Miércoles 14 de Julio de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Nuevo relato sobre "La Noche de los Lápices"
Declaró la hermana de uno de los estudiantes desaparecidos en "La Noche de los Lápices". En tanto, por otra causa se realizó una inspección ocular en la comisaría 5°. prestó declaración testimonial Rosalía Kern de Simon, madre del desaparecido Claudio Simon, quien fue secuestrado el 7 de febrero de 1977 el mismo día que su esposa, Patricia Urchansky.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- La hermana de uno de los chicos desaparecidos durante "La Noche de los Lápices" declaró hoy ante la Cámara Federal de La Plata y contó las circunstancias en las que Horacio Ungaro fue secuestrado en la fatídica noche de septiembre de 1976.

Marta Ungaro relató a los jueces de la Cámara que su hermano fue secuestrado del domicilio de sus padres, ubicado en 116 entre 42 y 43 de esta ciudad, a las 4.30 de la madrugada del 16 de septiembre de 1976. Junto con Horacio fue secuestrado su amigo Daniel Rasero; los dos están aun desaparecidos.

La hermana del estudiante desaparecido, que cursaba el quinto año de la secundaria en la Escuela Normal Nº3 de La Plata, precisó que Horacio estuvo ilegalmente detenido en el centro clandestino de detención de Arana, en la Brigada de Investigaciones de Quilmes (Pozo de Quilmes) y en el "Pozo de Bánfield".

Ungaro recordó que su hermano y su amigo fueron secuestrados por personal del Ejército Argentino, apoyado por civiles de la Concentración Nacional Universitaria (CNU), una organización de ultraderecha que cometió numerosos secuestros.

Entre los integrantes del Grupo de Tareas que secuestró a Horacio y a Daniel Rasero, figuran el ex cabo de policía Roberto Grillo, un comisario de apellido Pacheco y Néstor Beroch, un profesor de Literatura denunciado en 1996 por organismos de Derechos Humanos como miembro de la CNU. "Me dijeron que tenía grado en la Marina", dijo Marta Ungaro sobre Beroch, al tiempo que recordó que las dos cámaras de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires pidieron su destitución como docente.

La testigo relató que su hermano habría sido asesinado en el Polígono de Tiro de la Policía de la Provincia, en enero de 1977, según el testimonio del oficial Carlos Hours ante la CONADEP. Hours era un efectivo que cumplió servicios en el "Pozo de Quilmes" y que reconoció durante el Juicio a las Juntas a Horacio Ungaro en una foto.

Ungaro también relató el caso de un joven, Daniel Oviedo, que tenía una detención clandestina especial: de día trabajaba en el estudio de abogacía de su padre, y de noche volvía al centro clandestino. Contó que cuando consiguió la libertad total, Oviedo se fue a vivir a Suecia.

Después de 22 años, Ungaro nunca supo cuál el destino final de su hermano y de su amigo Rasero. "Mi mamá llevaba en el pañuelo (blanco, el de las Madres de Plaza de Mayo) el nombre de Daniel Rasero. Nunca los separamos", señaló la testigo.

Hacia el final de la declaración, y antes de ser aplaudida por el público presente en la sala de audiencias, Marta Ungaro le expresó a los jueces: "Esta es la última oportunidad de que nos den Justicia. No sólo por nosotros, sino también por los hijos de ustedes".



Nueva inspección en la 5°


Por otro lado, declaró Lila Berestain de Iglesias, madre del desaparecido Juan Miguel Iglesias, secuestrado en La Plata el 31 de enero de 1977. Berestain dijo que su hijo fue detenido ilegalmente en las calles de esta ciudad, cuando se dirigía a devolver unas muletas alquiladas, ya que tenía la pierna enyesada. 

"Un chico vino días después y dijo que Juan Miguel mandó decir que lo habían 'levantado'. No sé quién es, estaba medio aterrorizado", relató la testigo.

La madre del desaparecido dijo que para saber el destino de su hijo habló con el Jefe de la Policía de la Provincia durante la dictadura, coronel Ramón Camps, que le escribió a Emilio Massera y que estuvo en la Curia de La Plata,. Nadie le dio explicaciones.

Berestain de Iglesias comentó en su declaración de hoy que "hace quince días rompí todos los papeles que tenía (sobre gestiones por el paradero de su hijo), ya que nadie me iba a decir nada".

