Miércoles 17 de Noviembre de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Un ex-detenido brindó más detalles de la comisaría 5°
Un ex detenido ubicó en un plano el lugar donde estuvo en ese centro clandestino. Y contó que fue secuestrado en Chacabuco y traido a La Plata. También testimonió un hombre que estuvo cuatro años privado ilegalmente de su libertad, y el hijo de un desaparecido.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Un hombre que estuvo detenido ilegalmente en la comisaría quinta de esta ciudad durante la última dictadura, contó hoy las circunstancias en las que permaneció secuestrado en ese centro clandestino ante la Cámara Federal de La Plata.

Hugo Marini fue secuestrado el 11 de enero de 1977 en su domicilio en Chacabuco, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Un grupo de personas "a cara descubierta" lo llevó a la Brigada de San Nicolás, donde estuvo privado de su libertad diez días, y más tarde fue llevado a un centro clandestino en Arana, en las afueras de La Plata.

Marini no pudo precisar si ese centro fue el "Pozo de Arana" o la "División Cuatrerismo" de la Policía de la Provincia. "Decían que era 'el campito'", contó el testigo.

A fines de enero de 1977, Marini fue llevado a la comisaría quinta, donde estuvo hasta abril de ese año, cuando recuperó la libertad. "El 24 de marzo nos dieron un golpe, para festejar (el aniversario) del Golpe", expresó.

El testigo nombró a varias personas con las que compartió el cautiverio y que permanecen desaparecidas: Carlos Ciancio y su esposa, Federico Bachini, Juan Miguel Iglesias, Carlos Simmons y Mauricio Reboredo, hijo de uno de los jueces presentes en la sala. También nombró a dos jóvenes que tenían apellido Díaz, sin ser parientes, que eran estudiantes de Periodismo. En un reconocimiento fotográfico, el ex detenido ubicó a Simmons y a Reboredo.

"Estábamos atados, vendados y tirados en el piso. La celda era un contrapiso", contó Marini. El testigo, mirando un plano de la comisaría 5° que le exhibió el Tribunal, identificó el lugar donde estuvo ilegalmente detenido. Al igual que otros ex detenidos de ese centro clandestino, Marini señaló en el plano el lugar donde ahora funciona el archivo de la comisaría.Esa celda era de tres por cuatro metros, y allí llegaron a estar treinta personas.

El relato de Marini también coincidió con el de otros ex detenidos de la 5° en la descripción de la estructura del lugar de detención. El testigo dijo que tenían acceso al baño, y que los represores les traían la comida en una olla y les dejaban platos para que se sirviesen.

Hugo Marini fue liberado días antes de la Semana Santa de 1977, junto a otras tres personas. "Me dijeron: 'Ya sabés, el silencio es salud'", señaló sobre las "recomendaciones" que los represores le dieron.




Cuatro años en cautiverio


En la jornada de hoy también declaró Luis Horacio Fernández, un ex detenido de centros clandestinos de detención, que pasó por el "Pozo de Quilmes", la Comisaría de Valentín Alsina y terminó su periplo en la Unidad Penal Nº9 de Olmos.

Fernández trabajaba en la fábrica automotriz Peugeot del Gran Buenos Aires, y fue secuestrado una madrugada del año 1976 en su casa, mientras dormía. 

"Llegaron entre diez y quince personas, me golpearon, me vendaron los ojos y me llevaron al 'Pozo de Quilmes'", afirmó el testigo ante los jueces de la Cámara.

En este lugar, Fernández permaneció once meses en una celda con varios centímetros de agua. En este período fue torturado cuatro veces: "Estaba estaqueado sobre un colchón mojado y me daban la picana durante dos horas", afirmó.

Sobre las condiciones diarias de su detención, Fernández contó que comía y tomaba agua cada cuatro o cinco días. Y durante la declaración fue gráfico: "Mi lengua era un talco", manifestó. Luego, la abogada de la Asociación Ex Detenidos-Desaparecidos le pidió que describiera el lugar y que contara cómo eran los baños del centro clandestino. "¿Baños?... Había un tanto así de agua", contestó Fernández con gestos, dando a entender que en ningún momento tuvo la posibilidad de usar un sanitario y que las necesidades biológicas las hacía en su celda.

Después de los once meses en Quilmes, Luis Fernández fue trasladado a la comisaría de la localidad de Valentín Alsina, con apenas 23 kilos de peso. Allí permaneció durante cuatro meses y en ese tiempo recuperó 16 kilos, porque las condiciones eran otras: estaba a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

Luego de pasar por la comisaría fue trasladado, como tantos otros ex detenidos, a la Unidad Penal Nº9 de Olmos, en las afueras de La Plata, y después de tres años recuperó la libertad.

Durante la audiencia, Fernández fue interrogado acerca de sus compañeros de detención y sobre los nombres de represores, pero no recordó ninguno, a pesar de haber permanecido cuatro años detenido.




Declaró el hijo de un desaparecido


Jorge Luis Carpinetti tenía sólo ocho años en 1976. El 30 de noviembre de ese año vio cómo un grupo de personas armadas se llevó a Jorge, su padre, de su casa del barrio Altos de San Lorenzo, de esta capital, y nunca más lo vio.

"Eran una docena de personas vestidas de civil y uno llevaba uniforme del Ejército", señaló ante el Tribunal Jorge Carpinetti, respecto del grupo de secuestradores. Y luego contó que su madre, su hermana de cinco años y él
fueron introducidos en un pasillo de la casa, mientras los represores saqueaban el domicilio y se llevaban a su padre, Jorge.

El testigo dijo que los vecinos vieron que los secuestradores se movían en seis vehículos y que a su padre lo metieron en un baúl y se lo llevaron. La familia Carpinetti no supo nunca más de Jorge. Pero hoy su hijo recordó ante la Cámara que cuando él tenía entre 15 y 16 años, un compañero de militancia peronista le contó que a su padre lo habían visto detenido en la Unidad Penal Nº 9 de Olmos.

Por otro lado, el testigo relató que días antes del secuestro, "el sacerdote de la Parroquia de Fátima (en esta ciudad) le avisó a mi padre que iba a desaparecer". Y agregó: "Llevó dinero para que pudiera salir del país y se lo rechazamos". Durante la audiencia, una mujer que se encontraba en el público manifestó en voz baja que el prelado es conocido como "Padre Miguel", que tiene algo más de 70 años y que actualmente es el encargado de la parroquia.

Jorge Carpinetti trabajaba en la otrora empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Dos meses antes de su detención había sido delegado gremial en el sector Mecánica Externa del Taller Naval de esa empresa. Tres días después de su desaparición, fueron secuestrados su hermano Roberto y su cuñada Alicia Rodríguez, quienes también trabajaban en YPF. Jorge Luis Carptinetti le dijo hoy a la Cámara que tampoco supo nada acerca de ellos, que eran sus tíos.

La desaparición de otro trabajador de YPF fue otro de los casos tratados hoy ante la Cámara Federal. María Alejandra Romero, esposa del desaparecido Eduardo Clavijo, contó que su marido fue secuestrado la medianoche del 3 de diciembre de 1976.

La mujer no supo nada del destino de su esposo, ni en dónde estuvo privado ilegalmente de su libertad. Por una versión se enteró que Eduardo habría estado en la Brigada de Infantería de La Plata, en las calles 1 y 60.

Romero también dijo que para averiguar el paradero de su marido concurrió al Ministerio del Interior, al igual que cualquier familiar de un desaparecido, y que en ese lugar le retaceaban la información.
 

  

 

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