Miércoles 22 de Diciembre de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

El director de su colegio lo citó para interrogarlo
Un sobreviviente de centros clandestinos declaró que mientras cursaba la secundaria en el Colegio Nacional el director lo citó para un interrogatorio del que participaron un grupo de presuntos represores. Y que meses más tarde fue secuestrado y torturado.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Un ex detenido contó hoy en el Juicio por la Verdad que meses antes de ser secuestrado por las Fuerzas de Seguridad, fue interrogado por el director del colegio secundario al que concurría y por un grupo de presuntos represores.

Luis Favero declaró por la desaparición de su hermano, Daniel Omar, y por su detención ilegal durante la última dictadura. El testigo dijo que el 1° de septiembre de 1976, quien era el director del Colegio Nacional de La Plata en ese momento, Juan Stomo, hizo desalojar el establecimiento quince minutos antes de la salida habitual. Y que junto a un grupo de cuatro compañeros, fue interrogado por el director y unas personas, que más tarde secuestraron a tres de ellos, luego liberados. “Así se inicia ‘La Noche de los Lápices’”, manifestó Favero. 

Meses después, el 12 de febrero de 1977, Favero fue secuestrado y permaneció detenido ilegalmente durante una semana en varios centros clandestinos. Pasó por la Brigada de Investigaciones de La Plata, la División de Cuatrerismo de Arana y la comisaría quinta de esta ciudad. 

El testigo dijo que en la Brigada de Investigaciones había gente que “colaboraba” con las fuerzas represivas. Allí Favero fue torturado durante un interrogatorio, al igual que en el centro de Arana. 

A los cuatro días de ser secuestrado fue llevado a la comisaría quinta, en donde compartió el cautiverio en una celda pequeña con 23 personas. Favero coincidió en su testimonio con otrrió el 1 de junio de ese año en el departamento que habitaba en calle 57 entre 12 y 13. Y aportó un informe sobre actuaciones labradas ante el Ejército, en el que se dice que Daniel Favero, y su compañera, Paula Alvarez, fueron muertos en un enfrentamiento. 

Ese informe está firmado por el entonces oficial Raúl Machuca, de la Policía de la Provincia, y por un suboficial de apellido Argüello. “El cadáver de mi hermano no apareció, y en ese informe dice que lo habían entregado a la Morgue”, manifestó Favero. 



Fusilamientos en una escuela de Policía 

En tanto, Ramón Dos Santos declaró hoy que se enteró que su hija Angela, una estudiante de Medicina desaparecida el 24 de junio de 1977, habría sido fusilada en la Escuela de Suboficiales de Policía junto a otras 8 personas, tiempo después de ser secuestrada. 

Dos Santos es ex policía y manifestó que este dato le llegó de un agente de la comisaría primera de Quilmes, que tuvo noticias de ese presunto fusilamiento, ocurrido en ese instituto de formación policial que ya no existe. 

El padre de la desaparecida dijo que Angela Dos Santos trabajaba en la Cruz Roja de La Plata y que allí se dirigía la joven cuando fue secuestrada. Días después fue a averiguar el destino de su hija a ese lugar y comprobó que el nombre de su hija había sido borroneado del registro de empleados. “En la Cruz Roja parecía todo encubierto, no me querían dar información”, manifestó Dos Santos. 



“Pronto con ustedes” 

Por otro lado, Ana María Valdez contó el secuestro que sufrió junto a su marido, Carmelo De Pino, el 21 de diciembre de 1977. La mujer dijo que la noche de ese día un grupo de siete personas con armas largas llegó a su casa de Quilmes y la secuestró a ella y a De Pino, quien se encuentra desaparecido. 

El matrimonio fue llevado en una camioneta a un lugar que la testigo no supo precisar, pero que podría ser el “Pozo de Bánfield”. Valdez estuvo secuestrada durante tres días, tras los que fue liberada sin saber qué pasó con su marido. “Después te lo vamos a mandar”, le dijeron los represores a la mujer cuando la soltaron, pero Carmelo De Pino nunca volvió. 

