Miércoles 24 de febrero de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Médicos contaron cómo se procedía con cadáveres N.N.
Tres ex-médicos policiales contaron cómo se procedía con cadáveres N.N. durante la dictadura. Dijeron que muchos certificados se firmaban sin ver los cadáveres. Y que la identificación quedaba a cargo de la instrucción policial. También declararon Emilce Moller, ex detenida durante "La noche de los lápices" y Gustavo Calotti, por la desaparición de María Claudia Falcone.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Los doctores Roberto Dossena, Roberto Ciafardo y Jorge Boulocq cumplieron funciones en la Dirección de Sanidad de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la peor época de la represión ilegal. La Cámara los citó a consecuencia de la denuncia de Adelina Dematti de Alaye, madre del desaparecido Carlos Alaye, sobre la existencia de 491 cuerpos NN enterrados en el cementerio de La Plata entre 1976 y 1980. 

El doctor Dossena dijo que firmó certificados "sin ver los cadáveres porque es una práctica habitual, que todavía se hace". Explicó que "siempre constaté las muertes tomando las causas de éstas del libro de guardia". 

El médico contó que estaba bajo la supervisión del Dr. Eduardo Sotés, en ese momento titular de la Dirección de Sanidad, quien le decía que trabajara y no hiciera preguntas. "Nos sentimos inmersos en algo que no sabíamos qué origen tenía". Además, destacó que le llamó la atención que no hubiera pedidos de informe a la Dirección sobre el estado de los cadáveres N.N., como es costumbre.

Por su parte, Roberto Ciafardo explicó cómo eran, según su experiencia, los procedimientos: "la instrucción (policial) nos llamaba dando cuenta de un 'enfrentamiento' en la calle. Ibamos con la ambulancia, retirábamos el cuerpo y lo llevábamos a la morgue policial. Allí la instrucción se encargaba de identificar el cadáver". Sin embargo, el ex funcionario policial negó conocer a algún oficial de la policía que tuviera participación en esas intervenciones, si bien admitió que concurría al menos una vez por semana a una comisaría platense. 

Preguntado por el tribunal sobre si se realizaban autopsias, Ciafardo señaló que "en general no se necesitaba porque, según el Código de Procedimiento Penal, si las causas del deceso son evidentes no es necesaria hacerla". Cabe destacar que la mayoría de las muertes fueron diagnosticadas por "pérdida de masa encefálica por herida de arma de fuego".

Entonces, el camarista Antonio Pacilio, le solicitó que explique cómo era posible que se haya certificado que la muerte de Marcelo Bettini, víctima de la represión, fue por "insuficiencia cardíaca aguda" sin habérsele hecho una autopsia. El médico minimizó el episodio y no dio precisiones. 



Sobrevivientes de la represión


También declararon Emilce Moller, ex detenida durante "La noche de los lápices" y Gustavo Calotti, por la desaparición de María Claudia Falcone. 

Moller, que cursaba 5º año del secundario, relató que fue secuestrada en su casa el 17 de septiembre de 1976 por miembros del Ejército Argentino y llevada al centro clandestino de detención en Arana. "Me torturaron con la picana y con cigarrillos encendidos, haciéndome un interrogatorio incoherente, en sesiones que duraron cuatro días". 

Al poco tiempo fue trasladada con otro grupo de detenidos a la Brigada de Investigaciones de Quilmes, luego a una comisaría de Valentín Alsina -donde fue "legalizada"- y más tarde a la cárcel de Devoto, hasta que recuperó su libertad en 1978, bajo vigilancia. 

En tanto, Gustavo Calotti, quien viajó desde Francia -donde reside- para declarar, contó que fue secuestrado en la Jefatura de Policía, lugar en el que trabajaba como cadete. Calotti también fue llevado a Arana donde tuvo un efímero contacto con Falcone. 

"Parecía que les daba placer torturarme. Uno de los torturadores era (Luis Héctor) Vides", sostuvo. Y agregó: "Me preguntaban dónde militaba y quiénes eran mis cómplices dentro de la Policía, porque decían que era un traidor". Además declaró que fue obligado a firmar la renuncia a su trabajo en la Policía mientras estaba ilegalmente detenido. 

  

 

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