Miércoles 20 de Octubre de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Más precisiones sobre el funcionamiento de "La Cacha"
Una ex detenida brindó detalles sobre el centro clandestino. Y contó la barbarie que le tocó vivir junto a sus compañeros. Además, otra sobreviviente sostuvo que el director de la escuela a la que concurría entregó documentación a las Fuerzas de Seguridad.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- "Permanecíamos engrillados a la pared: un día de una pierna y un brazo y otro día de la otra pierna y el otro brazo". La frase sintetiza las condiciones de detención en un centro clandestino y pertenece a María Laura Bretal, una ex detenida que estaba embarazada al momento de su secuestro y logró salvar su vida y la del niño que estaba por nacer.

María Laura Bretal declaró hoy ante la Cámara Federal de esta ciudad el horror que vivió en "La Cacha", un centro clandestino ubicado en Lisandro Olmos, en las afueras de esta capital. Bretal fue secuestrada por un grupo armado -que la testigo no identificó porque algunos represores se cubrieron el rostro con medias y lucían pelucas- la noche del 5 de mayo de 1978 en su casa junto a su hija de tres años, que fue restituida a su familia horas más tarde. María Laura Bretal terminó esa noche en "La Cacha". La testigo contó que su hija le dijo a su abuela que "a mamá la llevaron unos señores malos". Bretal, además, añadió: "A mi abuela le dejaron la nena y le dijeron que yo la había abandonado y me había ido con la guerrilla".

"Yo vivía a una cuadra y media de la comisaría de Ensenada; después me enteré que la zona estaba liberada", dijo la ex detenida ante los jueces de la Cámara Federal.

Durante su detención en el centro clandestino, Bretal escuchó que los represores decían: "nosotros somos dueños de la vida y la muerte". A continuación, describió cómo era la sala de torturas a la que también designaban como "laboratorio": "Había una mesa, una silla, un balde para hacer las necesidades, un elástico de cama -los detenidos eran atados al elástico, donde se les aplicaba la picana eléctrica-, ganchos en la pared para colgar detenidos y manchas de sangre en las paredes", sostuvo ante una concurrida audiencia. Asimismo afirmó que permaneció en esa habitación durante una semana, período en el que fue interrogada acerca de su militancia, su actividad gremial, y por los nombres de conocidos y familiares.

María Laura Bretal estaba embarazada de cinco meses cuando fue secuestrada y en "La Cacha" estuvo junto a otras detenidas embarazadas que hoy están desaparecidas, entre ellas Laura Carlotto, hija de la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. "Laura nos contó que tuvo un varón, al que llamó Guido, y que lo vio durante sus primeras cinco horas de vidas. Lo tuvo en el 7° u 8° piso del Hospital Militar Central", manifestó Bretal.

En una declaración exhaustiva y que duró aproximadamente dos horas, la testigo se refirió también al funcionamiento interno del centro clandestino: "Las guardias eran cada 24 horas: se turnaban el Ejército, la Marina, el Servicio Penitenciario y la patota de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado)", precisó Bretal.

"En una ocasión iba a ir (el Jefe del I Cuerpo del Ejército Carlos Guillermo) Suárez Mason y los represores nos sacaron todo lo que teníamos, hasta mataron las ratas. A dos muchachos que hacían esculturas con migas de pan se las sacaron. Raúl Bonafini había hecho una que tenía la cara del 'Che'. Se la sacaron y le ordenaron construir una esvástica", relató Bretal en su extensa declaración.

Cuando su embarazo era avanzado, un oficial le acercó lana y agujas de tejer para que hiciera el ajuar de su futuro hijo. "Daniel -otro represor- me preguntó si estaba tejiendo una capuchita para mi bebé", sostuvo Bretal.

Este mismo represor fue quien tiempo más tarde la liberó. "Me decía que no podía hablar de esto, que no podía trabajar en el mismo lugar de siempre -era docente- y que me fuera a más de 60 kilómetros de la ciudad", afirmó la testigo. María Laura Bretal estuvo detenida algo más de tres meses, hasta el 22 de agosto de 1978. Poco tiempo después de su liberación, volvió a La Plata para dar a luz. Los represores que la habían secuestrado se enteraron de su vuelta a esta capital y le escribieron una carta que hoy leyó durante la audiencia. La misiva la acusaba de "haber violado lo acordado" y le advertía que no lo "volviera a hacer porque iba a perder más de lo que imaginaba".

La declaración de Bretal fue muy rica en detalles y en nombres de detenidos que hoy están desaparecidos. La larga lista de personas que la testigo entregó durante su testimonio es de importancia para el Tribunal que averigua su destino.

En el tramo final de su declaración, Bretal se dirigió a los jueces: "Les rogamos por los 30 mil desaparecidos y por todo lo que nos han quitado, que (ustedes) no nos quiten la esperanza. Queremos que este juicio se convierta en un juicio penal y que se anulen las leyes de Punto Final y Obediencia Debida", remató.




El director del Colegio "entregó" a sus alumnos


Por su parte, la ex detenida Silvia Bucci relató las circunstancias en que fue privada ilegalmente de su libertad durante la dictadura. La mujer contó que el 27 de mayo de 1977 personas fuertemente armadas la secuestraron de su domicilio en Bánfield, y se la llevaron en los conocidos Falcon verdes.

Bucci señaló que por esa época cursaba el quinto año en la Escuela Normal N°1 de esa localidad del Gran Buenos Aires, y que compañeros suyos también fueron secuestrados y permanecen desaparecidos. Relató que ni bien fue secuestrada por los represores, "pasamos cerca de la escuela para buscar alguien pero no lo encontramos. Tenían el plano de la casa".