“Por una persona le llegó al primo de mi marido una nota, escrita por él. Decía: ‘Pronto con ustedes’. Esta persona pidió plata pero no le dieron. Dijo que de ahí no salía nadie”, relató Ana Valdez. 

Otro familiar que declaró hoy fue Irene Dobra, esposa del desaparecido Alfredo José Cajide. El 22 de septiembre de 1976, Cajide vino a La Plata con su mujer para contactarse con Marta Andrade, una joven que desapareció un día antes y que forma parte de los casos que investiga la Cámara. 

Cajide tenía que reunirse con Andrade en un bar del centro de esta ciudad, pero al entrar a ese lugar notó algo raro y fingió ir al baño. “Se lo llevaron de ahí dos hombres. Yo me bajé del auto en el que lo esperaba y me fui”, dijo Irene Dobra. 

La testigo también señaló que dos días después su suegro fue a ese bar a averiguar qué había pasado Y que allí le dijeron que media hora antes habían llegado policías de civil con Marta Andrade, a quien supuestamente llevaron para poder capturar a Cajide. 

Dobra dijo que no supo por que centros clandestinos pasó su esposo, pero que el ex detenido Walter Docters mencionó en un testimonio en la CONADEP que compartió su cautiverio en un centro de Arana. 



Secuestro con robo 

Carlos Jeanneret fue otro de los testigos que prestó testimonio ante la Cámara Federal. Declaró por la desaparición de su padre, Fermín Jeanneret, un dirigente del Partido Justicialista de 67 años secuestrado en Quilmes el 6 de abril de 1977. 

El testigo afirmó que el operativo incluyó la entrada a un negocio que atendía su padre, con robos y destrozos. “Fueron 14 o 16 personas, con chalecos antibalas y armas gruesas”, dijo Jeanneret. Más tarde, agregó: “De mi casa también se llevaron cosas. Le sacaron una cadenita de oro a una nena, y los anillos a mis padres”. 

Por otro lado, Omar Abarzúa declaró por la desaparición de su hermano Oscar, el 16 de diciembre de 1977. Manifestó que por informaciones que le llegaron se enteró que Oscar fue secuestrado a la salida de su trabajo, en la Destilería YPF de La Plata, por dos personas que se movilizaban en un automóvil Falcon. 

El testigo sostuvo que su hermano podría haber estado ilegalmente detenido en la Base Naval de Río Santiago. 

Además, Adela Portela brindó declaración testimonial por la desaparición de su hermana María Rosario y el esposo de ésta, Jorge Arfuch. El matrimonio fue secuestrado el 28 de mayo de 1976, aunque cada uno fue detenido por separado. 

Arfuch fue secuestrado en su lugar de trabajo, Astilleros Río Santiago. El abogado de APDH La Plata Jaime Glüzmann, pidió durante la audiencia que la Cámara cite al titular de Astilleros en esa época, el capitán de navío Oscar César Cepeda. Un informe brindado a la CONADEP indica que Cepeda estuvo como interventor en esa empresa desde el 24 de marzo de 1976, día del Golpe de Estado. 

En el Juicio por la Verdad se investigan ya otros cuatro casos de trabajadores de Astilleros desaparecidos: el de Rafael y Pablo Tello, y el de Jorge Astudillo y Mario Pinedo. 

También declaró hoy María Videla de Troncoso, por la desaparición de su hija María Troncoso y el esposo de ésta, Juan Carlos Bobadilla. La pareja fue secuestrada el 28 de enero de 1977 de un departamento de Tolosa. 

La madre de Troncoso dijo que no sabía nada del destino del matrimonio. E informó que otro de sus hijos fue secuestrado en Olavarría (centro de la provincia de Buenos Aires) y preguntado por su hermana, aunque al día fue liberado.
 

  

 

Ir a la Página Inicial del Juicio por la Verdad