Caso Ledesma

por Alfredo Sayus y Fabián Domínguez

 

"Nunca me manifestó arrepentimiento"

Orlando Arrúa, que fue pareja cerca dos años (entre el ´91 y el ´93) de Cristina Ledesma -la partera sospechada de haber participado en partos clandestinos durante la dictadura-, dialogó con La Hoja y relató los comentarios que ella le hacía sobre aquella época. De acuerdo a su relato, Ledesma estaría implicada en varios de esos nacimientos en los que se separaba al bebé de su madre, para entregarlos a otras familias.
 

 
- ¿Alguna vez ella le manifestó si tuvo algo que ver con el secuestro de bebés durante la dictadura?

- A través de la relación que tuve con ella me fui enterando de cosas que sucedieron en Campo de Mayo con las mujeres en cautiverio, ya que ella asistía a estas mujeres en los partos y después nunca se sabía el destino que le daban a las criaturas nacidas en ese lugar.

- ¿Ledesma relataba eso sin inmutarse?

- Sí. Ella lo comentaba en las oportunidades en que hablábamos de esos temas. Todo comenzó a raíz de que yo había leído el libro Nunca Más, y a los comentarios que yo le hacía de lo que leía, ella le agregaba datos o desmentía algunas partes de texto. Pero los comentarios de ella eran de que participaba directamente en los partos que se hacían en Campo de Mayo.

- ¿Le confirmó que participaba en partos que no eran legales?

- Sí. Es más, nunca los comentarios que me hizo estuvieron relacionados con la asistencia a partos de esposas de militares. Ella estaba afectada desde hacía años al sector de Maternidad. Incluso cuando fue citada a declarar, recibió asesoramiento de jefes militares en el sentido de qué es lo que tenía que decir en ese momento ante la Justicia.

- ¿Puede calcular que edad tenía Ledesma cuando ingresó en el Hospital Militar de Campo de Mayo?

- No recuerdo exactamente. Lo que sí puedo asegurar es que entró de muy joven al Hospital Militar, creo que fue uno de los primeros trabajos que tuvo y también creo que coincidió con su residencia en el hospital Larcade de San Miguel, donde aun continúa en funciones.

- ¿Cuándo dejó de trabajar en el Hospital Militar?

- Creo que ella pidió retirarse cuando volvió la democracia. Por ese retiro recibió un pago en dinero efectivo y accedió a un plan habitacional en unos edificios que están sobre la avenida Vergara, cerca de Gaona, en Villa Tesei (se trata de los monobloks de la calle Bradley) por aquel entonces partido de Morón. Cuando ella se separó de su primer matrimonio, antes de que yo formalizara nuestra relación, ese departamento que recibió en parte de pago se lo quedó su ex marido.

- ¿Quién era su ex marido?

- Raúl Gandini, que trabajaba haciendo las guardias de los días sábados y domingos en el área administrativa, en el sector de Estadísticas del hospital Larcade, donde se confeccionaban las historias clínicas.

- ¿Ledesma se mantenía en contacto con alguno de los médicos o profesionales con los que había trabajado en el Hospital Militar?

- Eran muy frecuentes sus llamadas con un médico de Hurlingham, el doctor (Roberto) Schinocca, del que ella manifestaba que habían sido compañeros de trabajo en el período en que estuvo en Campo de Mayo. En la época en que vivimos juntos ella no tenía teléfono en su casa, pero se cruzaba a la casa de enfrente desde donde llamaba al doctor Schinocca, porque él le dejaba mensajes para que se comunicara. Desconozco cuál era la relación entre ellos. Tampoco vi que se reunieran en el período que estuve con ella, si lo hicieron yo no participé.

- ¿Entre los años ´91 al ´93, en los que vivió con usted, en qué lugares trabajaba Ledesma?

- En el hospital Larcade y en algunos centros periféricos, dependiendo su gestión de la Región Sanitaria V, porque su trabajo lo realizaba a partir de un programa que se implementó a través de la Provincia. Esto lo recuerdo porque tenía que ir a buscar su cheque (de haberes) a San Isidro (sede de la Región Sanitaria V).

- ¿Recuerda los centros periféricos en los que trabajó?

- Algunos de ellos fueron los de los barrios Alberdi, Sol y Verde, San Ambrosio, 9 de Julio...

- ¿Se acuerda de algún relato que le haya hecho sobre aquellos partos que atendía en el Hospital Militar, que a usted le llamaran la atención?

