudas interesadas de un sacerdote que se niega a dar una mano, "no deben confiar ni en su hermano", dicen que les dijo; o de las otros conocidos que se alejaron de ellos, porque "si se lo llevaron, por algo será".

Sabrán, también, de la cruel ironía de un automóvil Fiat 600 devuelto pocos meses después, como prueba de que Julio no era un ladrón de autos; de una carta del ejército "lamentando la desaparición, pero no sabemos nada" y de una pensión graciable de 140 pesos para la esposa y el hijo. Sabrán del dolor y la imposibilidad de explicarlo en palabras, de preguntar por qué, pero no sabrán nada más.




¿Conociste a Julio Mussi?


Si conociste a Julio Mussi y querés compartir tus memorias o cualquier información sobre él - o si sabés que le pasó luego de su desaparición -, por favor escribinos.

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