Centros Clandestinos de Detención

Informe de la Comisión Bicameral - Tucumán 1974-1983 (Anexo II)

 

18. Testimonio del prisionero que “pasó” 
por distintos campos y posteriormente fue legalizado 
como detenido en el penal de Villa Urquiza. 
La detención-secuestro. Unas horas antes del golpe

 

“... el día 23 de marzo de 1976, siendo las 23,30 horas, irrumpieron en su domicilio de Arcadia, Dpto. Chicligasta, un grupo de hombres que sabe eran militares, pues vestían uniformes verde oliva, esos hombres tenían una tonada aporte{ada que no le llamó la atención pues estaba acostumbrado a que a su domicilio concurrieran militares a buscarlo, pues se desempeñaba en una agrupación titulada “Fuerza Cívico Militar contra la subversión” que dependía directamente del general Acdel Vilas, que para ese entonces era comandante (...) cuando entraron a su domicilio le dijeron “vístase que nos tiene que acompañar”, al preguntar el motivo, un teniente que comandaba el grupo le dijo “que tenía órdenes superiores”, el compareciente manifiesta que no puso ningún reparo en acompañarlos, puesto que suponía que el general Vilas lo hacía llamar como en otras oportunidades...”. 

 


Escuelas y colegios son bases militares de tránsito de detenidos ilegales

“... al salir afuera lo subieron en un camión del Ejército y lo trasladaron a la Escuela de Arcadia, llamada “Pedro León Cornejo” que quedaba aproximadamente a 50 o 100 metros de su casa, en la escuela estuvieron hasta el otro día, 24 de marzo de 1976, que siendo las 5 horas de la madrugada lo sacaron y lo subieron en una camioneta del Ejército, color verde, y lo llevaron hasta el Ingenio Marapa, por ruta 9 hasta un canchón que está situado frente al ingenio, en ese canchón había una multitud de militares que parecían “hormigas verdes”, allí se aproximó el teniente que fuera a su casa a sacarlo y bailaba y cantaba diciendo “ya somos gobierno”, y señalando al dicente “a ese individuo hay que liquidarlo” (...) y lo llevaron a la ciudad de Concepción más precisamente al Colegio Nacional de Concepción (...) preguntó a gritos a una persona que estaba adentro “qué hacemos mi capitán” (...) y lo introdujeron en una pieza donde había varios soldados uniformados con uniforme verde oliva con armas largas (...) lo sentaron en una silla, mientras uno le taba las manos a la espalda otro le vendaba los ojos colocándole previamente algodón y luego se lo apretaron fuertemente alrededor de la cabeza...”.



Camino a San Javier – Bajan detenidos

“... el compareciente sabe que es la ruta 9, pues la recorrió infinidad de veces y conoce todas las lomas, curvas y paso a niveles que hay en la misma; a la altura de San Pablo tomó para el camino en dirección a San Javier, ya en la montaña el camión se detuvo, dio marcha atrás (...) allí bajaron a varias personas, algunos de los cuales pedían que no los maten (...) al llegar de nuevo a la ruta 9 y después de recorrer un corto tramo fue desviado a otro camino que no puede precisar...”.



En un campo que no identificó

“... los bajaron, no sabe en qué lugar (...) y bajaron a un descanso y luego bajaron cuatro escalones más y entraron a un terreno liso que parecía una habitación grande, pues el dicente alcanzó a contar 35 pasos, en ese momento quien lo llevaba le dijo: ‘aquí te vas a quedar’...”.



El aislamiento total. Sólo un número

“... y cayó al suelo mareado, en ese lugar se le hizo el silencio, perdió la noción del tiempo y por varios días no tuvo contacto con ninguna persona, ni tan siquiera para darle de comer o castigarlo, tampoco pudo hablar con los demás detenidos en ese lugar (...) y le pusieron un número tanto en la espalda como en el pecho, cosa que luego supo porque le avisaron que él estaba identificado y debía responder por el número veintiuno...”.



Los interrogatorios

De la mano de la tortura se repiten todos los días.

“... que le pongan ganchos al costado de las sienes, le envolvieron la cabeza con algo que él supone una tela y le aplicaron lo que se llama “picana eléctrica” en la cabeza, hasta que perdió el conocimiento. Cuando reaccionó y el compareciente volvió a contestar que nada sabía “a no ser mi lucha contra la subversión”, entonces le pusieron el caño de un arma larga en el estómago (...) volvieron a torturarlo con picana y volvió a desmayarse (...) al día siguiente lo volvieron a sacar y volvieron a torturar y (...) así en varias oportunidades...”.



Los prisioneros que sacaban y las ráfagas de tiros

“...sacaban a grupos de cinco personas (...) y los llamaban por números pares y luego impares y los llevaban a otro lugar de donde se sentían ráfagas de tiros, de esa gente desconoce si volvían de nuevo...”.



Lo legalizan

“... recién le desataron las manos de atrás y le colocaron una soga de 50 cmts. Entre mano y mano, advirtiéndole que si sacaba la venda le pegaban un tiro, recién y por primera vez le dieron agua (...) luego de varios días lo sacaron de ese lugar y lo llevaron al Penal de Villa Urquiza, lo metieron en una celda individual y ahí le sacaron la venda de los ojos y lo desataron, en ese lugar estuvo 43 días de incomunicación rigurosa, así hasta que le levantaron la incomunicación (...) lo sacaron y lo llevaron a un pabellón donde se encuentran los presos comunes, estuvo en esa situación hasta que lo largaron el día 9 de octubre de 1976, sin documentación de ninguna naturaleza, lo que no pudo recuperar es un anillo de oro de la Virgen de la Reducción...” (Denuncia de Telésforo Barros. Leg. 119-B-84).




Fdo.:

Dr. ALEJANDRO SANGENIS
Diputado Provincial
Presidente Comisión Bicameral

Dr. CARLOS MESCHWUITZ
Senador Provincial
Vice-Presidente Comisión Bicameral

ARTURO SASSI
Diputado Provincial
Secretario Comisión Bicameral

Dr. ARMANDO BAUNALY
Senador Provincial
Comisión Bicameral.

 

 

 

Indice del Informe