Miércoles 30 de Junio de 1999 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Nuevo caso de bebé apropiado
La Cámara Federal investiga tres nuevos casos, y el de un bebé apropiado nunca denunciado hasta hoy. Entre las causas que comenzaron hoy figuran las de dos matrimonios desaparecidos. Una de las mujeres estaba embarazada durante el cautiverio, y es la primera vez que se denuncia el caso de su bebé, por lo que hay un bebé más en la lista de niños apropiados. También, la de cuatro estudiantes que fueron liberados. Hubo un careo entre dos médicos policiales.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- Nilda Noemí Aued declaró por la desaparición de su hermano Roberto Eduardo y la esposa de éste, María Graciela Médici, quien esperaba un bebé. El matrimonio fue secuestrado de su casa de 135 y 32 el 1º de agosto de 1977. 

Sin embargo, Aued fue llamada a declarar por un hábeas corpus que presentó después del secuestro de su esposo Alberto Rafael Arias, liberado a los pocos días de ser detenido. 

Como Aued contó lo que había pasado con su hermano y su cuñada, el Tribunal estimó más importante este caso y la interrogó sobre el mismo, como un nuevo aporte sobre la investigación que lleva adelante desde septiembrepasado sobre el destino de más de 2000 desaparecidos en la región. 

Según la testigo, en el operativo en el que fueron secuestrados su hermano y su cuñada, participó personal del Ejército. "Los tiraron al suelo, los envolvieron en frazadas y los cargaron en una camioneta", sostuvo Nilda Aued ante la Cámara.

Por lo que pudo averiguar Aued, Roberto Aued y Graciela Médici estuvieron los primeros tres meses detenidos en la Brigada de Investigaciones de La Plata y luego fueron trasladados al centro clandestino de detención conocido como "Pozo de Banfield". "Estuvieron allí hasta el '81", declaró la mujer. 

Esta información se la aportó un ex detenido (Nieves Acosta) que estuvo con el matrimonio durante el cautiverio y la última vez que vio a la pareja fue en 1981, ya que lo pusieron a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en ese año. El ex detenido también le contó a Aued que Roberto y Graciela "fueron torturados física y psicológicamente" durante los cuatro años de permanencia en el circuito represivo. 

Otro de los datos revelados a Nilda Aued por el liberado, es que Graciela Medici estaba embarazada de cinco meses en el Pozo de Banfield, en 1981. Es la primera vez que se denuncia el caso del hijo de Medici, quien hasta ahora no figuraba como desaparecido. En el pozo de Banfield, hubo varios partos, y el responsable de atenderlos era el médico policial Bergéz.

Por otra parte, el mismo día en que se produjo el secuestro de Roberto Aued y Graciela Médici, en la casa de ambos fue asesinado Daniel Mariani, quien fue hasta allí por una diligencia y llegó en el momento en que se estaba llevando a cabo el operativo. Cabe destacar que la esposa de Mariani, Diana Teruggi, fue asesinada en el ataque perpetrado a su casa -conocida como "La Casa de la Resistencia"- por las fuerzas de seguridad en noviembre de 1976, y en ese mismo operativo fue secuestrada su beba Clara Anahí de tres meses.

Cuando Mariani fue asesinado vivía escapando de los represores. El esposo de Nilda Aued, Alberto Rafael Arias, fue detenido en su casa por personal del Ejército y llevado a la comisaría 4ª de esta ciudad, meses antes del secuestro de Roberto y Graciela. Mientras estuvo allí "le preguntaban por las actividades que realizaba Roberto", dijo la testigo ante la Cámara. 

Asimismo, Aued sostuvo que pudo comprobar que la persona que comandó el operativo de secuestro de su marido era el titular de la comisaría 4ª, aunque no pudo recordar su nombre cuando fue consultada en ese sentido. Se le preguntó por un comisario de nombre Quartucci, a lo que la testigo dijo que no estaba segura que fuere ese el apellido. 




Represión sin límites


También prestó testimonio ante la Cámara Alfonso Dell'Orto, padre de Alicia Graciela y suegro de Ambrosio Francisco De Marco, quienes fueron secuestrados el 5 de noviembre de 1976. 

Dell'Orto y su familia estaban pasando el fin de semana en una casa de la localidad de City Bell cuando a la 1.30 de la mañana golpearon a su puerta.

"Abrí y entraron personas de civil con armas largas. Me hicieron acostar boca abajo y comenzaron a revisar la casa", relató el testigo. Minutos después, y desde el piso, Dell'Orto pudo escuchar cómo se llevaban a su hija y a su yerno en dos autos.