Por el testimonio de ex detenidos, la mujer se enteró que Juan Miguel estuvo cautivo en la comisaría 5° de La Plata, y que formó parte de un grupo de personas que un día fue trasladado de ese centro clandestino al "Pozo de Bánfield".

Un ex detenido de la 5°, Mario Féliz, declaró también hoy, y dijo que vio a Iglesias en esa dependencia policial. Féliz reconoció por fotos a Juan Miguel Iglesias -"un chico de no más de 19 años", precisó- y dijo que formó parte de ese grupo de secuestrados de los que nunca se supo más nada..

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata pidió que la Cámara realice una inspección ocular en la 5°, con el testigo Féliz. La Cámara, al igual que la semana pasada, accedió al pedido.

En la tarde de hoy, jueces, funcionarios y abogados recorrieron la dependicia policial, junto con Mario Féliz. El testigo reconoció el recinto en donde funcionó la celda en la que estuvo detenido. Ese espacio es hoy el archivo de la comisaría, y el espacio donde Féliz estuvo encerrado, por momentos junto con casi 30 personas, mide apenas 3,20 metros de ancho por 3,90 de largo. "Hoy me parece más chico", comentó el testigo.

Durante la inspección ocular, Féliz recordó que en la celda los detenidos ilegales "se tenían que turnar para dormir", por la falta de espacio, y que al caminar se pisaban las piernas de los que estaban sentados.

La semana pasada el ex detenido Jorge López dijo que a las personas eran torturadas en la terraza de la comisaría, y que sus gritos podían ser escuchados por los vecinos. Hoy Féliz confirmó ese dato: "Si torturaban acá (en la terraza) puede ser, porque nosotros escuchábamos los gritos (desde la celda)".

El testigo señaló que durante su cautiverio en esa -que duró algo más de dos meses- la comida llegaba "una vez por día, y no todos los días", y que todos bajaron de peso. "Yo bajé 20 kilos", señaló. 

En la actualidad, la dependencia policial está bastante modificada de lo que era hace veinte años. Algunas paredes fueron retocadas y se amplió el sector de los calabozos. "Es vital un estudio de las modificaciones", comentó el juez Schiffrin a su colega Reboredo durante la inspección.



Matrimonio desaparecido


En tanto, también prestó declaración testimonial Rosalía Kern de Simon, madre del desaparecido Claudio Simon, quien fue secuestrado el 7 de febrero de 1977 el mismo día que su esposa, Patricia Urchansky.

Kern de Simon relató que su nuera Patricia fue detenida ilegalmente en su casa de Gonnet, y que cuando llegó su hijo Carlos, éste comenzó a realizar llamadas telefónicas a las Fuerzas de Seguridad para averiguar qué había pasado. "En cinco o diez minutos se lo llevaron a él también", manifestó la testigo ante los jueces.

La mujer dijo que los hijos del matrimonio, de 3 y 5 años, fueron rescatados por los vecinos, y que luego fueron devueltos a ella por la gestión de un Tribunal de Menores.

Nada supo Kern de Simon del destino de su hijo y de su nuera hasta hace poco, cuando dos ex detenidos ilegales durante la dictadura la visitaron en su casa de Mar del Plata. Ana y Miguel Laborde le contaron que compartieron el cautiverio con sus familiares en la comisaría 9° de La Plata, en el Regimiento 7 de Infantería y en el "pozo de Banfield", entre febrero y mayo de 1977.

La testigo contó también que hizo muchas gestiones para saber el paradero de Carlos Simon y Patricia Urchansky. Una vez fue al Ministerio del Interior, en donde un coronel de apellido Sanmartino la recibió. En esa reunión el militar trajo dos carpetas, una con el nombre de su hijo y otra con el de su nuera. "Me llamó la atención. No sé si tenía nuestras cartas, las que mandamos a la Embajada de EEUU", dijo Kern de Simon.

Por otra parte, fue citado a brindar declaración informativa el comisario Héctor Raúl Vargas, quien se negó a declarar. Según el padre de la desaparecida Patricia Dell'Orto, Vargas le dijo a un amigo de éste en noviembre de 1976 que su hija y el esposo de ésta -también desaparecido- estaban detenidos ilegalmente en la Jefatura de la Policía provincial.
 

  

 

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