Miércoles 8 de Septiembre de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Fue a un Centro Clandestino a rescatar a su hermano
Un policía que ingresó a un CCD -la comisaría 5°- a rescatar a su hermano. "Lo subí al auto y me lo llevé", contó. Después, un operativo recapturó a la víctima. También declaró una Abuela de Plaza de Mayo que recuperó los restos de su hija.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Un ex policía relató hoy ante la Cámara Federal de La Plata que rescató a su hermano de un centro clandestino de detención, en una acción que finalmente se frustró ya que el joven está desaparecido.

"Lo subí al auto y me lo llevé", contó Leopoldo Campano que hizo con su hermano Pedro, quien fue secuestrado el 23 o 24 de febrero de 1977 en La Plata y que permanecía ilegalmente detenido en la comisaría 5° de esta capital.

Campano contó que por esa fecha prestaba servicios como cabo en la seccional 4° de Policía, y que se enteró del secuestro de Pedro y, además, de su hermana Norma, una odontóloga que fue secuestrada en su consultorio junto a un grupo de personas que todavía están desaparecidas.

El ex policía señaló que al enterarse donde estaba Pedro, fue a la comisaría 5° con otras personas con el fin de buscar a su hermano, en horas de la noche. "Yo como policía sabía lo que pasaba en el país, que desaparecía gente", expresó Campano.

El testigo relató que al llegar a la dependencia policial vio a su hermano en un pasillo cercano a los calabozos, con las manos atadas en la espalda y los ojos vendados. Y dijo que se fue con él sin que haya resistencia por parte del personal de la comisaría.

Campano explicó que "el 90% de la gente de la (comisaría) 5° me conocía", y que no le comunicó a nadie la decisión de llevarse a su hermano. "Se armó un poco de revuelo, pero nadie me puso trabas", manifestó.

Luego de "rescatar" a Pedro del centro clandestino, Campano lo llevó a la comisaría en donde él trabajaba -la seccional cuarta - y lo dejó allí. Según relató ante la Cámara, el lugar se llenó de policías y militares, que rodearon la manzana con el objetivo de "controlar" la irregular situación.

Advirtiendo esto, Leopoldo Campano se retiró de la comisaría sin ser descubierto ya que -según dijo- "nadie me conocía". "Me fui caminando despacito, esperando que me pegaran un tiro", añadió. El testigo señaló que a partir de ese momento no supo qué pasó con su hermano.

Días después se reunió con el comisario de la 4°, de apellido Quartucci, a quien fue a ver para explicarle lo sucedido. Campano relató que al rato de comenzar la reunión se hizo presente en el lugar un grupo de personas que lo insultó y lo amenazó: "Te doy veinticuatro horas para que desaparezcas.

Estoy capacitado para matarte acá o en cualquier lado", dijo Campano que le manifestó un integrante de ese grupo. El testigo comentó que entonces decidió irse de La Plata, a donde volvió después de varios años.

La historia de este "rescate" tiene algunos puntos no muy claros. Leopoldo Campano relató a los jueces de la Cámara que llevó a su hermano a la comisaría 4° porque "el lugar en donde fue secuestrado correspondía a la jurisdicción de esa seccional" (en 33 entre 24 y 25 de esta ciudad). Cuando uno de los camaristas le preguntó si privilegiaba su servicio policial antes que la cuestión humanitaria (la de salvar a su hermano), el ex policía expresó: "No, si no íbamos a ser tres los desaparecidos", contando a su hermana Norma, de quien no tuvo más datos.

En tanto, interrogado acerca de los nombres de los policías que intervinieron en el secuestro de sus dos hermanos, Campano manifestó que "por comentarios" supo que participó personal de la Unidad Regional. "Entre ellos estaba Manuel 'Manolo' Aguiar, un tal "Carlitos" y otro que creo que trabaja (actualmente) en la Legislatura Provincial", al que identificó más tarde con el apellido "Rotella". Según el ex policía, Aguiar "torturaba en Ringuelet y por hechos comunes, no por la 'subversión', porque esto lo hacía de antes" de la dictadura.