La testigo señaló que días antes de su secuestro personas de civil fueron al colegio a pedir información sobre los alumnos que participaban de las actividades y marchas que organizaba el Centro de Estudiantes. El director del Normal 1 de Bánfield en ese momento, Luis Héctor Bucci (sin grado de parentesco con la testigo), le entregó legajos de los alumnos a los representantes de las Fuerzas de Seguridad.

Silvia Bucci relató hoy que fue llevada al centro clandestino "La Cacha" y que allí pudo ver los legajos de ella y de varios compañeros más. Algunos están desaparecidos, como Rubén Gerenschtein, Margarita Ercole y Mónica Tresaco.

La mujer permaneció en ese centro hasta el 8 de agosto de 1977, día en que fue liberada. En su declaración, nombró a varias personas que estuvieron secuestradas en "La Cacha" y que están desaparecidas, entre ellas a Carlos Esteban Alaye, por cuya desaparición fue citada hoy por el Tribunal. Bucci dijo que "por comentarios" se enteró que Alaye estuvo en "La Cacha", pero que no lo vio. La madre del joven desaparecido, Adelina Dematti -quien tiene derecho a tomar la palabra durante las audiencias en la que se investiga el destino de su hijo-, expresó emocionada al finalizar el testimonio de Bucci: "Gracias, porque pudieron sobrevivir y contar la historia".

Por otro lado, la madre de uno de los compañeros del secundario de Bucci que están desaparecidos declaró también ante el Tribunal. Flora Werfel manifestó que no estuvo presente durante el secuestro de su hijo Rubén Gerenschtein, ocurrido el mismo día que el de Silvia Bucci, a las 14.30. Y que no supo de su destino: "Nunca me enteré de nada", señaló.




Sospechan que lo entregó su padre


En la jornada de hoy también declaró Alejandra López Comendador, hermana de Luis López Comendador, secuestrado la madrugada del 28 de junio de 1977 en la casa de sus padres.

El secuestro fue perpetrado por un grupo de hombres armados. Luis escuchó golpear y abrió la puerta. "Dice mi madre que semidormida siente voces, y cuando se despierta se encuentra con un hombre con campera y boina negra, que le dice que se quede quieta y no se asuste. Saca corbatas del placard, la amordaza y luego le ata las manos", relató Alejandra ante el Tribunal. Y continuó: "Según lo que cuenta Paula, mi hermana menor que en ese momento tenía cinco años, otros dos entraron a su pieza. Durante mucho tiempo dibujó a estos individuos con ametralladora y gorras con viseras".

Después de la detención, la familia hizo la denuncia en el comisaría 9° de esta capital, pero nunca más supo de Luis.

Por otro lado, Alejandra contó que su padre era militante del Partido Socialista Democrático y amigo del almirante Emilio Massera, y que sospecha que su padre facilitó la detención de Luis.




Urriol, Raúl Elizabe


También declaró Raúl Elizabe Urriol, quien fue detenido por las Fuerzas de Seguridad en un hospital luego de una operación, y trasladado al centro clandestino de detención "El Banco".

Según el testigo, en un lugar con capacidad para cuarenta personas había cien. "Los militares hacían chistes: preguntaban por qué todo el mundo era de La Plata", sostuvo Elizabe, quien compartió la detención con varias personas que hoy se encuentran desaparecidas. Además, vio a dos mujeres embarazadas en una celda. "Una estaba tejiendo crochet y la otra dibujaba.Me dijeron que en el fondo (del pasillo que conducía a las celdas) había más embarazadas", afirmó el testigo.

Elizabe sindicó como represores de "El Banco" a Héctor Julio Simón (a) "El Turco Julián", al subcomisario Samuel Miara (a) "Cobaño" -apropiador de los mellizos Reggiardo Tolosa-, y a otros de los que sólo escuchó sus apodos: "Colores" -quien según otra testigo se llama Juan Antonio Del Cerro-, "Polaco grande", "Polaco chico", "Catorce" y "Anteojito" o "Calculín". "'Colores' se ufanaba de haber inventado la 'picana automática', que regulaba el voltaje y la frecuencia de los shoks eléctricos automáticamente. A un tipo lo dejaron toda la noche", contó Elizabe. El testigo relató que fue liberado luego de 43 días de cautiverio y que se enteró que el hospital de donde fue secuestrado "denunció que le habían robado una camilla, pero omitió decir que sobre la camilla había una persona, que era yo".




Etchecolatz


Miembros de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el Centro de Estudios Legales y Sociales, Abuelas de Plaza de Mayo, HIJOS y Madres de Plaza de Mayo La Plata, se hicieron presentes en la Cámara Federal para manifestarse a favor de la continuidad de las audiencias del Juicio por la Verdad y para apoyar el pedido del juez Leopoldo Schiffrin quien requirió a sus colegas que se cite a declaración indagatoria al ex director de Investigaciones de la Policía provincial Miguel Osvaldo Etchecolatz.

En un hecho sorpresivo también se presentaron varios dirigentes de la Alianza, quienes se reunieron con los jueces para expresarles su "apoyo al juicio y el procesamiento de los culpables", según expresó la concejal platense Elena Mariani. De la numerosa comitiva aliancista participaron el candidato a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, el candidato a intendente de La Plata, Javier Quinterno, el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Mosquera, el concejal Iván Maidana y otros candidatos locales para las elecciones que se celebran el próximo domingo. No obstante las suspicacias que generó la presencia de los políticos en el recinto de la Cámara Federal a cuatro días de las elecciones, Mariani sostuvo: "Esto no es electoralista".

El próximo martes 26 los nueve jueces de la Cámara Federal se reunirán para debatir si citan o no al ex policía Miguel Etchecolatz.
 

  

 

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