427. El día 05 de mayo, el Rey de España dirigió una carta al señor Secretario General de las Naciones Unidas en la que, ante las circunstancias que se vivían, solicitaba a las partes un inmediato cese de las hostilidades y ofrecía sus buenos oficios para la solución pacífico del conflicto.
Al mismo tiempo, el Embajador de España en Buenos Aires, hacía entrega de una nota similar en Cancillería (Anexo V/84).
Los párrafos principales de la nota, eran los siguientes:
"Mi gobierno ha precisado en sucesivas declaraciones oficiales, su posición sobre el fondo del problema. Pero permítame, señor Secretario General, que sobre la base de dichas declaraciones, me dirija a Uds. exponiéndole la angustia que, como español, como soldado y como Rey experimento en estas horas".
"No puedo sentirme impasible ante el enfrentamiento de dos pueblos. Ni contemplar sin conmoverme profundamente las pérdidas de vidas humanas a que da lugar".
"Pienso que todos los problemas tienen solución justa y honrosa mediante conversaciones y medios pacíficos, con espíritu de paz, sin llegar a consecuencias irreparables".
"Mi voz, señor Secretario General, le transmite el ruego de que haga llegar a ambas partes en conflicto la solicitud de un alto al fuego que permita continuar las gestiones de negociación, y formule un llamamiento, tanto a los gobiernos de Europa, a la que por tantas razones pertenecemos, como a los de la comunidad Iberoamericana, a la que nos sentimos tan vinculados por la sangre y por la historia, a fin de que interpongan todas las posibles acciones conducentes a evitar la prolongación de las hostilidades".
"Mi gobierno ha puesto a la disposición de los países contendientes sus buenos oficios para una solución pacífica del conflicto".
"Por mi parte, ofrezco con el mayor desinterés toda mi buena voluntad y mi ayuda para contribuir, en la forma y medida que se estimen oportunas, a la consecución de la paz y de la justicia".
"Muy cordialmente, Juan Carlos Rey".
"A su excelencia D. Javier Pérez de Cuellar, Secretario General de las Naciones Unidas-Nueva York".
428. La Secretaría General de la Presidencia procedió al análisis de la propuesta española (Anexo V/85) indicando, como acción recomendada, que el ofrecimiento del Rey Juan Carlos de España debía agradecerse, pero de ninguna manera podría tomárselo en cuenta como una vía efectiva para solucionar el conflicto.