desaparecidos

Carta de la alumna Norma Ines Villagra






Si le escribo esto, es para un tanto también despedirme de Ud.

Estoy segura de que no seré la única alumna suya que sienta mucho esto, que sienta mucho dejar a nuestra única escuela y a nuestro querido maestro.

Tal vez nosotros dejemos algo, y creo que bastante, en la escuela. Dejamos todo lo que hicimos durante casi diez meses que transcurrieron inadvertidos, por todos. Dejamos el amor hacia esa escuelita, que yo y todos aprendimos a querer.

También dejamos lo que no pudimos hacer. Pero estamos conformes, nos divertimos, aunque hayamos también sentido amargura, esa amargura que Ud. junto a sus alumnos sabían superar antes de que avanzara.

Señor Eduardo, al escribirle esta carta a Ud. quiero que, bueno, quiero darle fuerzas para que siga adelante porque creo que las va a necesitar.

Como también en un tiempo las hemos necesitado todos los chicos que ha enseñado.

Va a necesitar las fuerzas que le brindo, porque hace unos días, hasta el sábado en la guardería, he advertido en Ud. que ya no tenía la energía que antes le sobraba.

Adiós, señor, le digo adiós porque no se si nos volvemos a ver, Dios quiera que sí. Pero igual aunque tanto me cuesta decirlo lo digo.

Le deseo muchas felicidades en Navidad y Año nuevo, que pase todos los años, que son muchos los que va a vivir, que los pase muy contento que no encuentre nunca el dolor que yo encontré, y que nunca divulgué.

Bueno, que siga adelante, esto lo digo de verdad, es un hombre magnífico, en una palabra. Espero que algún día no muy lejano triunfe en cualquier cosa que haga usted porque se que valen. Adiós muchas felicidades a Ud. y señor Gerardo.

Su alumna Norma Inés Villagra

Para Eduardo Luis Vicente