Jueves 24 de Junio de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

La dictadura le llevó a sus dos hijos
La dictadura le llevó sus dos hijos a Julio César Poce; hizo casi 300 gestiones para hallar a uno de ellos. Los jóvenes eran militantes universitarios. Y desaparecieron luego de ser amenazados por la CNU. También declaró una ex carcelera y un ex detenido que estudiaba para ser policía.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Un hombre al que la dictadura le arrancó a sus dos únicos hijos declaró ayer ante la Cámara Federal de La Plata y contó todas las gestiones que hizo para hallarlos.

Julio César Poce es el padre de Julio Genaro y Ricardo César, quienes fueron víctimas de la represión ilegal durante la última dictadura. 

Julio (h) cursaba el cuarto año de medicina en la Universidad Nacional de La Plata en 1976, cuando fue amenazado de muerte por la Concentración Nacional Universitaria (CNU), un grupo de ultraderecha responsable de varios secuestros antes y durante la dictadura. Julio era el líder de uno de los partidos políticos de la facultad. 

El 22 de marzo de ese año, dos días antes del golpe de Estado, se casó y se fue a vivir a Buenos Aires para alejarse de las amenazas. Allí comenzó a trabajar y vivió tranquilamente hasta la madrugada del 19 de octubre. "Un grupo de militares, civiles y policías rodearon la manzana y entraron a tiros en su casa", contó su padre ante el Tribunal. Y agregó: "Él fue herido cuando trataba de escapar; lo sacaron con su esposa, Graciela Pernas, y los metieron en el baúl de un auto". 

Poce aclaró a la Cámara que su testimonio se desprende de los dichos de varios vecinos que vieron el episodio. "Una vecina me dijo que (los secuestradores) entraron a su casa y también se llevaron a su hijo, que volvió golpeado rato más tarde", afirmó el testigo. 

Después del secuestro de Julio, Poce sólo logró averiguar que su hijo había pasado por los centros clandestinos de detención "El Banco" y "Pozo de Banfield" a través del testimonio de ex detenidos que los vieron en esos lugares. Una ex prisionera le relató a Poce que vio cuando su hijo y su nuera llegaron a "El Banco" y le comentó que Julio tenía una herida en el muslo, que los torturaron a ambos, y que dos días más tarde se los llevaron de allí. 

En la desesperación por encontrar a su hijo desaparecido, Poce presentó varios hábeas corpus en distintos juzgados, que fueron contestados en forma negativa. También se entrevistó con distintos funcionarios nacionales e internacionales, con organizaciones de derechos humanos y, finalmente, con militares. "Por este caso hice casi 300 gestiones", contó.

Tanto golpeó puertas que lo atendió el subsecretario del ministerio del Interior, Ruiz Palacios, quien al escuchar su historia lo contactó con el coronel Ferro, jefe del Primer Cuerpo del Ejército con asiento en Palermo y a cargo de varios centros clandestinos de detención, según afirmó el testigo. 

Poce se reunió con Ferro en la sede del Primer Cuerpo. "Yo he visto varias películas sobre los nazis y eso era el comando de las SS", relató durante la audiencia. Dijo además que al ingresar "había que dejar toda la documentación" y que mientras esperaba que lo atendieran vio desfilar "policías federales, provinciales, civiles, marinos y gente con peluca". 

Ferro lo atendió después de haber esperado media hora. "Llegó con una ametralladora, que puso sobre la mesa", sostuvo Poce. El coronel no le dio datos y lo hizo volver en dos ocasiones más, que también fueron en vano. Nunca más supo de su hijo Julio ni de Graciela, su nuera.

Por otra parte, Ricardo César Poce estudiaba en 1976 en la Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP, donde militaba en una agrupación. Y también fue amenazado por la CNU. Por eso decidió ir a vivir junto a su esposa a Berazategui. Allí comenzó a trabajar en una fábrica y, en poco tiempo, "se transformó en un líder sindical, lo que le costó su desaparición", relató Poce. 

El 9 de diciembre de 1978 la esposa de Ricardo visitó a Julio Poce (padre) en su casa para avisarle que su hijo había salido temprano y no había vuelto a casa. En ese momento Poce se dio cuenta de que Ricardo había sido secuestrado.

Tiempo después, cuando hizo la denuncia ante Amnistía Internacional, se enteró que dos testigos, que habían declarado en ese organismo, dijeron haber visto el momento en que secuestraron a Ricardo. Según los testimonios, Ricardo se dirigía a la estación ferroviaria de Ezpeleta cuando fue cercado por un grupo de tareas. Ante el inminente secuestro, el hijo de Poce se echó a correr y lo balearon por la espalda; luego lo cargaron en un automóvil y lo llevaron al centro clandestino de detención "El Olimpo". 

