Miércoles 18 de Octubre de 2000 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Declaró un jefe de la Brigada platense: "Teníamos detenidos muy especiales"
Además, admitió que sus subordinados participaban de secuestros ordenados por el Ejército, y dijo que “la Policía hacía los mandados” de las Fuerza Armadas. En tanto, se negó a declarar el represor Eros Tarella, conocido como “capitán Trimarco”.

Por Vanina Wiman, Lucas Miguel y Francisco Martínez (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- El jefe de la Brigada de Investigaciones de esta ciudad durante la segunda mitad de 1977, Rubén Oscar Páez, reconoció hoy ante la Cámara Federal que en esa dependencia funcionó un centro clandestino de detención, donde había “detenidos muy especiales” —definición que utilizó para hablar de ilegales—, y sostuvo que los efectivos que se desempeñaban allí realizaban las detenciones que el Ejército ordenaba. 

Páez, hoy de 65 años, fue jefe de la Brigada entre junio y diciembre de 1977 y dijo que en los calabozos de la dependencia funcionó un “área restringida que dominaba el Ejército”, ocupada por detenidos “muy especiales”. “Eran colaboradores, ‘quebrados’, que ofrecían información sobre organizaciones y compañeros”, reiteró una y otra vez durante su relato. En tanto, los detenidos por “delitos comunes” eran derivados a otras seccionales, señaló. 

Según contó, el área restringida “estaba a cargo de las Fuerzas Conjuntas” yconcurrían allí “diariamente” oficiales del Ejército y la Marina. De esta manera, aprovechó para deslindar su responsabilidad: “La Policía se encargaba de la seguridad del lugar y nada más”, aseguró. Y remarcó: “La Policía hacía los mandados”. 

En este sentido, explicó cómo operaba la dependencia y sus efectivos bajo las órdenes de las “Fuerzas Conjuntas”. Dijo que los policías participaban en los secuestros (“detenciones” fue la palabra que empleó): “A mí me daban órdenes los militares de detenciones, de traslados... Concretamente, nosdaban un objetivo, para detener a una persona. Después, se le entregaba (el detenido) a esta gente y ellos hacían su interrogatorio”. Páez continuó: “Sise hacía la detención, se comunicaba a Jefatura y venía personal especializado a hacer el interrogatorio”. 

Dijo, además, que en la Brigada “no se torturaba” porque “era un lugar muy chico”. Y destacó: “Nunca vi ni escuché nada (gritos por torturas). Nunca vi un interrogatorio”. Asimismo, contó que los militares confeccionaban listas con los nombres de los detenidos, que cambiaban a diario, debido a los movimientos constantes que hacían con los secuestrados de un centro clandestino a otro. En este marco, enfatizó que las listas “no quedabanarchivadas en la Brigada” y que él nunca tuvo acceso a ellas. 

El hoy ex policía, retirado con el rango de comisario mayor, reconoció también que sus subordinados realizaban el traslado de detenidos a otroscentros clandestinos, entre los que mencionó la comisaría 5°, “Zona Metropolitana” de Bánfield, el Destacamento de Arana y “distintas dependencias de la Capital Federal”. 

No obstante, negó que los efectivos de la Brigada realizaran trabajos de inteligencia sobre sus “objetivos”. 

Páez contó que su segundo era el represor Luis Héctor Vides, de quien primero dijo que “se ocupaba de los delitos comunes” y, al rato, no descartóque dirigiera los “grupos operativos” (de tareas) que salían a secuestrar gente en cumplimiento de las órdenes militares, tal como lo denunció la semana pasada el ex policía Juan Carlos Urquiza. 

Asimismo, nombró los apodos de tres de los militares que concurrían diariamente a interrogar a los detenidos: “El Francés”, “El Amarillo” y “El Amigo”. Según Páez, “iban de civil e ingresaban libremente”. 

El ex policía dejó en claro que ninguno de sus subordinados podía ignorar elfuncionamiento del centro clandestino, dato importante para la Cámara, ya que los próximos policías citados no podrán negar lo que allí sucedió. 

En el final de la declaración, Sara Cánepa abogada de María Isabel Chorobik de Mariani, abuela de una beba desaparecida, solicitó que el tribunalacusara por falso testimonio a Páez, debido a “flagrantes contradicciones” entre el testimonio de hoy y uno que prestó el 26 de noviembre de 1984 ante el juez Antonio Borrás, que fue leído durante la audiencia. La más notoria de las contradicciones tiene que ver con su participación en “operativos contra la subversión”, ya que hoy negó haber participado en ellos y en 1984 afirmó que estuvo presente el 24 de noviembre de 1976 en el ataque que las fuerzas de seguridad realizaron a la casa de Daniel Mariani, cuando secuestraron a su hija y mataron a su esposa y al resto de las personas que la habitaban. 

