Miércoles 13 de Octubre de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

"El Banco" y "La Cacha": Detalles del horror en dos centros clandestinos
Dos ex detenidos contaron las inhumanas condiciones de detención y cómo eran los represores. Dijeron que habían guardias nazis y que "les gustaba pegar". También declararon familiares de desaparecidos.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Tres ex detenidos de los centros clandestino "El Banco" y "La Cacha" contaron hoy en el Juicio por la Verdad las terribles condiciones de detención que soportaron durante su cautiverio y la personalidad de los guardias de esos siniestros lugares. Mariana Arcondo fue secuestrada el 31 de mayo de 1978 en su casa de Ituzaingó (provincia de Buenos Aires) por personas uniformadas y de civil. Fue llevada a "El Banco", un centro clandestino que funcionó en la avenida Ricchieri y Camino de Cintura, en el Gran Buenos Aires.

Al igual que otros ex detenidos de ese centro, Arcondo contó que al llegar le dijeron que se olvidara de su nombre. "Ahora te vas a llamar G" y un número de dos cifras, le dijeron los represores. Durante los días posteriores los guardias de "El Banco" solían preguntarle su nombre, y como Arcondo no respondía "G", ya que todavía no se había habituado, los represores se divertían pegándole.

La testigo contó que fue torturada con picana durante un interrogatorio que le hicieron en ese centro clandestino. También dijo que en un determinado momento escuchó los gritos de su marido, Rafael Tello, quien fue secuestrado en un operativo paralelo al de ella, en Astilleros Río Santiago (donde trabajaba). El esposo de Arcondo y el hermano de éste, Pablo Tello, permanecen desaparecidos.

La ex detenida dijo que cuando entró a "El Banco" había ilegalmente detenidas unas 80 personas, y que al salir, dieciséis días después, se encontraban unas 150.

Además identificó a algunos represores de ese centro clandestino: Héctor Julio Simón —más conocido como "el Turco Julián"—, y Juan Antonio del Cerro, alias "Colores". Estas dos personas también participaron de su secuestro.

Otro represor de "El Banco" era un hombre apodado "Kunfú", quien tenía la particularidad de moverse permanentemente con cadenas en las manos golpeando puertas y paredes. "Kunfu" y "Angelito Cobani" también "estaban en torno a las chicas embarazadas, a quienes cuidaban", señaló Arcondo en su declaración.

"Era muy notorio el antisemitismo", expresó la ex detenida. Ejemplificó con el caso de un guardia apodado "el Turco", quien daba "los buenos días" con el saludo nazi: "Hey, Hitler". Cabe destacar que la madre de la desaparecida María Claudia Falcone, quien también pasó por "El Banco", señaló en una declaración que dio el año pasado que en ese lugar se escuchaban por la noche discursos de Hitler a todo volumen. 

Arcondo relató además que en ese centro había "dos o tres judíos, que eran piel y hueso", y que a estas personas las tenían "esposadas" con las argollas de las cortinas. 

La testigo contó que cuando fue liberada, junto con otras tres mujeres, los represores le dijeron "que no guardara rencor con las Fuerzas Armadas", y que todos los objetos de valor que le quitaron al ingresar debía dejarlos a modo de "donación para una institución". Asimismo, le expresaron que su esposo Rafael Tello quedaba como "garantía" y que iba a ser liberado en un tiempo.

Pero esto no sucedió. Mariana Arcondo relató que por un ex detenido se enteró que su marido formó parte de un grupo de personas que el 15 de julio de 1978 fue trasladada. "Eran esos supuestos vuelos", expresó. Dijo también que a toda ese gente le fue sacada la ropa ya que "no la iban a necesitar", y que entre estas personas estaba un hombre en silla de ruedas, de apellido Leone, que era "familiar del presidente de Italia".




El secuestrador se volvió inquilino


Ricardo López Martin declaró también hoy sobre la desaparición de su hermana Angela, una profesora de Geografía del Colegio Nacional de La Plata secuestrada el 26 de septiembre de 1976. 

Angela López Martin fue secuestrada por varias personas de civil que llegaron armadas al domicilio de sus padres, de calle 96 número 378 de esta ciudad, y que dijeron ser del Ejército. Los represores se llevaron de su dormitorio algunas joyas, alhajas y el portafolio con el que concurría a dar clase.

El hermano de la desaparecida relató hoy ante la Cámara Federal de La Plata que entre esas personas estuvo una llamada Emir Reynaldo Macedo. Ricardo López Martin contó que años después, luego de morir sus padres, alquiló la vivienda en la que estos habían vivido a esa misma persona, sin saber que había sido el secuestrador de su hermana.

