Capítulo II
Víctimas

B. Adolescentes (continuación)

 

El recuerdo de los liberados


Pablo A. D. estuvo en Arana y en los pozos de Quilmes y Banfield. Su testimonio nos habla de la dureza de la represión para con los adolescentes.

El gran escarmiento que tuvieron los secundarios que quisieron reivindicar sus derechos. Pablo A. D. (Legajo N° 4018) y otros lo sufrieron en carne propia.

«Tanto en Arana como en Banfield fui torturado. En Arana me aplicaron la picana eléctrica en la boca, encias y genitales. Inclusive con una pinza me arrancaron una uña del pie. En Banfield ya no me picanearon, pero fui golpeado con palos y pinchado con agujas. Era muy común pasar varios días sin comer. Me tuvieron atado durante un largo tiempo con una soga al cuello».


F.E.V.C. (Legajo N° 4831) tenía 14 años cuando fue secuestrada de su casa. Fue el mismo día en que había sido operada del tabique nasal en un hospital de la ciudad de Córdoba. La llevaron junto con su hermana al C.C.D. denominado La Ribera.
 

«Entrada la noche, se acerca uno de los guardias y me amenaza con un arma, comenzando a desvestirme y manosearme. En ese momento me encontraba atada de pies y manos. Debido a la operación de tabique nasal no podía respirar por la nariz, sino sólo por la boca. El guardia colocó entonces su pene en mi boca. Comencé a gritar y se despertaron todos, lo que obligó al guardia a dejarme y prenderme la ropa. En ese momento llegó otro guardia preguntando qué pasaba, a lo qué le contestó que yo era peligrosa porque había colocado bombas y tirado panfletos».

 

 

 

Indice del Nunca Más