8. Carlos Carrera, sub-secretario de Hacienda de Onganía

Tito Martín..., por José Ernesto Schulman

 

 

Durante la decada del 60’ Acindar vivió un proceso de crecimiento y expansión siempre apoyada en los dos sostenes tradicionales: el capital extranjero (especialmente el yankee) y el Estado “benefactor”.   En esos años crea las siguientes empresas:

 

Empresa Socio Actividad
Acinfer Lester Knigh Co. (EE.UU.) Piezas forjadas para el sector Automotor y Ferroviario
Marathon Thyssen (R.F.A.) Aceros especiales
Indape   Aceros alto carbón
Acinplast   Caños de plástico
Armetal Buddy Co. (EE.UU.) Piezas estampadas para el sector automotriz

  

Hemos dicho ya que Somisa fue saboteada desde el mismo momento en que fue concebida. tardando 14 años en ponerse en funciones.  Un estudioso del tema, el Ing. Totah señala: “...precisamente cuando Somiza comienza a producir arrabio y acero, en lugar de ayudar a su pronta expansión se permite a la iniciativa privada aspirar a su dominio del mercado.  La ulterior expansión a cuatro millones de toneladas fue negada a Somiza para confiar en los planes de integración de Acindar y Propulsora Siderúrgica, autorizados en 1967, el primero debió ser anulado en 1968 ante las condiciones les ivas para el país con que Acindar pactó la intervención de la Steel Co.de los EE. UU.” (24) ¿Recuerdan? La misma que le había comprado el 10% de las acciones en 1948 por asesoramiento técnico.

Y un ex secretario de Ongania, el Dr. Roth comenta: “No había en el país empresa que hubiese recibido mejor protección arancelaria, ni más aportes y crédito estatal.  La contribución del Estado tenía por destino la construcción de un alto horno a lo cual se había obligado la empresa una decada antes.  El  Plan Siderúrgico incluía un millón de toneladas que produciría Acindar en sus previsiones”  Y sigue: “Acindar había postergado de año en año la construcción del alto horno, mientras estaba exenta de impuestos que su competencia pagaba, prácticamente por lo que iba a construir.  FABRICACIONES MILITARES, a cargo del cumplimiento del PLAN SIDERURGICO, no tuvo más remedio que emplazarla a definir su programa de construcción y financiamiento” “La contestación de Acindar fue un plan que prácticamente transfería la empresa a la U. S. STEEL CO., la empresa siderúrgica más importante de los EE. UU.  El país había invertido sumas enormes durante una decada para terminar financiando la radicación de una empresa extranjera, cuando el objetivo del PLAN SIDERURGICO era producir con empresas nacionales.”

“Como no se podía esperar diez años más para que la empresa se decidiera a asumir sus obligaciones incumplidas, no quedaba más remedio que suprimirla del PLAN SIDERURGICO circunstancia que la dejaría en la quiebra, al determinar la necesidad de devolver los importes del Estado”.  Y completa , “en ese caso no hubo más remedio que consolidar la deuda de la empresa con el Estado -la inflación se había encargado de pagarla- y llenar el claro que dejaba en la producción de acero con una expansión de la empresa estatal Somisa”.  (25)

El salvataje se efectiviza con el nombramiento de uno de los directores de Acindar, Carlos Carrera como subsecretario de hacienda de Onganía el 10 de marzo de 1969 produciendo con su nombramiento una venta fantástica de acciones: 80.000 acciones en un día (14/3/69) a un precio de 75 pesos la acción en vez de los 52 pesos de los primeros días de enero.

Durante todos esos años Acindar se beneficiaba no solo de las exenciones más arriba descriptas, también del precio subsidiado con que Somiza le vendía la palanquilla.  Un estudio de Lozano, Basualdo y Fuks (26) demuestra que entre 1970 y 1975 Acindar le pagó a Somiza 100 millones de dólares menos de lo que se cotizaba la palanquilla en el mercado.

El siguiente gráfico muestra la diferencia entre el precio que Acindar le pagaba a Somiza y el precio del mercado entre 1970 y 1975:

En medio de la pelea había muerto el Ing. Acevedo en 1968; lo reemplazó su yerno, un entonces ignoto doctor en economía de nombre  José Alfredo Martínez de Hoz. 

Cuando finalmente, en 1978, Acindar puso en marcha su planta integrada complementando la fundición con la fabricación de acero y de la laminación, clavó un puñal en la rentabilidad de quien la había sostenido y subsidiado por años. 

Somisa que había ampliado su producción a causa del incumplimiento por parte de la siderúrgica privada de sus compromisos siempre postergados de poner en marcha la Planta Integrada, comenzó a partir de ahí a tener una sobreproducción relativa que no podía colocar.

Más aún cuando, por efecto del proceso de absorciones que realizó en 1981 Acindar se quedó con Santa Rosa, con Gurmendi y con Genaro Grasso y fue sustituyendo a Somisa en la provisión de hierro fundido y cerrando plantas como lo analizaremos más adelante.

En 1974 Acindar había comprado nada menos que el 54.78% de la producción de palanquilla de Somiza, Gurmendi el 10.25% y Santa Rosa el 6.13%.

 

En una comunicación interna del 6/8/81, el presidente de la empresa, el “temible” zorro del desierto, el General Alcides López Aufranc se quejaba cínicamente de este modo: “en la plaza la recesión se ha profundizado, disminuyen las ventas y enfrentamos una competencia desleal de las empresas estatales productoras de material siderúrgico, desde hace años se expanden a costas de la industria privada y llegado a este punto, Acindar se ha visto obligada a denunciar esta competencia desleal a las autoridades”. (27)

El general quería cortar las compras de palanquilla de Gurmendi. Fingía no conocer que tenía firmado un contrato con Somisa de provisión hasta mayo de 1984 que no podía violar como quería. 

Pero si el General no era valiente, sí que era paciente.     

Y no faltaba tanto para que el sueño de Savio terminara del modo tan amentable como terminó. Entregada por monedas al capital privado por un “sindicalista” como Triaca y “defendida” por otro “sindicalista”, Naldo Brunelli que por esos años comenzaba su carrera como delegado interventor de Rucci en San Nicolas, la privatización de Somiza representó una de las satisfacciones mayores que los dueños de Acindar podían tener.

        

 


Notas

(24) Revista Realidad Económica Nº 17.

(25) Citado por Rogelio García Lupo en "Dictaduras y Monopolios"

(26) "El conflicto de Villa constitución". Eduardo Basualdo, Claudio Lozano y Miguel Angel Fuks página 18.

(27) Documento original del archivo personal del autor.

 

 

 

  

 

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