Sobre el destino de Angela, López Martin dijo que estuvo en el centro clandestino conocido como "Pozo de Arana", junto con los estudiantes secundarios secuestrados durante "La Noche de los Lápices". También, que pasó por la Brigada de Quilmes, y que un ex detenido la vio en el "Pozo de Bánfield".




Secuestrados por un día en su propia casa


En tanto, testimonió María Cristina Gusmerotti quien permaneció secuestrada en su propia casa por un grupo de personas que se llevó a su marido desaparecido, de nombre Alejandro Gutiérrez y al hermano de éste.

Gusmerotti contó que el 24 de julio de 1978 se encontraba en su vivienda de 522 entre 3 y 4 en Tolosa (un barrio de La Plata), junto a su esposo y sus hijos. Un grupo de personas vestidas de civil entraron junto con el hermano de su marido —Gastón— y encerraron a la mujer de este último, a la testigo y a los hijos de las dos parejas en un dormitorio. En otra habitación quedaron los hermanos Gastón y Alejandro con los represores.

"Escuchaba que salía y entraba gente, no sabía qué pasaba. Sólo nos dejaban salir del cuarto para prepararle comida a los chicos", relató Gusmerotti. 

Al día siguiente, los represores trajeron a la casa a una persona de nombre Inés, que estaba muy golpeada, y así se llevaron a ésta y a los hermanos Gutiérrez. Inés trajo a un bebé que quedó en manos de Gusmerotti y su concuñada.

Al otro día, Gusmerotti y su suegra, Ruth Penette —quien también declaró hoy— fueron a avisar a la vidriería en donde trabajaba Alejandro que él no iba a ir a trabajar. Sorpresivamente, el dueño del negocio les dijo que ya sabía lo que había pasado, dado que se lo habían contado dos oficiales de la Policía Federal amigos suyos. No quedó claro durante la audiencia si los policías y/o el patrón de Alejandro Gutiérrez tuvieron algo que ver en su secuestro y posterior desaparición.

En tanto, Ruth Penette contó que los represores primero fueron a buscar a su casa a su hijo hoy desaparecido. "Dijeron que estaba involucrado en un robo", manifestó Penette sobre la excusa que utilizaron para entrar al domicilio. Los representantes del Proceso dijeron también, luego de revolver la casa, que habían encontrado "material subversivo".

La madre del desaparecido también contó que en el secuestro de su hijo participó una persona llamada Jesús Altuve. Y dijo que una vez se encontró en la calle a un hombre que portaba un reloj pulsera que ella le había regalado a su hijo.

Sobre Alejandro la familia supo por un matrimonio de liberados que estuvo en el centro clandestino "La Cacha".




Ex detenidos de "La Cacha"


Raúl Elizalde, un ex detenido del centro clandestino "La Cacha" fue otra de las personas que declararon hoy. El testigo contó que estuvo en ese centro durante dos meses, entre el 17 de mayo y el 17 de julio de 1977. 

Elizalde contó que fue torturado con picana y durante su permanencia en ese centro estuvo encapuchado y con las manos atadas con alambres, ya que no había esposas.

"No entraba luz, no se sabía si era de día o de noche", relató el ex detenido sobre las condiciones de cautiverio. También dijo que "entraban personas permanentemente" y que "alguna vez llegó gente muerta". Señaló como represores de ese lugar a un hombre apodado "el Oso" y a "el Francés", cuyo nombre es Raúl Fierro.

El Tribunal le exhibió al testigo una foto del centro "La Cacha" y Elizalde lo reconoció. Manifestó también que antes de ser liberado fue revisado por un médico.




Jorge Lucatti


Otro ex detenido de ese centro clandestino que declaró hoy fue Jorge Lucatti. El testigo dijo que "todavía tengo tratamiento psiquiátrico" a causa del daño moral que sufrió por ser privado ilegítimamente de su libertad. "Tengo una conjuntivitis crónica y no pude tener hijos nunca más", agregó.

Lucatti señaló que "a todos los represores (de "La Cacha") les gustaba pegar" y que casi nunca les daban de comer. También mencionó una gestión que hizo su hermano, mientras él estaba secuestrado, en la Curia de La Plata, en la que el secretario de Monseñor José Antonio Plaza le dijo: "Si pasa determinada fecha, no lo busques más".




Colantoni, Miguel Angel


También declaró Miguel Angel Colantoni, un hombre que fue detenido ilegalmente en tres oportunidades durante la dictadura.

Colantoni no pasó por ningún centro clandestino, y no supo precisar en qué lugares estuvo detenido. Sólo dijo que en su tercera detención ilegal, que duró algo más de dos semanas, estuvo en la comisaría 3° de Quilmes y en una dependencia policial de Villa Solano.
 

  

 

Ir a la Página Inicial del Juicio por la Verdad