Al día siguiente, Dell'Orto presentó un hábeas corpus y fue a ver a un amigo, que era comisario retirado, para ver si por intermedio de éste podía averiguar qué había pasado con sus seres queridos. 

Su amigo pudo enterarse que Alicia y Ambrosio estaban detenidos en la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Este dato se lo proporcionó al amigo de Dell'Orto un subcomisario que en ese momento se desempeñaba en la Jefatura: Héctor Vargas. Los abogados de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata le interrogaron sobre este subcomisario.

Horas después, Alfonso Dell'Orto fue a visitar a su hija pero el guardia de la entrada no lo dejó ingresar, aunque reconoció que Alicia estaba detenida en esa dependencia.

Después de este episodio, el testigo no supo más nada respecto del destino de su hija y su yerno hasta hace dos años, cuando un ex detenido le contó a su hijo Gerardo que había visto a Alicia y a Ambrosio en el centro clandestino de detención "Pozo de Arana". 

El ex detenido, de apellido López, relató que el matrimonio fue fusilado al poco tiempo de haber llegado a allí. 

En plena dictadura, Dell'Orto hizo varias gestiones para dar con el paradero de su hija y su yerno. En una de las tantas visitas que hizo al Ministerio del Interior, un Coronel de apellido San Román le dijo que no se preocupara por ellos: "Quédese tranquilo, están en campos de reeducación porque son buenos pero estaban desviados (sic)", contó Dell'Orto que le habían expresado.




Reaparecidos


En las audiencias de hoy también declaró Daniel Esteban De Sarro, quien fue secuestrado en su casa junto a tres amigos el 21 de septiembre de 1976 y liberado dos días más tarde. 

El testigo relató que "entraron policías a empujones y nos encañonaron". Junto a él fueron detenidos su compañero de departamento, Guillermo Monjeau, y dos vecinos. 

De Sarro contó que lo golpearon mientras le preguntaban por Alejandro Monjeau, hermano de su compañero Guillermo. También sostuvo que "en el interrogatorio me preguntaron sobre hechos de cuando tenía 15 o 16 años, y yo en ese momento tenía 20. O sea que estaban bien informados".

Consultado por la Cámara por el lugar donde estuvo detenido, De Sarro no pudo recordar nada de los hechos que vivió porque "siempre estaba encapuchado". Y cuando le preguntaron si habló de este tema con sus amigos -que también fueron liberados-, respondió: "Hay mejores temas para hablar".




Libros perdidos


En tanto, se realizó un careo entre los ex médicos de la Dirección de Sanidad de la Policía de la Provincia Néstor De Tomas y José Albisu. El primero había dicho que en 1986 le entregó a su superior, Albisu, veintitrés libros de partes Médico-legales usados en Sanidad durante la dictadura, que había recibido de un juzgado provincial. Albisu, director de Sanidad en ese momento, negó que De Tomas se los haya dado. 

En el día de hoy, ambos se mantuvieron en sus posiciones, y De Tomas reconoció que pudo haber entregado la documentación a otro funcionario de la dependencia. El tribunal le hizo a saber a De Tomas que "es el único responsable" del destino de los libros, ya que no existen registros de que él los haya entregado, luego de recibirlos del juzgado. Cabe aclarar, que en esa documentación constan las causales de la defunción de cuerpos NN, presuntamente víctimas de la represión ilegal.

Además, declaró Héctor Mario Cacavielo, un comisario que trabaja actualmente en el Ministerio de Justicia y Seguridad con funciones administrativas. El Tribunal le hizo saber que tenía datos que lo sindicaban como "ayudante del Director de Investigaciones de la Policía durante la dictadura, Miguel Angel Etchecolatz", y que se habría encargado con éste de hacer desaparecer "libros del PEN".

Cacavielo negó haber tenido los libros (que no serían los mismos que los de Sanidad) y haber sido ayudante de Etchecolatz. Explicó que en 1976 él era cabo primero y que cumplía funciones administrativas.

Sobre el destino de los libros de partes Médico-legales de Sanidad, Cacavielo dijo que no sabía dónde estaban, pero aportó datos sobre el sistema de documentación de la policía y sobre el Archivo General de la Policía, dónde estarían las actas de incineración, en el supuesto que la documentación de Sanidad haya sido destruida.
 

  

 

Ir a la Página Inicial del Juicio por la Verdad