Miércoles 11 de Agosto de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Falso testimonio de un policía
La Cámara Federal denunció a un policía por falso testimonio. Incurrió en numerosas contradicciones y ahora el fiscal deberá radicar la denuncia en un juzgado de primera instancia. También se realizó una inspección ocular en la ex Jefatura de Policía. Y declaró una mujer por la desaparición de su marido.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- La Cámara Federal de esta ciudad denunció al sargento primero José Luis Luise al considerar que el policía incurrió en falso testimonio en la declaración que brindó hoy, en el marco del Juicio por la Verdad. La denuncia fue realizada ante el fiscal general, Julio Amancio Piaggio, quien deberá radicarla ante un juzgado federal de primera instancia. Luise declaró que prestó funciones de marzo a octubre de 1976 en la comisaría 5º de La Plata, donde funcionó un centro clandestino de detención (CCD) durante la última dictadura. Hoy declaró ante la Cámara y contó que en aquel momento era un aspirante a policía que desarrollaba tareas de limpieza. Sin embargo, según el informe que requirió el Tribunal al ex ministro de Justicia y Seguridad, León Arslanian, Luise fue agente y trabajó hasta agosto de 1977 en la 5°. 

Durante su testimonio, Luise incurrió en numerosas contradicciones y hasta negó recordar el nombre de sus compañeros de trabajo. En más de una oportunidad los jueces le preguntaron si vio dentro de la comisaría a personal de la Marina o del Ejército, y el testigo respondió que no, lo que se opone con testimonios de ex detenidos que vieron oficiales de otras fuerzas dentro de la dependencia.

Otra de las fórmulas más empleadas por Luise para evadir las preguntas fue la frase: "No lo recuerdo", la que empleó cuando le preguntaron si todos los detenidos eran tratados de la misma forma. O en el momento en que el presidente del Tribunal, Antonio Pacilio, le nombró los apodos de varios oficiales encargados de torturar a los detenidos. También dijo que no recordaba cuando le preguntaron si había mujeres embarazadas que estuvieran detenidas.

Asimismo, Luise manifestó que nunca escuchó "gritos desgarradores". Varios testigos que ya declararon en el Juicio por la Verdad coincidieron en que la comisaría 5º era un centro de tortura. Además, el camarista Leopoldo Schiffrin dijo durante la audiencia que es un "hecho notorio y manifiesto" que existía un CCD en esa dependencia. Según la doctrina, el "hecho notorio" es aquel que no necesita probarse.

Por otra parte, en su relato Luise habló de detenidos a los que calificó de "comunes". Esto dio pie para que los jueces preguntaran si había dos clases de presos. "No, no recuerdo", fue la respuesta que ofreció el policía. 

Además, al principio de su declaración, el policía expresó que su tarea se limitaba a limpiar las oficinas y que "no tenía acceso a las celdas porque era un aspirante". Rato después de esta afirmación, y ante una pregunta del Tribunal, el testigo dijo que en la comisaría había calabozos generales e individuales, lo que nuevamente lo hizo caer en una contradicción. "¿Cómo sabía que había calabozos individuales y generales? ¿De dónde sacó eso si usted manifestó no haber visto ni ingresado en las celdas?", le preguntó el camarista Leopoldo Schiffrin. Para asombro del público y del propio Tribunal, Luise contestó con un tímido "no sé".

Las negaciones y contradicciones del policía provocaron el enojo de Schiffrin, luego de que Luise no recordara uno solo de los nombres de sus compañeros de trabajo. "Es un caso excepcional su falta de memoria", le dijo el juez. Y siguió: "Esto es intolerable, es una falta de respeto. Haga un esfuerzo, acuérdese y sea sincero. ¿Alguien le dio instrucciones para que se negara a declarar y se rehusara constantemente diciendo 'no recuerdo'?".

Posteriormente a este episodio, en el que permaneció callado y mirando a ningún lado, Luise recordó algunos apellidos del personal de limpieza, cuando le preguntó la abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) La Plata, Marta Vedio. 

Después del testimonio del sargento, la Cámara entró en receso y deliberó acerca del caso. Cuando había transcurrido una hora comunicó su denuncia por falso testimonio, la que puso de inmediato a disposición del fiscal general ante la Cámara, Julio Piaggio, quien deberá realizar la denuncia correspondiente ante un juzgado federal de primera instancia. 

Según trascendió, Piaggio pedirá una pericia médica para Luise y después de esto cumplirá con el trámite en el juzgado.

