Autocrítica de la Iglesia
a 20 años de la dictadura militar

Las Dos Iglesias

 

27-4-96-Documento 'autocrítico': "Caminando hacia el tercer milenio" (fragmento)

"...Desde los comienzos de esta tragedia se procuró anunciar, con toda claridad, el Evangelio de la justicia, de la convivencia social y de la reconciliación ... En aquel momento el Episcopado juzgó que debía combinar la firme denuncia de los atropellos con frecuentes gestiones ante la autoridad mediante la Mesa Ejecutiva de la C.E.A, la Comisión encargada de estos asuntos. o la acción individual de los obispos. Se buscaba encontrar soluciones prácticas y evitar males mayores para los detenidos. Hemos de confesar que, lastimosamente se tropezó con actitudes irreductibles de muchas autoridades, que se alzaban como un muro impenetrable. No pocos juzgan que los obispos en aquel momento debieron romper toda relación con las autoridades, pensando que tal ruptura hubiera significado un gesto eficaz para lograr la libertad de los detenidos. Sólo Dios conoce lo que hubiera ocurrido de haberse tomado ese camino. Pero, sin lugar a dudas, todo lo hecho no alcanzó para impedir tanto horror. Sentimos profundamente no haber podido mitigar más el dolor producido por un drama tan grande. Nos solidarizamos con cuantos se sientan lesionados por ello y lamentamos sinceramente la participación de hijos de la Iglesia en la violación de derechos humanos..."

"...Solidarios con nuestro pueblo y con los pecados de todos, imploramos perdón a Dios nuestro Señor por los crímenes cometidos entonces, especialmente por los que tuvieron como protagonistas a hijos de la Iglesia, sean enrolados en la guerrilla revolucionaria, sean los que detentaban el poder del Estado o integraban las fuerzas de seguridad. También por todos los que, deformando la enseñanza de Cristo, instigaron a la violencia guerrillera o a la represión inmoral. Al concluir este examen de conciencia, los obispos, aplicándonos palabras de Pablo VI, pedimos humildemente perdón a Dios, nuestro Señor, por las culpas que se nos puedan imputar. Rogamos también a los hermanos que se sientan ofendidos por nosotros que nos excusen. Por nuestra parte estamos dispuestos a perdonar las ofensas de las que pudo ser objeto la Iglesia..."