Miércoles 2 de Junio de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

El ex rector de la UNLP admitió vínculos con la represión ilegal
Declaró en la causa Mariani y afirmó que asumió en el Rectorado “con la revolución de 1976”. Un obispo aseguró que no recordaba el caso ni la entrevista que mantuvo con la denunciante. Y varios represores involucrados en el operativo de secuestro se negaron a declarar.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- “Tenía una fluida relación con las autoridades militares y el jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires Ramón Camps”, afirmó ante la Cámara Federal el ex rector de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) durante la última dictadura, Guillermo Gallo. 

La Cámara citó a Gallo en el marco de la investigación por el asesinato de Diana Teruggi y Daniel Mariani, y la desaparición de su hija, Anahí Mariani, porque el ex rector había realizado gestiones en la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires a pedido de Mario Teruggi, el padre de Diana. 

El 24 de noviembre de 1976, la casa del matrimonio Mariani fue rodeada por las fuerzas de seguridad, que balearon y saquearon la vivienda de calle 30 entre 55 y 56, en un operativo que duró cuatro horas. En ese episodio murió Diana y tres compañeros de militancia, mientras que Daniel logró salvarse porque no se encontraba en su domicilio y la beba fue sustraída de la casa por personal policial, según contó la denunciante del caso María Isabel Chorobik de Mariani, madre de Daniel. 

Según Gallo, Mario Teruggi —al que conocía— le pidió que averiguara qué había pasado con Diana, Daniel y Anahí. “Llamé por teléfono a la secretaría privada de la Jefatura de Policía y me dijeron que en un enfrentamiento había fallecido Daniel Mariani, su esposa y su hija”, afirmó Gallo ante el Tribunal. Y agregó: “Posteriormente me encontré con Camps y me lo confirmó”. El ex rector no aportó más datos. 

Preguntado por si era común que familiares de estudiantes desaparecidos hicieran gestiones ante el rectorado o los decanatos de la Universidad para averiguar el paradero de sus seres queridos, Gallo dijo que esos trámites “eran comunes”. 

Gallo fue consultado sobre si recordaba más casos de estudiantes desaparecidos en los que él hubiera intervenido y sólo recordó el de un estudiante de apellido Villarreal que fue liberado al poco tiempo. “Pueden haber ocurrido otros casos, pero no los recuerdo”, manifestó. 

Ante la pregunta del abogado Jaime Glüzmann, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata, sobre la fecha en la que asumió como presidente de la UNLP, Gallo respondió: “A partir del año 1976, con la revolución (sic). Y permanecí hasta fines del ’83, cuando renuncié”. 

Ex decano

En la audiencia de hoy también declaró el ex decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP durante la última dictadura, Alfredo Ves Lozada, con quien también tuvo contactos el padre de Diana. 

“Me llamó Mario Teruggi para decirme que le habían informado que su nieta había sobrevivido al enfrentamiento, y para ver si yo podía averiguar qué había pasado con ella”, sostuvo Ves Lozada ante la Cámara. 

El ex decano manifestó que encargó las averiguaciones al secretario académico, Eduardo Pena, a quien le dijeron en la Jefatura que en la casa “no había quedado nadie vivo” 

Asimismo Ves Lozada afirmó que, excepto este caso, “no recibí pedidos de averiguación por otros estudiantes”. 

El ex funcionario de la Universidad también fue consultado por el caso de Antonio Bettini, profesor en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, que fue dejado cesante por no justificar las faltas al trabajo, ya que había sido detenido y aun está desaparecido. Como la facultad de dejar cesante al personal la tiene un decano, el Tribunal pidió a Ves Lozada que explique la situación: “No creo que lo haya declarado cesante, no lo recuerdo”, contestó. 


“No lo recuerdo” 

Ante la Cámara Federal declaró, también en la causa Mariani, Monseñor José María Montes, actual obispo emérito de Chascomús. 

Montes era obispo auxiliar de La Plata y párroco en la Catedral de esta ciudad durante la última dictadura y María Isabel Chorobik de Mariani fue a verlo durante la dictadura: “Me dijo que dejara de molestar a la gente que tiene la nena porque ella estaba bien y porque ponía a esa gente en peligro, y que lo único que podía hacer era rezar. Después me echó”, relató la madre de Daniel Mariani ante el Tribunal el 7 de abril. 

Por su parte, Montes declaró hoy que no recordaba haber tenido un encuentro con Chorobik. “Muchas personas iban a verme por desaparecidos. Es posible que haya hablado con Mariani pero no recuerdo”, manifestó el sacerdote.

Según Chorobik, el obispo Montes le dijo que dejara de molestar a la gente que tiene la nena y que lo único que podía hacer era rezar

Asimismo, Montes afirmó que no tenía vínculos con autoridades militares que le pudieran aportar datos sobre desaparecidos y que de este tema “no hablaba” con otros religiosos. 

Ante la contradicción entre el obispo y Chorobik de Mariani, su representante legal Sara Cánepa, pidió un careo que el Tribunal concedió por mayoría. 
En su exposición la testigo recordó que monseñor Montes se acordaba de sus familiares cuando la recibió en la Catedral, y que en esa oportunidad dijo: “Cómo no me voy a acordar, si yo los casé”. Además, señaló que en un encuentro que tuve con el prelado en su casa, hace cuatro meses, le mostró fotos de Diana y que la recordó. “Parece que se ha olvidado otra vez”, señaló Chorobik. 

Por su parte, Montes dijo que no recordaba nada. La testigo le siguió nombrando circunstancias del casamiento de su hijo, en el que incluso se bautizó a Diana Mariani. “Son muchos los bautismos de adultos”, replicó el sacerdote. 


Represores se negaron a declarar 

Para hoy estaban citados varios policías que participaron en el operativo ilegal que terminó con la vida de Diana Mariani y la desaparición de su hija Anahí. Todos los represores se negaron a declarar: 

María Isabel Chorobik de Mariani es la testigo que denunció al ahora intendente de Escobar, Luis Patti, como uno de los integrantes de “la patota” que hizo un allanamiento ilegal en su casa. Al terminar las audiencias de hoy, dijo a la prensa: “Me voy muy desanimada, me da vergüenza todo esto. Pero mañana voy a estar con fuerzas para seguir luchando”. 

  

 

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