Buscados. Represores del Alto Valle y Neuquén
por Noemí Labrune
VIII. La
"DOCTRINA" y sus frutos
6. Prisioneros fuera de inventario
Maidana, secuestrado a los 19
años en el operativo de Cutral-Có, permaneció hasta 1981 detenido a disposición
del PEN sin causa ni proceso en diferentes unidades del Servicio Penitenciario
Federal. Inicialmente, había sufrido cautiverio clandestino en "La Escuelita" de
Bahía Blanca. Y fueron quizá los reflejos de supervivencia adquiridos durante
esa primera experiencia los que lo capacitaron para observar sin ver, y para
conservar en su memoria y reproducirlos años después, muchos datos importantes,
que en su momento fueron verificados por la instrucción judicial. Concuerdan,
por otra parte, con las declaraciones vertidas por Rubén Ríos y Norberto Blanco,
chupados en "La Escuelita", en agosto de 1976.
El 9 de agosto de ese año, el sargento Julio OVIEDO retira de la U9 a las 12,25
horas a Pedro Maidana, Edgardo Kristensen y Miguel A. Pincheira; firma el
correspondiente recibo que queda archivado en el legajo de los detenidos, junto
con la orden de entrega, firmada por el "Jefe II de Inteligencia del Comando de
la VI BRIG, mayor Oscar L. REINHOLD". (82)
Al día siguiente, a las 10,20 hs. y cumpliendo iguales requisitos, OVIEDO retira
a Orlando Cancio y Javier Seminario.
Después de un trayecto corto -ruta 22, camino de ripio, tranquera, etc.-, los
cinco habían quedado esposados a las cuchetas de "La Escuelita". Kristensen,
según propio testimonio, por pocos días. Los restantes, hasta el 31 de agosto,
en que vuelven a la cárcel: Maidana ingresa a la U9; Seminario, Cancio y
Pincheira al Penal de General Roca, por orden firmada y sellada por el mismísimo
general José Luis SEXTON.
Los tres últimos, trasladados poco después a la cárcel de Rawson, son retirados
por el mayor REINHOLD, el 4 de noviembre de 1976, fecha en que se pierde su
rastro para siempre.
El calvario sufrido por Miguel Angel Pincheira, desde su secuestro, cinco meses
antes en Cutral-Có, puede seguirse a través de las denuncias, trámites y
gestiones de su esposa, Juanita Aranda:
"Me permitieron visitar a mi esposo en la U9 de Neuquén a partir de mediados de julio. Cuando lo vi por primera vez, Miguel Angel dijo que las primeras declaraciones le fueron tomadas en Bahía Blanca y le hicieron firmar con los ojos vendados, secuestrándole en esa oportunidad su alianza y dinero en efectivo.
En la U9 permaneció tres semanas; a la siguiente, cuando fui a verlo nuevamente, se me comunicó que había sido retirado. Transcurrieron así 14 días. Luego supe que se encontraba en la U5 de General Roca, donde me trasladé el domingo para verlo, pero no me permitieron la visita. A la semana siguiente, día jueves, el mayor FARIAS, a cargo de los detenidos en la VI Brigada de Neuquén, me informó que había sido trasladado a la U6 de Rawson.
El día 10 de octubre viajé a Rawson donde después de dos meses y medio pude verlo a través de un vidrio, y hablar con él por medio de un tubo, una hora por día, desde el 11 al 16 de octubre de 1976.
Cuando vi a mi esposo en Rawson, lo noté muy demacrado y delgado. Su cara señalaba muchas marquitas pequeñas, y aunque ante mí quiso disimular el trato recibido, alcancé a ver marcas pronunciadas en sus brazos, por las cuales yo le pregunté; y me respondió que marcas como esas tenía muchas en el cuerpo.
... Nunca creí que esa sería la última vez que lo vería; tuve que ser muy fuerte para alentar ese mi amor que me negaban acariciar. Apenas vi su rostro y mitad de su cuerpo, ya tan pequeño de tanto sufrimiento.
Se me dijo que el día 4 de noviembre había sido liberado del Poder Ejecutivo libre de culpas y cargo; que se le habían dado los documentos y 2.000 pesos de los que yo le había dejado depositado en Rawson. Hasta la fecha no se ha producido su regreso a nuestro hogar; no puedo explicar su desaparición..." (83)
También de Javier Seminario, queda una imagen lacerante, transmitida por Carlos
Kristensen, detenido como él a disposición del PEN, sin cargo ni proceso:
"Antes de concluir, quiero dejar constancia de una conversación que mantuve en el Penal de Rawson con Javier Seminario, actualmente desaparecido, pocos días antes de que él fuera retirado de esa cárcel, con rumbo desconocido.
Seminario afirmó haber sido conducido hasta un centro clandestino de detención, ubicado a varios kilómetros de la Unidad Penitenciaria N° 9 de Neuquén Capital, donde permaneció aproximadamente quince días a partir de principios de agosto de 1976, siempre con los ojos vendados y esposado a una especie de camastro.
Que en ese lapso fue sometido a numerosas sesiones de tortura y también a interrogatorios, durante los cuales perdía toda noción de tiempo y de espacio, permaneciendo mucho tiempo inconsciente. Agregó que cuando fue devuelto al Penal, esta vez de Gral. Roca, no podía pararse y caminaba en cuatro patas. También debieron enseñarle nuevamente a comer." (84)
Pedro Maidana, por su parte, hace la siguiente observación:
" ... A quienes castigaban más brutalmente, y fueron sacados a sesiones de tortura más veces, fue a Cancio y Seminario..." (85)
La detención de Javier Seminario, joven dirigente vecinal del Barrio Sapere, de
Neuquén Capital, se había producido junto con la de Orlando Cancio en agosto de
1975. ¿Qué datos podían ellos conocer un año después, que no estuvieran ya en
poder del Destacamento de Inteligencia 182?
Sí es evidente, en cambio, en su caso -y en muchos otros-, que las sesiones de
tortura no tenían por objeto la reunión de información. Ni siquiera la
disuasión, puesto que serían asesinados poco tiempo después.
Sólo la venganza por no haber podido degradados. Y el castigo de su ideología y
de su espíritu, a través de suplicios atroces.
La Santa Inquisición, en cambio, hubiera preferido la "purificación" por el
fuego.
"Un
recibo, despreciable papelito"
Fuente: Expte. 48/86 C.F.B.B. fs. 145
(82) Expte. 357/85 J.F.N., fs. 145 y sig. Véase documento
Expte. 48/86 C.F.B.B., fs. 145.
(83) Expte. 66/86 C.F.B.B.
(84) Expte. 30/96 C.F.B.B., fs. 2.
(85) Expte. 28/86.