Buscados. Represores del Alto Valle y Neuquén

por Noemí Labrune
 


 

II. El mayor Reinhold parte en campaña de invierno
 

1. Cutral-Có en la mira de los represores

 

En el marco de las acciones en gran escala desarrolladas por Fuerzas Conjuntas de la subzona 52 durante el mes de junio de 1976, se inscribe un operativo de amplios alcances en Cutral-Có y Plaza Huincul iniciado el 12 de ese mes.

A las 18,30 hs. de ese día, se presentaron en la casa de don José Seguel cinco hombres de civil, exhibiendo credenciales de la Policía Federal, y secuestraron a Arlene Seguel, de 21 años, estudiante de servicio social y empleada. Su padre había suplicado a los captores que lo dejaran acompañarla hasta la comisaría donde alegaron dirigirse.

Mientras el señor Seguel iba a buscar su abrigo, huyeron con la victima, rumbo desconocido. La Policía local negó tener conocimiento del hecho.

Dos días después, a las 14,00 hs partía de la misma comisaría "en comisión" a Neuquén, el actual comisario Juan Domingo VIZCARRA, por entonces promisorio oficial de la policía provincial, regresando a las 20,00 hs. Todo indica que su comisión estaba relacionada con el operativo de las Fuerzas Conjuntas que culminaría el día 15 a las 10,00 horas.

Si bien los oficios remitidos por el Juez Federal a la Jefatura de Policía del Neuquén, solicitando informes sobre el operativo militar con base en la comisaría de Cutral-Có fueron respondidos con la frase ritual "no se registran antecedentes", la lectura del Libro de Guardia de dicha seccional aporta datos significativos.

Estaba al frente de la comisaría Héctor MENDOZA. Años después, ya retirado con el grado de comisario inspector, se hizo famoso por haber incendiado una de las tiendas más concurridas de Neuquén capital. Al menos tuvo el reparo de hacerlo cuando los clientes dormían, de modo que no hubiera "que lamentar desgracias personales". Al parecer, se debió a un exceso de celo. O de celos.

El incendio, ocurrido en diciembre de 1983, calcinó por un buen rato las aspiraciones de la Tienda Andresito, cuyo lema era:

DE ENERO A ENERO
ANDRESITO SIEMPRE PRIMERO



El incendiario, hoy condenado, tenía su corazoncito comprometido, según se dijo, con una tienda rival, cuyo servicio de vigilancia dirigía. (10)

En 1976, MENDOZA, llegado poco antes a la comisaría de Cutral-Có, no se distinguía por un exceso de trabajo. En el Libro de Guardia ha quedado registrado un promedio de cinco horas quince minutos de permanencia en la comisaría durante ese invierno.

Pero el 14 de junio de 1976, el comisario se presenta a su despacho a las 8,05 horas. Le mete duro y parejo, viandita mediante, hasta las 12,15 horas del día siguiente, poco después de haber finalizado "el Operativo, retirándose el personal militar", según reza en el folio 147. Fueron horas muy bien aprovechadas.

No fueron las únicas vividas con tanta intensidad. El personal militar volvería en varias oportunidades a la segunda ciudad de Neuquén, para ponerse a la cabeza de las Fuerzas Conjuntas, en otros tantos raids exitosos: secuestros, depredaciones, atropellos.

Uno de estos episodios, que muchos vecinos recuerdan todavía, consistió en arrasar con la casa del juez de paz, y por poco con el señor juez Ypuche en persona. Ocurrió casi en pleno banquete del 9 de Julio, mientras los militares brindaban en honor de la patria encapuchada.

Fue también en Cutral-Có, en diciembre de 1976, donde las Fuerzas Conjuntas secuestraron a una joven madre, Graciela Romero de Metz, quien meses más tarde daría a luz en "La Escuelita" de Bahía Blanca un niño entregado a uno de los torturadores.

Y fue en Cutral-Có, en la primavera de 1977, donde se cerró la campaña. Fue con el secuestro de los geólogos de YPF Rodolfo Marinoni y Horacio Girardello, últimas víctimas de la represión ilegal en el área 522 de la subzona 52

 

 

 


Nota:

(10) Cf. información sobre la sentencia dictada por el Juzgado Penal N° 2 del Neuquén, en diario "Río Negro" del 02.12.87.

 

 

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