Adolescentes
Desaparecidos
La desaparición de jóvenes adolescentes representa el más acabado ejemplo de castigo a las nuevas generaciones. Algunos de los jóvenes secuestrados militaban en la UES, pero muchos otros no tenían militancia política, solamente manifestaban cierta sensibilidad social.
Se reproducen en el secuestro de adolescentes iguales características que en el resto de los secuestros, por la similitud en el número de integrantes del grupo de tareas, vestimentas, portación de armas, despliegue de automóviles, violencia con la víctima y sus familiares, saqueos, etc. Los secuestrados jamás presentaron la calidad de peligrosidad como aludían las fuerzas del estado.
Puede interpretarse el objeto de eass desapariciones como unmedio para evitar la existencia de jóvenes capaces de desarrollar actitudes solidarias y de cambio frente a un mundo plagado de injusticias sociales.
Constituye esta clase de secuestros una aplicación más de la doctrina de la seguridad nacional; de este modo se evitaba el desarrollo de cualquier actividad que conlleve a una visión diferente de la sociedad.
Denuncia de María Mercedes Barrionuevo – Violación a los Derechos Humanos
La Causa 311-B-54 dice:
“... Que viene a denunciar lo ocurrido a fines de 1976... la fecha exacta no la recuerda, ya que por ese entonces sólo contaba con 11 años de edad. Su padre estaba preso por motivos políticos y su madre se hallaba fuera de la casa, trabajando. Serían más o menos las 16.30 horas, cuando un grupo de alrededor de 6 soldados que vestían uniforme de color verde oliva, al mando de un hombre que aún vive en esta ciudad de apellido TREJO (se compromete a averiguar su nombre completo y domicilio actual) ingresaron al domicilio de sus padres sin siquiera llamar a la puerta y sabiendo, cosa que era pública y notoria, que la declarante se encontraba sola. De inmediato los incursorees se dedicaron a efectuar una prolija búsqueda por toda la casa, y ante una pregunta de la declarante sobre qué era lo que estaban haciendo, TREJO le respondió: “queremos saber qué es lo que Uds. tienen aquí”. Dada su corta edad no puede saber si se llevaron algo, pero con el correr del tiempo llegó a comprender que lo ocurrido está dentro de lo que se considera una violación a los derechos humanos, máxime si se tiene en cuenta que la deponente era por ese entonces sólo una criatura y que como ya lo dijo, era de público conocimiento que a esa hora estaba sola en su casa”.
Causa 352 –Corral, Ana Cristina – Desaparición.
“... viene a denunciar el secuestro y posterior desaparición de Ana Cristina Corral, argentina, que únicamente poseía Cédula de Identidad de la Policía de Tucumán... porque a esa fecha, el 8 de junio de 1976, recién tenía 16 años de edad... los hechos sucedieron de la siguiente manera: cursaba el segundo año en el Liceo de Señoritas Remedios Escalada de San Martín. A las dos de la madrugada del día 8 de junio de 1976, cuando todos dormían en la casa, despertaron sobresaltados al advertir la presencia en el interior de la vivienda de un grupo de personas del sexo masculino que vestían uniformes policiales y militares. Posteriormente supo la exponente que esos individuos habían amenazado previamente de muerte a su esposo... para que les abra la puerta y así consiguieron entrar, también se enteró que eran muchos los individuos que habían entrado en la propiedad, tanto por el frente como por los fondos. Ya en el interior de la vivienda obligaron a su esposo a tirarse cuerpo a tierra, apuntándole con un arma larga en la nuca... esos individuos penetraron al dormitorio de sus hijas y ordenándoles se identifiquen proceden a llevarse secuestrada a ANA CRISTINA, que, como dijo, tenía 16 años de edad cumplidos. Los otros aprovecharon la oportunidad para sustraer todo lo que encontraron a mano... De inmediato iniciaron las diligencias para tratar de saber quiénes eran sus captores, por orden de quién y muy especialmente, localizar dónde estaba detenida. Todas las diligencias resultaron negativas, y, en una de esas diigencias entrevistaron al entonces Jefe de Policía, Coronel ZIMMERMAN, quien les pidió la fotografía de su hija, según dijo, para tratar de localizarla entre las mujeres detenidas. No obtuvieron respuestas satisfactorias, pero el día 10 de agosto de 1976, a los dos meses, apareció un artículo en el diario La Gaceta con la fotografía de su hija, la misma que le entregaron al Jefe de Policía, donde se hacía saber a la población de que su hij “faltaba al hogar” desde hacía dos meses y que los padres, en este caso la denunciante y su esposo, habían concurrido a denunciar tal cosa. Todo era mentira, porque no denunciaron que su hija se había ausentado del hogar, sino que fue secuestrada por personal policial y militar y, segundo, no solicitaron ni gestionaron la publicidad periodística. Posteriormente y a consecuencia de una causa penal que se tramita por ante el Juez Federal de Tucumán..., el recién mencionado Coronel Zimmerman, reconoció ser el responsable de dicha publicación. Está segura que esa publicación, en su oportunidad, fue realizada por el Coronel Zimmerman, con la evidente intención de confundir a la opinión pública y tapando o encubriendo el procedimiento realizado en forma conjunta entre policías y militares. Sabe que su hija estuvo detenida y alojada en dependencias de la Jefatura de Policía, por las declaraciones del detenido y posteriormente liberado JUAN MARTÍN, actualmente radicado en España, las que son públicas. Quiere poner en conocimiento que en el término de una semana fueron secuestrados de sus respectivos domicilio, en procedimientos similares, los jóvenes LUIS ADOLFO HOLMQUIST, ENRIQUE RAÚL FERNÁNDEZ y la hija de la deponente, quienes eran amigos entre sí”.
