Miércoles 28 de Junio de 2000 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Von Wernich dijo a la familia que no buscara más al desaparecido
También una vez más se relacionó al sacerdote con la represión ilegal. En otro orden, una ex detenida contó su historia y la de dos familiares desaparecidos. Y la Asociación ex Detenidos-Desaparecidos presentó un informe sobre los centros clandestinos de Arana.

Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa)

 

LA PLATA.- Jorge Manazi, hermano de un desaparecido durante la última dictadura, relató hoy en el Juicio por la Verdad que el cura Christian von Wernich le dijo a la madre de otro desaparecido que no lo buscase más porque ya no iba a aparecer. 

"Preocúpese por sus otros tres hijos, porque ya no va a aparecer", dijo el sacerdote a la madre de Rodolfo Petiná, quien fue secuestrado junto a Héctor Oscar Manazi y Ricardo Sangla en La Plata el 15 de junio de 1977. 

Manazi relató que von Wernich —un cura que según otro testigo estuvo en el centro clandestino que funcionó en la Brigada de Investigaciones y que recomendó "masajes" para los torturados — concurrió al lugar de donde su hermano y los otros dos jóvenes fueron detenidos ilegalmente, la casa que la Municipalidad de Trenque Lauquen tenía en La Plata. 

Allí, el cura preguntó a Jorge Manazi y a la madre de Petiná por las gestiones que habían hecho para dar con el paradero de sus familiares. "Él sabía qué había pasado", dijo Manazi ante los jueces y señaló también que Von Wernich "fue enviado" por el obispo de la localidad de 9 de Julio, en el interior de la provincia de Buenos Aires. 

El secuestro de los tres jóvenes ocurrió a las 2 de la madrugada y fue protagonizado por gente vestida de civil que bajó de tres Torinos. Hoy Manazi contó que no supo nada del destino de su hermano, que estudiaba Medicina y tenía 20 años. 




Ex detenida 

En la jornada de hoy también declaró Diana Inés Montequín, quien estuvo detenida ilegalmente durante casi ocho meses y tiene a su hermano Mariano Carlos y a su esposo, Pablo Alberto Balut, desaparecidos. 

Diana nunca había realizado una denuncia por su detención y hoy fue la primera vez ante un tribunal legal después de más de 20 años. 

La detención de la mujer comenzó con un "hecho fortuito", según lo definió ella misma. En enero de 1978, dos empleados del comercio de su padre salieron a cazar y llevaban "walkie-talkies" con los que se comunicaban. Sin querer sintonizaron la frecuencia de la Policía, que los detuvo. De esta manera, los efectivos llegaron a la casa del dueño de los walkie-talkies, Pablo Alberto Balut, quien ya estaba desaparecido desde el 24 de octubre de 1977. 

Un "grupo armado" ingresó en la casa preguntando por Pablo, que obviamente no estaba. Entonces quisieron saber por Diana, que en ese momento estaba en Buenos Aires, y le advirtieron a sus padres que le dijeran que se "entregara". 

En febrero de ese año, Diana se presentó en el Regimiento de Infantería 7: "A mi padre le dieron un documento que decía que se entregaba la 'delincuente subversiva Diana Montequín'", contó la testigo ante el Tribunal. 

Allí quedó detenida y luego pasó por la Comisaría de la Mujer, el Regimiento de Granaderos, "Ingenieros" -así definió el lugar-, y volvió a la seccional femenina, donde fue finalmente liberada en octubre. 

En su paso por "Ingenieros" fue sometida a un juicio, que se llevó a cabo en la sede del I Cuerpo de Ejército, en la Capital Federal. "Yo tenía un abogado que era teniente. Querían saber datos de personas y circunstancias", afirmó Diana durante la declaración. Y agregó: "Me acusaban de pertenecer a un grupo subversivo". 

Finalmente, fue sobreseída y trasladada a la Comisaría de la Mujer, en La Plata. Aquí declaró ante la Justicia civil, en el Juzgado Federal N° 1, donde "se me dio un sobreseimiento provisorio", relató. A esta altura ya era octubre y habían pasado ocho meses de su detención. 

Durante el testimonio, Diana contó que sus padres mantuvieron contacto con un militar de apellido Durán -que podría ser el coronel Alberto Durán Sáenz, jefe del centro clandestino conocido como "El Vesubio", según manifestó- mientras estuvo detenida, con el fin de tener noticias sobre ella. 

Durán era dueño de una vinería y vendía mercadería al padre de Diana. Según concluyó la testigo, su padre compraba el vino y, a cambio, el militar le daba información. 