- En el libro Nunca Más una de las cosas que a mí más me sorprendieron era el tratamiento que le daban a las mujeres, en el sentido de que eran transportadas con los ojos vendados, etc. Yo le preguntaba si era así y ella decía que en la mayoría de los casos era así, e incluso las hacían tener familia atadas a las camillas de parto. Es decir, el trato no era el común que se le puede dispensar a una parturienta en cualquier hospital. Lo que nunca me comentó es si participó de las torturas a las que se sometía a estas mujeres, según se desprende del Nunca Más. Por lo que Ledesma manifestaba ella estaba en el momento en que iban a dar a luz.

- ¿Le contó si ella se encargó de entregar a alguno de esos recién nacidos a alguien?

- Ella decía que se los entregaban a los jefes. No sé quiénes eran los jefes porque nunca los nombró. Sí confesó que los separaban de las madres.

- ¿Alguna vez se mostró arrepentida por haber participado de este tipo de partos?

- No, arrepentimiento nunca. A mí nunca me manifestó arrepentimiento, incluso me dijo que hacía lo que le ordenaban. Qué posibilidad de no acatar órdenes o de quién emanaban esas órdenes no recuerdo que me lo haya dicho. Pero arrepentimiento de parte de ella nunca hubo.


La hija

Ana Carolina Gandini tiene entre 21 y 23 años. Es la hija adoptiva de Cristina Ledesma y Raúl Gandini. De acuerdo al relato de Arrúa nunca quisieron decirle a la chica que era adoptada. Por otra parte, recordó que Ledesma nunca pudo quedar embarazada. Así fue el diálogo con el entrevistado:

- ¿Ledesma reconoció que su hija era adoptada?

- Sí, a mí me lo manifestó

- ¿Carolina lo sabía?

- No.

- ¿Le dijo o le sugirió a usted que Carolina podría llegar a ser hija de una detenida-desaparecida?

- No. Cómo la adoptó nunca lo supe, tampoco tuve la confirmación si fue a través de algún juzgado. Desconozco la procedencia.

- ¿Nunca le preguntó a Ledesma por qué la hija no sabía que era adoptada?

- En algún momento se lo plantee, le dije que a los hijos era preferible decirle que eran adoptados cuando aun son chicos, porque si se enteran cuando son adultos la reacción puede ser distinta. Incluso Ledesma se hacía poner en su documento el mismo grupo sanguíneo de la nena, a los efectos de poder tener elementos de prueba de que se trataba de su hija biológica.

- ¿Qué decía ella ante esos planteos?

- Me decía que la decisión la había tomado en su momento con el papá de la nena y se había acordado no revelarle el secreto. De todas maneras yo no podía tener mucha injerencia en esa determinación.

 

Ficha
Orlando Arrúa

Entre los años 1985 y 1991 se desempeñó en la subsecretaría de Trabajo de General Sarmiento. En el ´91 resultó electo concejal por la UCR para ese distrito, cargo que ocupó hasta fines del ´95. A principios del ´96 retomó su actividad en la ya Secretaría de Trabajo regional San Miguel, actividad que desempeña en la actualidad. Con Cristina Ledesma convivió entre octubre del ´91, hasta el 25 de marzo del ´93 -día del cumpleaños de Ledesma-.


Maternidad clandestina

"No figuraban en registro alguno"
Lo que dijo la partera que tiene una hija ‘adoptada’ en tiempos del Proceso y lo que revela el ‘Libro de nacimientos’.

A fines de agosto de 1986 la obstétrica Cristina Elena Ledesma de Gandini declaró en la causa Bianco ante el juez federal de San Martín, Alberto Daniel Piotti. Por ese entonces vivía en Villa Tesei, una localidad que pertenecía al distrito de Morón. Ingresó al Hospital Militar de Campo de Mayo (HMCM) en enero de 1971 y cuando se produjo el golpe de Estado de 1976 cumplía guardia de 24 horas, de las siete del lunes a las siete del martes.


La metodología

Tuvo oportunidad de participar en partos de mujeres desaparecidas, aunque dice no recordar las fechas según se lo reveló al juez, explicando que "sabía de la existencia de mujeres embarazadas alojadas en epidemiología, por haberle tocado intervenir en dos o tres partos en la sala existente en maternidad para ese fin". Según el testimonio que brindó, la atención del parto siempre lo hizo sola, sin la presencia de ningún médico, y no recuerda si los bebés eran varones o mujeres.

La partera Ledesma reveló que "cuando una embarazada estaba con contracciones avisaban de epidemiología tal circunstancia y entonces se dirigía con la enfermera a buscarla, trayéndola en un sillón de ruedas". 

