Buscados. Represores del Alto Valle y Neuquén

por Noemí Labrune
 


 

II. El mayor Reinhold parte en campaña de invierno
 

5. La comisaría, centro de operaciones

 

¿Qué fue entre tanto de Carlos Chávez en poder de las Fuerzas Conjuntas? Tal como ocurrió más tarde con el testigo Pedro Maidana, fue introducido en un vehículo militar estacionado en el patio de la comisaría y allí torturado. Quizá durante muchas horas.

Esa noche, desfigurado a golpes, fue llevado en un Falcon hasta el domicilio de Sergio Méndez, y luego depositados ambos en la comisaría:

Sergio Roberto Méndez, casado, albañil, de 48 años, se presenta y dice: "que fue detenido el mismo día que detuvieron a Pedro Maidana y a Tomasevich, en horas de la noche, mientras se disponía a cenar en su casa, cuando golpearon a la puerta y su esposa fue a abrir, encontrándose con dos personas enmascaradas, una con la cara totalmente tapada y la otra con una bufanda que le tapaba la parte inferior de la cara... Que fue apuntado a ambos lados de la cabeza y sacado de la vivienda, lo metieron en un auto que le pareció un Ford Falcon donde se encontraba Carlos Chávez en el asiento trasero, a quien casi no reconoce por lo golpeado que estaba, quien pretendió hablarle pero fue silenciado de un culatazo en la boca. Lo llevaron junto con Chávez hasta la comisaría de Cutral-Có…

En la comisaría había militares, personal de la Policía Federal y se encontraba el comisario..., que allí fue sometido a torturas mediante electricidad con cables, golpes, patadas, caminaban encima de ellos y los tenían siempre con los ojos vendados mientras los interrogaban...

Que fueron transportados en un camión blindado, aparentemente con compartimentos, por la ruta 22 hacia Neuquén... hasta la U9 donde los alojaron en celdas individuales..."
(19)


José Seguel se expresa en forma coincidente, en su declaración ante la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, ratificada en sede judicial:

"El día 14 de junio, fuerzas del Ejército, Policía Federal y otras personas de civil volvieron a allanar mi domicilio, en número aproximado de 25 personas. El allanamiento fue violento, pleno de amenazas, gritos e insultos de todo tenor. Fuimos apuntados con armas de fuego y bayonetas caladas, puestos contra la pared, con la cabeza apoyada en la misma. Así también con dos parientes de la familia, que se encontraban en estado de gravidez. La casa fue revisada minuciosamente.

Terminado el allanamiento fui trasladado en un carro de asalto del Ejército, hasta el Centro de Enseñanza N° 6, al que concurría mi hija Dora, la que una vez identificada fue retirada del establecimiento por las fuerzas de seguridad. Todo esto, con gran despliegue de personal y ostentación de armas.

Al arribar a la comisaría fui separado de mi hija y obligado a colocarme de cara a la pared, separado a unos 50 cm., con las manos sobre la cabeza. En esa misma situación se encontraban ya Pedro Maidana, que quedó a mi derecha, y hacia mi izquierda quedaron ubicados en el siguiente orden: Miguel A. Pincheira, un joven de apellido Almaza, y Carlos Chávez…

Aproximadamente una hora y media después, escuché la voz de Edgardo, mi hijo, inquiriendo noticias de mi persona. Edgardo también fue llevado a la misma dependencia, colocado en igual situación contra la pared, y sometido a malos tratos..."
(20).

 

 


Notas:

(19) Expte. 60/86 C.F.B.B. fs. 44 a 46.

(20) Expte. 73/86 C.F.B.B., fs. 1 a 3.

 

 

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