Por otro lado, el testigo también señaló, que "sabía qué pasaba con los desaparecidos (...) La palabra 'boleta' era común". Además, dijo que conocía que en la comisaría 5°, en donde estaba secuestrado su hermano, había detenidos ilegales, es decir, que allí funcionaba un centro clandestino de detención. Y agregó, más tarde: "La vida de las personas no valía nada".

También dijo que la comisaría 5° de La Plata era "un lugar de paso" de las personas detenidas ilegalmente. "Las cosas peores estaban en la 8°, que como tenía un edificio nuevo poseía mejores medidas de seguridad, como calabozos bajo tierra", reveló.




Centro clandestino en Infantería


La historia de Campano como policía tiene un antecedente muy curioso: el testigo admitió que un día antes del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, concurrió a la sede de la Guardia de Infantería de la Policía provincial, en 1 entre 59 y 60, junto con policías de otras comisarías de La Plata y del Gran Buenos Aires. Señaló que desde ese día, comenzó a trabajar en grupo, junto a otros oficiales, en hacer lo que definió como "citaciones".

"Nos encomendaron citar gente y nos dijeron que si no querían ir que los llevarámos igual", señaló Campano, y agregó en otro tramo de su declaración: "no se usaba orden de allanamiento. En aquella época, incluso, se entraba rompiendo la puerta". El ex policía negó recordar a qué personas llevó ya que, según dijo, "no manejaba papeles".

También relató que en la sede de la Guardia de Infantería había muchas "áreas restringidas" y que una vez entró a una de ellas y se encontró en un galpón en donde había personas tiradas en colchones, desnudas y esposadas.

"Había 80 o 100", dijo el ex policía, y señaló también que cuando alguien descubrió que había entrado, lo echaron del lugar. Leopoldo Campano dijo que "ahí estaba el Ejército", y que a ese lugar lo comandaba "un coronel o capitán (de apellido) Del Río".




La llevaron a la ESMA a parir


En otro orden, declaró Jorgelina Pereyra de Azarri, una abuela de Plaza de Mayo que sufrió el secuestro de su hija Liliana y del novio de ésta, Eduardo Cagnola.

Liliana Azarri y su pareja fueron secuestrados en una pensión de Mar del Plata el 5 de octubre de 1977. Según contó la madre de la joven hoy ante el Tribunal, la pareja fue llevada a la Escuela de Buzos Tácticos en donde Liliana fue torturada.

La joven estaba embarazada y fue llevada a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Según Sara Solano Satinsky, una partera de ese centro clandestino, Liliana dio a luz un bebé el 26 de febrero de 1978. La madre estuvo diez días con su hijo, hasta que el prefecto Héctor Fébres se lo quitó. "Esta persona se jactaba de tener una 'nursery' en la ESMA", relató la abuela del chico que permanece desaparecido y que hoy tendría 21 años.

La testigo relató que por la madre de un desaparecido se enteró que los restos de su hija estaban enterrados en una tumba NN en el Cementerio Parque de Mar del Plata. Se realizó la exhumación, y se determinó que los restos pertenecían a Liliana Azarri. Según un certificado de defunción que consiguió su madre, Liliana fue fusilada de un disparo en la cabeza hecho desde un metro de distancia, en Barranca de los Lobos, un paraje ubicado a 15 kilómetros de Mar del Plata.




Jueces y abogados participantes de la audiencia


De las audiencias de hoy participaron los jueces Antonio Pacilio, Carlos Nogueira y Leopoldo Schiffrin, los abogados de la APDH La Plata Jaime Gluzmann y Hernán Gómez, y por la Asociación de Ex Detenidos-desaparecidos, Flavia Fernández Blose.
 

  

 

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