Miércoles 6 de Octubre de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Un secuestro "por equivocación" le arruinó la vida
Un ex detenido contó que reconoció a su secuestrador y torturador. La represión le dejó serios problemas físicos y psíquicos. "Lo que me pasa a mí es producto del daño moral", afirmó. En tanto, mediante una carta abierta, los organismos de derechos humanos pidieron el procesamiento de Etchecolatz.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- "Me arruinaron la vida". La frase pertenece a Julio César Cámara, un ex detenido que declaró hoy en el Juicio por la Verdad y que mantiene en su mente el recuerdo vivo de la tortura y la humillación a la que lo sometieron las Fuerzas de Seguridad durante la última dictadura.

Un día de noviembre o diciembre de 1977 —el testigo no recordó la fecha exacta de su secuestro—, un grupo de policías y civiles irrumpió en la casa de Cámara cuando dormía junto a su mujer y se lo llevó. "Me pegaron con un arma en la cabeza, me cubrieron con el mantel de la mesa y me metieron en el baúl de un auto", afirmó el testigo, que no pudo precisar dónde estuvo detenido: "Creo que en la comisaría de Punta Lara o en la comisaría 5º" de La Plata, dijo Cámara. 

Además contó que fue torturado con picana, atado sobre una cama, mientras los represores le hacían un interrogatorio. "¿Yo qué iba a hablar?. No sabía nada de nada", expresó Cámara ante el Tribunal.

También manifestó que pudo reconocer a uno de sus secuestradores y torturadores a quien identificó como Ricardo "Ricky" Gon, una persona que, según Cámara, no pertenecía a ninguna fuerza de seguridad y tenía un taxi. 

Asimismo, sostuvo que durante las sesiones de tortura los represores le decían que habían matado "a un montón de gente". Cámara señaló que le ataron un cable en un dedo del pie derecho: "Mi cuerpo temblaba de arriba hacia abajo, no puedo explicar el dolor que sentí", afirmó indignado. 

El testigo permaneció secuestrado en ese lugar durante dos días, tiempo tras el que un oficial le informó que su detención ilegal "fue una equivocación". 

Cámara, muy deteriorado físicamente y con una sordera que llevó al presidente del Tribunal, Alberto Durán, a sentarse a su lado para poder formularle las preguntas, sostuvo que "todo lo que me pasa a mí es producto del daño moral. A mí me arruinaron la vida". Y, a continuación, agregó: "La Obediencia Debida y el Punto Final no me entran en la cabeza. Los asesinos están al lado mío. Acá alguien tiene que pagar".

Julio César Cámara era vendedor ambulante y este episodio cambió su vida. "Ahora trabajo cuando tengo fuerza", expresó, al tiempo que añadió: "Si me mataban me hacían un favor, porque ahora soy una farmacia ambulante". Así, hizo referencia a los medicamentos que toma diariamente para llevar una vida tranquila.




Sin rastros


Por otro lado, declaró Jorge Boulocq, hermano de la desaparecida Susana Boulocq, secuestrada junto a su esposo Abel Concetti de su casa de calle 56 entre 20 y 21, de esta ciudad.

Boulocq dijo que el hecho ocurrió en la madrugada del 22 de mayo de 1977, y que una empleada doméstica fue testigo de la detención ilegal de la pareja.

Señaló que nunca supo del destino del matrimonio.

No obstante, el testigo aportó una versión que le dio su suegro: la pareja habría sido llevada al Regimiento de Campo de Mayo y asesinada al día siguiente de su secuestro. Boulocq dijo que ese dato se lo dio a su suegro un coronel de apellido Sanserini, quien trabajaba en la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.




Escaso aporte de un policía 


El policía jubilado Juan José Fava también declaró hoy en la causa por el asesinato de Carlos López Mateos y la desaparición de su madre Nelly Mateos y su hermana Elsa Noemí López Mateos, secuestradas en un operativo realizado en su casa el 12 de noviembre de 1976. Poco más de un mes después, el 18 de diciembre, Carlos fue asesinado.

Fava fue vecino de la familia y en esa época "era ayudante o subinspector en la Dirección de Investigaciones o de Seguridad" de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, según afirmó hoy ante el Tribunal.

Durante su declaración, el ex policía sostuvo que ni él ni su familia vieron el operativo que secuestró a las dos mujeres —su casa era lindera a la de los López Mateos— pero que "por comentarios de vecinos" supo que "se llevaron a 'Mimí' (Elsa Noemí) y a su madre. Después vino un camión y se llevaron todo" lo que había en la casa.

Además, Fava sostuvo que la familia López Mateos nunca le pidió que averiguara por el caso, teniendo en cuenta su condición de policía, y que nunca supo nada del destino de las víctimas. Sin embargo, Luis López Mateos —hermano Elsa y Carlos e hijo de Nelly—, declaró hace dos semanas que por intermedio de Fava supo que su madre y su hermana fueron llevadas al Regimiento 7 de Infantería en camiones del Ejército.

Cuatro días más tarde del asesinato de Carlos, las Fuerzas de Seguridad secuestraron a su esposa, Silvia Isabella Valenzi, embarazada de cinco meses. Según relató su hermana en el Juicio por la Verdad, en mayo pasado, Silvia estaba detenida en el centro clandestino conocido como "Pozo de Quilmes" y fue trasladada al hospital municipal de esa localidad por el ex médico policial Jorge Bergés, para dar a luz. 

Hoy, la abogada de la APDH La Plata, Marta Vedio, preguntó a Fava si trabajó alguna vez con Bergés. Recibió un rotundo "no" como respuesta. 




Carta abierta


En otro orden, circuló hoy una carta abierta a los jueces de la Cámara Federal de La Plata, en la que se pide a los camaristas el "procesamiento" del ex Director de Investigaciones de la Policía, Miguel Osvaldo Etchecolatz y la "continuidad de las audiencias" orales y públicas del Juicio por la Verdad.

La misiva está firmada por Abuelas de Plaza de Mayo filial La Plata, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata, la Asociación de ex Detenidos-desaparecidos, Familiares de Detenidos-desaparecidos y Madres de Plaza de Mayo de La Plata.

Los organismos expresaron a través de la carta que el Juicio por la Verdad "ha puesto en evidencia la existencia de una cantidad contundente de pruebas y testimonios sobre el genocidio y el terrorismo de Estado".

El pedido de procesamiento contra Etchecolatz es consecuencia de un escrito presentado el jueves pasado por el juez Leopoldo Schiffrin, en el que solicita a sus colegas que el ex represor sea citado a prestar declaración indagatoria.
 

  

 

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