En un hecho que despertó risas en el público, el presidente de la Cámara, Alberto Durán, aclaró a la testigo durante el acto que "no tengo ni tuve ningún familiar militar. Lo digo para su tranquilidad". 

En tanto, el hermano de Diana, Mariano Carlos Montequín, fue secuestrado en su domicilio de la Capital Federal el 6 de diciembre de 1977, "por un grupo de civil armado". Con Mariano, los represores se llevaron a Patricia Villar (desaparecida) y Virginia Casalaz, de la que Diana ignora su paradero. "El departamento fue clausurado con una faja del Ejército y quedó en custodia de la seccional 37° de la Policía Federal. Unos días después, un camión del Ejército se llevó todo lo que había en la casa", manifestó la testigo. 

Según relató, ex detenidos le contaron que su hermano pasó por los centros clandestinos conocidos como "Club Atlético" y "El Banco", "donde en mayo de 1978 tuvo su traslado final". 

Pablo Balut, el marido de Diana, fue secuestrado el 24 de octubre de 1977 en Mar del Plata. La mujer no contó más detalles sobre la detención de su esposo y la de su hermano porque la Cámara debe resolver si tiene competencia sobre los casos, ya que supuestamente no tendría jurisdicción 
sobre ellos. 




Declaró sobre la desaparición de su pareja

Por otro lado, Stella Barrufaldi declaró por la desaparición de su pareja, Luis Roberto Contrisciani, el 6 de diciembre de 1976. 

La mujer relató que el secuestro se produjo en su domicilio de diagonal 73 N° 1495 de esta capital, cuando Contrisciani arribaba al lugar. 

También dijo que los represores se llevaron algunas de sus pertenencias y que tiempo después comenzó a recibir llamadas telefónicas en las que se escuchaban quejidos o en las que le "avisaban" que ella había llegado a su casa . 

Barufaldi señaló además que el desaparecido era delegado gremial en el Hipódromo y que tiempo antes de la dictadura comenzó a seguir perseguido políticamente por esa actividad. 




Informe de Ex Detenidos

Durante la audiencia de hoy se presentó a ampliar su declaración la ex detenida Nilda Eloy, quien presentó un informe que elaboró la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos sobre los centros clandestinos que funcionaron en Arana. 

Eloy fue secuestrada en su casa el 1° de octubre de 1976 y liberada en 1979 de la cárcel de Devoto. Antes había pasado por los centros clandestinos de detención "La Cacha", "Pozo de Quilmes", "Pozo de Arana", "El Vesubio", la Brigada de Investigaciones de Lanús y la Comisaría 3° de Valentín Alsina. 

Hoy ante el tribunal entregó un informe elaborado sobre la base de 93 testimonios de sobrevivientes que da cuenta que "entre mayo de 1976 y marzo de 1978 estuvieron detenidas-desaparecidas en los campos de Arana al menos 186 personas, de las cuales 95 fueron liberadas, 68 continúan desaparecidas y de 23 no se conoce su destino", afirmó. 

Además, remarcó que "seis mujeres estaban embarazadas y hasta donde sabemos sólo una recuperó su libertad junto a su hija". 

En el informe están identificados "72 represores y cómplices vinculados a los hechos ocurridos en Arana. Aproximadamente 50 de ellos son acusados por los sobrevivientes como testigos directos de tener conocimiento o participación en los delitos". 

De todos los testimonios recabados, la Asociación de Ex Detenidos concluye que en Arana existieron tres centros clandestinos. "Uno, sin duda, fue el destacamento de Arana, ubicado en las calles 640 y 131; otro en las cercanías de 610 y 17; y el tercero aludido como Pozo de Arana, en las instalaciones que formaban el casco de la estancia 'La Armonía', ubicada en el predio que actualmente ocupa el Regimiento 7 de Infantería, al que se ingresa por 137 y 620", señaló Eloy. 




Policía enfermo

Para hoy estaban citados también tres ex policías que trabajaron en la comisaría 5° de La Plata, en donde funcionó un centro clandestino de detención.

Ceferino Gauna, señalado por cinco de sus ex colegas como "El Correntino" —apodo con el que se conoce a un represor de ese centro clandestino—, no concurrió por razones de salud. Mediante un certificado médico adujo que padece arritmia, hipertensión y un edema pulmonar. Los otros dos policías tampoco se presentaron. 




Testigo secreto

El primer testigo de hoy fue un ex detenido que pidió que se mantuviese su nombre en reserva. La Cámara Federal también determinó que el contenido de la declaración no trascendiese.
 

  

 

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