Denuncia

Informe de fusilamientos en el UP 1 - Córdoba, Marzo de 1977

 
 

La población del penal era antes del 24 de marzo de 200 presos políticos, llegando a 1000 luego del mismo. El crecimiento se da en los dos primeros meses, siendo cada vez mayor en los meses siguientes. Las fuerzas militares que intervienen en el control del penal son la Brigada Aerotransportada del Ejército y la Gendarmería. El oficial que está a cargo y en contacto con nosotros tiene el grado de teniente. Estas fuerzas actúan alternativamente en el penal. EI servicio penitenciario se mantiene subordinado y cómplice de Ias FF. AA. Entre los diez y quince días posteriores al golpe, el Ejército ingresa al penal y realiza una violenta requisa sacando a todas las presas políticas a un patio, totalmente desnudas, y el personal masculino se encarga de requisa individual. Les son quitadas la totalidad de sus pertenencias, dejándoles la ropa indispensable (de verano). De ahí en más las requisas se suceden cada quince días aumentando su carácter vejatorio (tactos vaginales y anales, en general realizados por la suboficialidad). La comunicación con el exterior se corta totalmente. O sea: todos los beneficios que tenían antes del golpe son anulados; correspondencia, visitas, diarios y revistas, radios. Las detenidas deben permanecer la casi totalidad del tiempo solas y encerradas en sus celdas. Estas no cuentan con instalaciones sanitarias, viéndose obligadas a hacer sus necesidades en ellas y pasar largas horas sin beber ningún liquido. Sólo se les saca en las horas de las comidas, donde deben realizar además su higiene personal y la de las celdas. También les fue cortado el pelo en forma ridícula, premeditadamente. El trato en general es constantemente intimidatorio y humillante; se manifiesta a través de continuos "bailes" y todo tipo de brutalidades. Estos "bailes" consisten en ejercicios duros (carreras, cuerpo a tierra, salto de rana, arrastrarse por el barro), siendo obligadas a participar aun las detenidas de edad y las embarazadas. EI tiempo de estos "bailes" es excesivo y lo realizan varias veces por día y a cualquier hora. Las detenidas son sancionadas cuando el "instructor" (un teniente) considera que no lo hacen bien. Las sanciones consisten en el aislamiento total en calabozos durante veinte días o más. Además, con castigos físicos, corno estaqueadas desnudas en el patio, expuestas a temperaturas muy bajas. Uno de estos casos con las consecuencias más graves es el de un detenido, que el 14 de julio de 1976 (pleno invierno) es estaqueado en el patio que da a las celdas de mujeres, siendo ellas testigos de la tortura. El compañero llega desnudo y ya muy golpeado; lo colocan a las catorce horas y lo retiraran a las veintidós horas en cuyo transcurso se le tira agua fría en la cabeza, con la baja temperatura reinante su cuerpo se va congelando, lo que le provoca la muerte. El ensañamiento no cesa en ningún momento, siendo constantes los gritos de dolor. Otro de los hechos graves y consecuentes de sanciones es cuando en uno de los "bailes" el teniente a cargo, ante un error de un compañero en una orden lo asesina en el acto en presencia de los demás compañeros. Este hecho fue tergiversado por la Prensa. Otro aspecto del trato intimidatorio es la tortura psicológica a que son sometidos los compañeros, los continuos interrogatorios con apremios y torturas de la actividad dentro o fuera del penal, las causas, etc. Es común que de noche se nos hiciera preparar para sacarnos y se nos trasladaba a otra celda. También son continuos los intentos de violaciones por parte de la suboficialidad. así llegan a un grado extremo de impunidad en el que seis compañeras son asesinadas: ellas son Fidelman, Rosetti de Arqueola y Abdón. A una de ellas, que había sido sacada en un interrogatorio, se le hace saber que hay una lista de compañeros que van a ser fusilados. Es de destacar que las condiciones de los presos varones son peores que las nuestras, con niveles mayores de desnutrición y de castigo, lo muestra el hecho de que son más de 30 los fusilados. Las detenidas son trasladadas en camiones del Ejército atadas con cables y vendadas, a cuyo paso por la ciudad se corre el toldo del camión y son mostradas a la población. Durante el trayecto son constantemente maltratadas como en el caso de una compañera a la que después de defecarse le pasó los excrementos por la cara. Después del golpe fueron sacados los niños y no se les permitió su atención hasta que fueron retirados por los familiares. Cuando se solicita atención médica se traslada a la enfermería con "baile" y custodia militar.


Presos Políticos del Penal de Córdoba.
(Publicado en España en marzo de 1977,
en base al informe sacado de la UP 1- Córdoba
 en julio de 1976).


 

Indice del Informe