Jueves 25 de marzo de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Las monjas francesas habrían estado en el Hospital Naval
Creen que las religiosas francesas Alice Dumont y Leonide Duquet habrían estado en el Hospital Naval. Se desprende de la declaración de una ex enfermera, quien también dijo haber atendido a un detenido encapuchado. Habló de presiones hacia los empleados del Hospital por parte de sus superiores. Además declararon médicos de ese nosocomio, que negaron todo.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Según el testimonio de una ex enfermera del Hospital Naval Río Santiago, las religiosas francesas Alice Dumont y Leonide Duquet habrían pasado por ese nosocomio militar luego de ser secuestradas por la dictadura.

Marta Ayala, quien trabajó en el Hospital Naval desde diciembre de 1976, relató ayer ante la Cámara Federal de La Plata que los empleados de ese lugar trabajaban bajo una intensa presión de sus superiores -militares y civiles-. "Nos instruían para que no habláramos de lo que hacíamos en el Hospital", señaló.

La enfermera contó que en el Hospital, en esa época, había micrófonos ocultos y teléfonos intervenidos, y que al salir los empleados debían usar una contraseña: "Si no hacíamos esto, nos bajaban con un FAL. Había gente armada por todos lados".

Ayala reveló que "todos sabíamos" que en el primer piso estuvieron internadas las monjas, y que una enfermera le dijo que las vio. Asimismo, declaró que el ex almirante Emilio Massera visitaba el Hospital -"a tomar mate"-, y que también el ex capitán Alfredo Astiz, condenado por la Justicia francesa por el asesinato de las monjas, estuvo allí en la época del conflicto por el canal de Beagle.

La mujer también sostuvo que por la noche se hacían simulacros de toma del Hospital, por parte de oficiales del Batallón de Infantería de Marina III (BIM 3), lindante con el nosocomio. "Esto lo vio todo el mundo que trabajaba allí".

Sin embargo, la enfermera Julia Carrizo y los doctores Horacio Games, Francisco Blanc y Edgardo Coria, quienes también trabajaron en el Hospital durante la dictadura, negaron esta situación y saber acerca de la atención a dos religiosas francesas.

"Nunca presencié ni escuché comentarios de personas armadas dentro del Hospital", afirmó Julia Carrizo, supervisora de Marta Ayala en esa época.



Detenido encapuchado

Ayala relató que en el primer piso del sanatorio había un lugar al que no se podía acceder y que estaba vigilado por un oficial armado.

"A allí me llevó mi jefa, Julia Carrizo; me dijo que no tenía que ver ni recordar", afirmó. En ese lugar Ayala le colocó una sonda en la nariz a un joven alto y flaco, que estaba atado en la cama y encapuchado.

"Todo el mundo comentaba que en el Hospital entraba gente sin ser registrada", señaló Ayala. En tanto, los médicos que declararon negaron que eso ocurriera.

En su extensa declaración, la testigo indicó que la morgue del Hospital Naval estaba bajo guardia militar y que había rumores de que allí "había cadáveres que no se nos habían muerto a nosotros".

Además, la mujer dijo que en las noches partían camiones con soldados desde el BIM 3. "Cuando salían, a los oficiales les decían que tenían 'canilla libre', que significaba vaciar los cargadores", aseguró. De igual forma, Ayala agregó que "había cabos y oficiales que decían que se quedaban con las prendas de los detenidos, como camperas y zapatillas".



Registros perdidos

También declararon en la causa Alaye (al igual que los médicos y enfermeras del Hospital Naval), Néstor y Osvaldo De Tomas. El primero, quien ya se presentó una vez ante el tribunal, trabajó en la Dirección de Sanidad de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Fue citado por la Cámara Federal para aclarar el destino de 23 libros de Partes Médico-Legales que se usaron durante la dictadura en Sanidad, y que él recibió de un juzgado de La Plata que los había requerido para una investigación penal.

Néstor de Tomas no recordó haber recibido los libros, pero reconoció un comprobante con su firma. En esos registros constan las actuaciones médicas de la Policía, y el estado de los cadáveres NN que pasaron por la morgue de Sanidad.



Otra víctima


Finalmente, declaró la ex detenida María Elvira Luis, quien conocía al desaparecido Carlos Alaye.

La mujer estuvo prisionera en el centro clandestino de detención "La Cacha" durante cuatro meses y afirmó que al mando de ese lugar estaba una persona apodada "El Oso".

Luis relató que su detención se debió a una denuncia de sus propios compañeros de militancia peronista. 

  

 

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