Causa 397 – Romero, Silvana – Detención ilegal
“... que viene a denunciar el secuestro, ilegal detención y posterior encarcelamiento sin derecho a juicio de su hija SILVANA ROMERO, argentina, para ese entonces de 15 años de edad... y cuenta que los hechos sucedieron de la siguiente forma: el 24 de noviembre de 1975, siendo las 24 horas aproximadamente, un grupo armado con armas cortas y largas compuesto por más o menos 30 personas, vistiendo de civil a caras descubiertas, pero con los pañuelos colocados en el cuello como para taparse el rostro. Entre los incursores pudo reconocer a MARCOS f. HIDALGO, al que pudo conocer porque antes el compareciente tenía un taxi.... Al entrar los incursores le preguntaron en dónde estaba su hija, refiriéndose a ...., el dicente les contestó si qué es lo que pasaba, refiriéndose a un civil que aparentemente comandaba el grupo, el que no le contestó, entonces dirigió las mismas palabras a HIDALGO y éste le contestó “esto es un allanamiento” ... Los incursores en la casa procedieron a destrozar la biblioteca del compareciente y demás muebles, además de robarle un reloj y procedieron a detener a su hija, la que fue conducida a la Jefatura de Policía en donde estuvo más o menos diez días, en donde una sola vez una mujer, aparentemente custodia, le pegó una cachetada... luego la llevaron a la escuelita de Famaillá y luego nuevamente a la Jefatura, hace mención que supo que estaba en la Jefatura pues la primera vez que ingresó venía sin los ojos vendados, pero posteriormente, en la Escuelita de Famaillá le vendaron los ojos y le ataron las manos y los pies con alambre... El total de su cautiverio y en calidad de desaparecida estuvo más o menos 17 días ... Un día y sin previo aviso su hija fue trasladada a la cárcel de Concepción. En esa cárcel estuvo más de dos meses... posteriormente fue trasladada a la cárcel de Villa Urquiza ... cuando MARCOS F. HIDALGO se encontraba como Director de esa unidad carcelaria ... intempestivamente una noche fueron sacados varios detenidos y luego de llevarlos al aeropuerto los introdujeron en un avión Hércules de las Fuerzas Armadas y las llevaron a Villa Devoto; acota que las detenidas iban esposadas de una de sus manos y la otra mano libre arriba de la cabeza, en el momento en que hacían ademán de bajar las manos eran castigadas. En Villa Devoto estuvo detenida hasta que por Decreto N° 798 del 10 de abril de 1978, decretan la libertad vigilada, pero recién es conducida a Tucumán el 2 de mayo de 1978, en un avión también de las Fuerzas Armadas, esposada y con una cadena que le aprisionaba las manos al piso del avión. Todo el trayecto del viaje a Tucumán lo hizo con los ojos vendados hasta que llegaron al aeropuerto. Allí se encontraba para recibirla el Teniente Coronel PEDRO NICOLÁS DIAZ GORDILLO, el que luego de una entrevista privada con el compareciente, le dijo “yo creía que era una guerrillera peligrosa pero había sido una criatura” ... hace notar que en la actualidad, tanto su esposa como su hija se encuentran en manos de médicos siquiatras, por los constantes estados depresivos a que esta situación los ha llevado”.