Poce pudo averiguar que el oficial que comandó el grupo de tareas que asesinó a su hijo tenía como apodo "Alacrán" y se apellidaba Sifomódica. Era subcomisario y en 1996 prestaba funciones en el Centro de Atención a la Víctima, de la Policía Federal. Este hecho tomó relevancia y Sifomódica fue dado de baja.

Por el caso de Ricardo, Poce también hizo varias presentaciones de hábeas corpus en distintos juzgados, todos con resultado negativo. Uno de los tantos pedidos de eximición de prisión los hizo en el juzgado federal Nº 2, a cargo del juez Leopoldo Russo, quien le obligó "a pagar aranceles", según contó Poce.



Declaró una carcelera


En la jornada de ayer también declaró Argentina Inocencia Guzmán, quien se desempeñó en el Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires desde 1976 hasta 1981. En este período cumplió funciones, bajo el cargo de sargento, en la Unidad Penal Nº8 de Olmos. 

Guzmán fue citada a declarar en la causa en la que se investiga el paradero de María Claudia Falcone, víctima de La Noche de los Lápices. 

La ex sargento tuvo contactos comerciales con Francisco Fanjul (padre) durante la dictadura y éste le contó que su hijo Fernando había desaparecido. Asimismo, le preguntó si sabía del destino de Falcone. 

Ayer, ante la Cámara, Guzmán dijo no recordar que Fanjul le hubiera preguntado por la desaparecida. 

La testigo, quien se encargaba de "abrir y cerrar la reja" -según contó- afirmó que en la cárcel había un pabellón especial para presos políticos. También sostuvo que las detenidas embarazas daban a luz ahí mismo y que eran atendidas por los médicos del Servicio Penitenciario. 

Consultada por si conocía los nombres de algunos médicos, la testigo dijo que no. Pero cometió un furcio: recordó el apellido "Delgadillo" y después se corrigió al decir "Del Castillo, un matrimonio que fue acribillado en la puerta del penal". 

Cabe recordar que Delgadillo fue la partera que atendió a la madre de los mellizos Reggiardo-Tolosa, quienes fueron apropiados por Samuel Miara. Delgadillo desapareció junto a su marido, luego que denunciara el parto (ocurrido en la cárcel en la que trabajaba Guzmán) ante el arzobispo de La Plata, Monseñor Antonio José Plaza.



Secuestrado en la Escuela de Policía


También declaró en calidad de testigo Guillermo Canon, por la desaparición de Norberto Rodas, un albañil que fue secuestrado en La Plata el 30 de octubre de 1976. Canon dijo que conocía a Rodas, pero no supo informar cómo desapareció. "En el barrio decían que se lo había llevado la Policía", afirmó Canon ante el Tribunal.

El testigo relató que él también fue detenido en forma ilegal. Dijo que un grupo de personas de civil lo secuestró en el interior de la Escuela de Suboficiales de la Policía de la Provincia "Juan Vucetich", en donde estudiaba.

Cano señaló que lo llevaron encapuchado a un lugar que no pudo precisar, en donde permaneció detenido alrededor de cien días. El testigo contó que desde su lugar de detención escuchaba campanadas, por lo que habría estado secuestrado en la comisaría 5º de La Plata, ubicada a pocos metros de la iglesia del Seminario Mayor. Y expresó que "todos las noches se escuchaban tiros, ruidos de armas y de autos".

Tampoco pudo precisar la fecha de su detención, pero ante una pregunta de un abogado de la APDH La Plata, afirmó que fue meses después de la detención de Norberto Rodas, "en el verano" de 1977.

En cautiverio, Cano fue golpeado y preguntado acerca de "si había entrado a la Escuela de Policía para identificar policías y luego matarlos".

El testigo manifestó que fue liberado gracias a las gestiones que realizó su padre, quien era un efectivo policial, que habló, entre otras personas, con el Jefe de la Policía y con el capellán del Ejército en esa época, un sacerdote de apellido Stolfi. 



No hubo careo


Por otro lado, no se realizó el careo previsto entre los ex médicos de la Dirección de Sanidad de la Policía de la Provincia Néstor De Tomas y José Albisu. Los dos estaban citados a raíz de una controversia entre sus declaraciones, por el destino de los libros de partes Médico-legales que busca la Cámara Federal de La Plata.
 

  

 

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