Mónica González SANTIAGO. CORRESPONSAL CLARIN. ARGENTINA. 31 de octubre de 2006.
Es por los crímenes de Villa Grimaldi, una de las cárceles secretas de su dictadura.
Al mediodía de ayer el ex dictador Augusto Pinochet quedó otra vez en calidad de detenido entre las paredes de su casa en La Dehesa, el barrio más exclusivo de Santiago, como coautor de 34 secuestros (detenidos desaparecidos), un homicidio y aplicación de torturas a otros 23 sobrevivientes en Villa Grimaldi, una de las más aberrantes cárceles secretas de la dictadura.
La condena en primera instancia —la primera que enfrenta por torturas— fue resuelta por el juez Alejandro Solís el viernes. Y de nada le sirvió esta vez a su abogado pedir el sobreseimiento en razón de la "demencia subcortical" que dice padecer, una argucia que hasta ahora siempre lo había librado de condena.
El abogado Pablo Rodríguez no recordó haber dicho sólo dos días antes que le había preguntado a su cliente si tenía oro depositado en un banco de Hong Kong, como lo acreditan unos certificados entregados al consulado de Chile en Los Ángeles (EE.UU.) por un broker estadounidense y que son investigados por la Justicia. Pinochet le respondió que el único oro que tenía era el de su anillo de matrimonio. Y Rodríguez salió a desmentir la información con palabras del general. Para eso no estaba loco ni demente.
Pero el juez Alejandro Solís sabía que la demencia no era efectiva. Y no sólo porque los últimos exámenes médicos así lo confirman, sino porque él mismo lo constató al interrogarlo el 18 de octubre. "Queda privado de libertad por considerar que es un peligro para la sociedad en atención al número de delitos que se le atribuye, pero atendida su edad (90 años), se le mantiene con arresto domiciliario", sentenció ayer el magistrado.
En la tarde, hasta la antigua cárcel Villa Grimaldi, hoy convertida en un Parque por la Paz, llegaron hombres y mujeres que conmemoraron así la justicia que se veía imposible hace sólo dos años para los 226 desaparecidos y los 18 prisioneros ejecutados allí.
Ninguna de las construcciones donde se torturó sistemáticamente queda en pie. Nada queda de la bucólica propiedad de 11 mil metros cuadrados repleta de esculturas e historias, ubicada a escasos metros del comando desde donde Pinochet dirigió las operaciones del golpe en 1973. La misma que Manuel Contreras, el jefe de la Policía secreta de Pinochet, se empecinó en comprar, obligando a su dueño en junio de 1974 a firmar la venta en 427 mil dólares.
Pero el honor no era una característica de los golpistas. El dueño nunca recibió un peso y la propiedad fue expropiada en 1975, cuando ya estaba repleta de prisioneros.
"Quien haya estado aquí la noche del 18 de noviembre de 1975 no podrá olvidar los gritos atroces que los torturadores le arrancaron a los miembros de las familias Gallardo y Gangas al golpearlos salvajemente para después quemarlos con líquidos ardientes en el jardín, frente a la celda de los presos. ¿Podría uno borrar la imagen de los cadáveres que con horror divisamos a la mañana siguiente?", se preguntaba hace algún tiempo el doctor Patricio Bustos, uno de los 4.500 prisioneros que sobrevivieron.
Temiendo que ellos no olvidaran, el último jefe de la Policía secreta, el general Hugo Salas Wensel, no encontró mejor remedio que hacer negocio: se la autovendió en la módica suma de US$ 19.000 en las postrimerías de la dictadura para levantar una población de casas residenciales. Cuando demolieron las torres donde introducían a los presos más "peligrosos" por un hoyo de 50 centímetros y las jaulas donde debían permanecer en cuclillas y casi inmóviles, el mundo de los derechos humanos se alertó y, tras una larga batalla, lograron que la casa fuera devuelta al Estado y que el general fuera condenado por la venta ilícita.
En 1994 la villa abrió sus puertas para albergar a miles de chilenos que allí rinden homenaje a los que nunca más volvieron. Será la Corte Suprema la que ahora deberá aquilatar la nueva argucia con que la defensa de Pinochet intentará burlar la justicia que ayer dio un paso histórico. FIN.
Posted by marga at Noviembre 2, 2006 5:14 PM | TrackBack