Además, en ese testimonio reconocía que en el Destacamento de Arana había “un sector reservado para alojar subversivos, dependiente de las FuerzasArmadas”, mientras que hoy omitió el dato cuando fue preguntado en ese sentido. 




Un torturador se negó a declarar 

En tanto, el policía Eros Amílcar Tarella, acusado de torturador del centro clandestino “Puesto Vasco”, se negó a declarar ante los jueces. 

Tarella fue citado a prestar declaración informativa, luego de que tres ex detenidos lo mencionaran como interrogador y torturador de ese centro clandestino. El presidente del Tribunal, Alberto Durán, recordó que JuanRamón Nazar y Ramón Miralles lo mencionaron en sus respectivos testimonios, y omitió mencionar la declaración de Héctor Ballent, quien dijo que Tarellalo torturó personalmente. 

El 6 de septiembre pasado, el juez Julio Reboredo le preguntó a Ballent: 

—En los lugares de cautiverio, además de quiénes se encargaban de interrogarlo o de las torturas, ¿usted puede identificar a algunos de ellos? 
—Al principal, contestó el ex detenido. 

—¿Cuál de ellos?, inquirió el juez. 
—Era Tarella, alias el Capitán Trimarco. 

Ballent también dijo que “el día que caía Tarella (al centro clandestino),ponían la radio arriba. Lo ponían en una estación donde no se pasaba avisos comerciales, Radio Del Plata. Música continuamente. Así que música arriba ygritos abajo”, en referencia a las torturas. 

Y, en otro tramo de su declaración, agregó para que no queden dudas: “Los interrogatorios bajo tortura los hacía uno solo o mejor dos, que eran (elmédico, Jorge Antonio) Bergés y Tarella, y nadie más” 

Esta tarde, Eros Amílcar Tarella prefirió no declarar y no ensayó ninguna argumentación. Incluso casi se retira sin dar sus datos identificatorios, ya que el Tribunal se había olvidado de preguntárselos. Hasta ese momento, el público presente en la sala de audiencias no sabía quién era el personaje que se había negado a declarar. 




Atendió el parto de una desaparecida 

La jornada de audiencias de hoy también contó con la presencia del médicoJusto Horacio Blanco, quien la madrugada del 2 de abril de 1977 atendió el parto de la desaparecida Silvia Mabel Isabella Valenzi, en el Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes (Gran Buenos Aires). 

Blanco contó que a las 3:15 de la mañana Silvia dio a luz una nena prematuraque pesó 1,8 kilos, que, al igual que su madre, está desaparecida. 

Todo comenzó la noche del 1° de abril, fecha en que el testigo se encontraba de guardia. “Alrededor de las 23:00 ingresó un grupo de policías con el médico Jorge Bergés a la cabeza, que traían a una embarazada con un avanzado trabajo de parto”, relató Blanco. Después, Bergés se retiró y los policías esperaron fuera de la sala, previa discusión porque querían presenciar el momento del nacimiento. 

Antes del alumbramiento, que se produjo cuatro horas más tarde, los médicos —según dijo Blanco— aprovecharon para preguntar a Silvia por suidentidad y para confeccionar una historia clínica. En esta breve charla, la desaparecida les contó que había sido torturada. 

“Dos o tres horas después del parto, a las 5:00 ó 6:00 de la mañana, el grupo policial se la llevó (a Silvia) en una camioneta sin identificación”,dijo el médico. No obstante, la beba permaneció en el nosocomio, en una incubadora. Aunque tiempo más tarde, no se sabe cuando, desapareció. “No hayacta de defunción ni constancia de que se la llevaron”, aseguró Blanco. 

El doctor, asimismo, dejó en claro que esta fue la única vez que se produjo un nacimiento con estas características y que nunca más lo vio a ver a Bergés en ese nosocomio. 




Derivación del caso Valenzi 

Días después, el 14 de abril de 1977, fue secuestrada en la puerta del Hospital Isidoro Iriarte la enfermera Generosa Frattasi. Su hermana Teresadeclaró hoy ante la Cámara y dijo que la desaparición se produjo un día después que Generosa acompañara a la madre de Silvia Valenzi a hablar con el director del nosocomio, un médico de apellido Iriarte, ya fallecido. 

En esta oportunidad, según contó, Generosa habría discutido con su jefe que Silvia había dado a luz en el hospital, mientras que el médico lo negaba. 

Ocho días antes también había desaparecido la enfermera María Luisa Martínezde González. El médico Blanco dijo hoy que un comentario que circulaba en el hospital indica que ambas desaparecieron porque una de las dos “había comunicado este parto a la familia Valenzi”. 

Teresa Frattasi dijo que su hermana fue vista en el centro clandestino conocido como “El Vesubio”. La desaparición de Generosa Frattasi es una delas ocho investigadas actualmente por la Justicia Italiana.
 

  

 

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