Durante la audiencia de hoy estuvo presente Daniel Díaz, hijo del ex comisario de la 5° durante la dictadura Alfredo Díaz -fallecido-, y, según varios concurrentes, el hombre dirigió miradas "intimidatorias" para el testigo y el público. Constantemente repetía: "Este juicio no sirve para nada".

Consultado por la prensa, Díaz expresó que su padre "sólo cumplía órdenes". "¿Órdenes como torturar?", preguntó una periodista y Díaz replicó: "Sólo órdenes". Además, intentó justificar la represión ilegal y dijo que "Firmenich era más asesino".



Inspección en la ex Jefatura de Policía


A pedido de la APDH La Plata, la Cámara Federal de La Plata realizó una inspección ocular en el Ministerio de Justicia y Seguridad (ex Jefatura de Policía) en busca de los libros de Partes Médico-legales que se usaron durante la dictadura.

En esa documentación, según declararon varios médicos forenses que trabajaron en Sanidad durante la dictadura, constan las causales de defunción de cuerpos NN presuntamente víctimas de la represión ilegal.

La declaración testimonial una ex empleada de la Dirección de Sanidad, María Julia Claret, ocasionó el pedido de la APDH La Plata. La testigo afirmó que "hace cinco o seis meses vi libros de ese tenor" y señaló el único ejemplar que posee la Cámara de la documentación utilizada en Sanidad entre 1976 y 1980.

El juez Schiffrin le preguntó dónde había visto esos libros, y Claret expresó que "en un mostrador de una oficina" de Sanidad y que en este momento están allí.

De esta forma, la APDH La Plata pidió al Tribunal que se realice una inspección ocular en el edificio del Ministerio de Justicia y Seguridad donde funcionó la Jefatura de Policía.

La Cámara accedió al pedido, pero se comprobó que los libros a los que hizo alusión Claret no eran los que se buscan. No obstante, la inspección ocular -a la que concurrieron jueces, abogados de la APDH La Plata, y Adelina Dematti de Alaye, madre del desaparecido en cuya causa se investiga el destino de los libros- sirvió para observar la anarquía administrativa de los archivos policiales. Los jueces observaron libros de reconocimientos médicos de 1993 en mal estado (sin tapas y con humedad), y en lugares donde no deberían estar. Había expedientes en el piso, y los empleados consultados ignoraban qué documentación había en las oficinas.

Además, se aclaró un dato que había surgido en la causa. Algunos testimonios habían dicho que los libros de Partes estuvieron en el despacho del director de Medicina Legal, una escisión de Sanidad. Según verificó el juez Reboredo, en la biblioteca empotrada en la pared de Medicina Legal caben perfectamente 23 libros de Partes Médico-legales. 

Antes de la inspección ocular declaró el actual titular de la Dirección de Sanidad de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, José Luis Franceschi, quien sobre los libros señaló que "los he buscado, he revuelto todo pero no hay libros de tan vieja data". Y dijo que se enteró de la existencia de esos libros por los requerimientos que la Cámara le hizo.

El Director de Sanidad policial manifestó que "hay muchos libros parecidos (a los que busca la Cámara). Este tipo de libro, por el formato, es (de uso) muy común en Sanidad". 

Además, Franceschi precisó que desde el año 1992, fecha en que comenzó a trabajar en la dependencia policial, "no se ha quemado ninguna documentación". La Cámara teme que se haya cumplido una reglamentación de Policía que indica que todos los documentos de más de diez años deben ser incinerados.



A puertas cerradas


Hoy también declaró Marta D'Angella, esposa del desaparecido Rodolfo Edgardo Fernández. La mujer testimonió a puertas cerradas porque -dijo- "yo tengo miedo. Mis hijos andan en la calle y estos (los represores) andan sueltos". 

Rodolfo Fernández era empleado de la obra social del sindicato de Luz y Fuerza y desapareció el 8 de enero de 1978, después de la intervención militar que sufriera el gremio.

Según comentó D'Angella, la madrugada de ese día ingresaron en su casa entre ocho y diez hombres que se trasladaban en dos autos. Cuando vieron a Rodolfo, los represores le dijeron: "Vos sos el «negro José»". Y se lo llevaron.

Además, robaron varios objetos de valor. Las primeras noticias que tuvo Marta respecto de su marido llegaron a los pocos días de su detención. Un ex detenido le comentó que vio a Rodolfo en un CCD que funcionaba en el casco de una estancia. Tiempo después llegaron más noticias por parte de un conocido de la familia vinculado con la Armada. Según la versión, Rodolfo estaba secuestrado en una embarcación de la Marina en Puerto Belgrano.
 

  

 

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