También recordó que conoció las habitaciones donde estaban alojadas las mujeres, a quienes no vio con los ojos tapados, y que las visitaba allí luego de haber dado a luz. El único médico que la acompañó fue el doctor Julio César Caserotto, y no recordaba haber visto a ningún otro profesional entrando a la sala.

En cuanto a la cuestión administrativa manifestó que "las mujeres no figuraban en registro alguno, siendo lo normal en los demás pacientes que así se hiciera en los libros de maternidad".

Sobre el destino que se le daba a los bebés dijo: "quedaban en nursery si hacía mucho frío, pero en los partos en que me tocó intervenir se llevaron a la madre con el bebé".


El libro de partos

En el libro de nacimientos, secuestrado del HMCM por el juez Alfredo Bustos de San Martín el pasado 3 de diciembre, se lee que Cristina Ledesma atendió 33 partos sin historias clínicas, 18 de ellos sola. La partera que la acompañó en alguna oportunidad fue Gladys Cintas, y los médicos con quienes colaboró en otras ocasiones fueron Batto, Pellerano, Petrillo, Caserotto, Cuttuli, Márzico, Steffani, Raffinetti y Schinocca (con los dos últimos fue con quien atendió más partos de estas características: 5 cada uno).

Curiosamente en el mismo libro se detectan cinco parturientas con el apellido Ledesma. En julio del ‘76 aparece una Ledesma de Quinteros sin historia clínica (quien tuvo una nena de seis meses de embarazo, con 800 gramos, sin especificarse si falleció, hubiera cumplido nueve meses en octubre). En agosto del ‘77 dio a luz una tal Ledesma de Cardozo quien fue atendida por la partera Cristina Ledesma (tuvo una nena de 3,5 kilos). En diciembre del ‘78 aparece el nombre de la misma parturienta pero sin su historia clínica (tiene un varón de 3,1 Kilos). En abril del ‘78 Ledesma de González dio a luz ayudada con fórceps, su historia clínica es ilegible (770??, no se lee qué tuvo). En el mismo mes aparece Ledesma de Sánchez sin historia clínica (una primeriza que habría dado a luz un varón de 3,3 kilos).


Sus relaciones

Un testimonio que prefirió el anonimato dijo que la partera se llevaba mal con el resto de sus pares. "A Cristina Ledesma la vi embarazada, pero no se si tuvo varón o nena, tampoco se si adoptó una nena, dicen que tenía una criatura de soltera, pero de su pancita. Después no se si tuvo otra vez familia o fue un aborto, porque en realidad con Cristina no nos llevábamos bien, era muy rebelde’, dijo una de sus ex compañeras del hospital.

Reveló que "ella tenía que compartir algunas tareas, estando en la planta baja no siempre bajaba las fichas a los libros, llegaba la 1, se iba y dejaba los libros incompletos, como estaban, ni recogía las historias clínicas". 

En cuanto a su relación con el personal jerárquico explicó que "era muy simpática y muy hermosa, muy bonita, por eso era muy cocorita. En el hospital se había hecho querer por el personal superior, porque tenía encanto para relacionarse, y con el personal subalterno no se llevaba bien y además había ciertos temores porque se sabía que ella tenía mucha influencia, con el personal médico principalmente". 



Ficha
La funcionaria de Rico

Hace más de medio siglo que Cristina Elena Ledesma (LC 5.658.146) vio la luz por primera vez, fue en Concordia, provincia de Entre Ríos. Luego se trasladó a La Plata, donde vivió y estudió, para luego casarse con Raúl Osvaldo Gandini. En 1971 entró a trabajar en Campo de Mayo, y durante un tiempo hizo el largo recorrido que separa la ciudad de las diagonales de la guarnición militar.

Luego se mudó a Morón, en Bradley 305, Torre B, piso 8º, departamento C, de la localidad de Villa Tesei, actual municipio de Hurlingham. En tiempos del Proceso adoptó a Ana Carolina, y más tarde se separó de su marido, quien cobra sueldo como empleado del municipio de José C. Paz. Ella actualmente vive en Muñiz, San José 2520, cerca de la casa de un ex senador provincial.

Sus compañeras del HMCM no la recuerdan con cariño, y en el hospital Larcade de San Miguel, donde también trabajó, dicen que adoptó una nena en tiempos del proceso. Aldo Rico la convocó para desempeñarse en la dirección de Acción Social. Cuando La Hoja le solicitó una entrevista dijo que iba a hablar después de declarar ante el juez Adolfo Bagnasco; luego de la declaración dijo que el actual intendente, Oscar Zilocchi, le prohibió dialogar con periodistas. 

No se descarta que el juez que sigue la causa por la apropiación sistemática de bebés la convoque para declarar nuevamente.