desaparecidos


Hasta Encontrarlos
Año XV - No.77
FEDEFAM
Mayo/Junio, 1997

Marcha Campesina de los Sin Tierra en Brasil

El 17 de abril pasado llegó a Brasilia, capital federal del inmenso país amazónico, la Marcha Nacional por la Reforma Agraria, Empleo y Justicia. Luego de recorrer miles de kilómetros, los trabajadores rurales sin tierra fueron recibidos en Brasilia por una multitud de trabajadores, estudiantes, desempleados, niños y niñas, jóvenes. Fue una concentración multitudinaria -estimada por ALAI, de donde extraemos esta información, en cien mil personas- la más numerosa durante el mandato de Fernando Henrique Cardoso.

Con un mensaje claro y directo el MST (siglas del movimiento de los sin tierra), junto al pueblo allí reunido, le dijeron al gobierno de Cardoso: en la tierra del real hay un ejército de excluidos sin tierras, sin techo, sin empleo, sin comunidad y ya casi sin paciencia.

Los organizadores de esta iniciativa explicaron que el principal objetivo de la marcha era abrir canales de comunicación con la sociedad brasileña. ¿Qué hicieron? Bien, por cada ciudad y pueblo por donde pasaban promovían foros, reuniones y encuentros, para debatir sobre los problemas de la reforma agraria en Brasil.

Es cierto que han pasado ya varias semanas de estos hechos pero creemos que la trascendencia de la protesta, y que no es una información que suele tener grandes espacios en los medios de difusión masiva de nuestros países, está justifica la presente nota informativa.

La jornada de protesta permitió, en palabras de los dirigentes del MST, denunciar: "la inoperancia del gobierno que, principalmente, a través del Ministro Raúl Jungmann, se preocupa más de los medios que de hacer acciones concretas para viabilizar la democratización de la estructura agraria del país."

Permitió también, nos dicen, mostrar a la sociedad: "que la política neoliberal impuesta por Fernando Henrique Cardoso, está acabando con la agricultura familiar, con el empleo rural y con la producción de alimentos. Para tener una idea, solamente en los dos años de este gobierno, más de 830 mil puestos de trabajo fueron extinguidos en el campo".

"Nuestro objetivo no era solamente hablar de los problemas de la Reforma Agraria. Queríamos también oír a la sociedad. Constatamos que las personas de las ciudades, también están sufriendo con esta política. Y, que cada vez se vuelve más difícil el acceso a la educación, a la salud, a la vivienda y al transporte. El desempleo y la inseguridad no se restringen solamente a las grandes ciudades. Niñez y mendigos abandonados en las calles, la existencia de favelas y de personas viviendo en condiciones infrahumanas es parte de la cotidianidad por donde pasamos".

La solidaridad recibida por los participantes de la marcha fue maravillosa, la sociedad recibió, amparó y garantizó el éxito de la marcha a lo largo de todo su recorrido, brindó alimentos, medicinas, ropas, asistió a los campamentos y alentó con palabras de incentivo a continuar adelante. Movimientos populares, sindicales y religiosos, siempre estuvieron presentes.

Un momento, especialmente emotivo, fue la realización de un acto ecuménico frente al Congreso Nacional, donde fueron homenajeados los 19 sin tierra masacrados en Eldorado dos Carajás: al gritar sus nombres, la multitud, entre quienes se encontraban huérfanos, viudas y compañeros de las víctimas, respondían presente. Don Demetrio Valentín, de la CNBB, leyó una bendición preparada por Monseñor Pedro Casaldáliga, obispo de la Diocesis de San Félix de Xingu, repetida por los asistentes.

Como reacción gubernamental es necesario apuntar que en los inicios de la marcha, el gobierno trato de ignorarla, apostaban a su derrota por división interna. Luego trataron de desmoralizar al movimiento, trataron de restarle importancia, incluso jugaron a aislar el movimiento. Para después decir que el gobierno apoyaba la reforma agraria y que el MST era necesario. A medida que la marcha se aproximaba a Brasilia, el gobierno procuró mostrar a la sociedad brasileña que estaban empeñados en la reforma agraria. Los hechos producidos con esta finalidad más bien parecen intervenciones efectistas y demasiado circunscritos a lo coyuntural, que un verdadero propósito de Estado. (ALAI Nº 253, Ecuador, 27 de mayo de 1997).


Fedefam - Hasta Encontrarlos