Miércoles 20 de Junio de 2001 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

El director del Hospital de Quilmes le ordenó ocultar el nombre de una desaparecida
Le pasó a un médico del Hospital de Quilmes, en donde dio a luz la desaparecida Siivia Isabella Valenzi. Dijo que la orden fue después de una reunión entre el director y una persona que podría ser Jorge Bergés.

Por Vanina Wiman (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA.- El médico Adalberto Pérez Casal afirmó hoy que el director del Hospital de Quilmes le ordenó personalmente alterar la documentación en la que figuraba el nombre de Silvia Valenzi, una desaparecida que el 2 de abril de 1977 dio a luz a una niña en ese establecimiento.

"Yo me negué a hacerlo", aseguró el testigo, y añadió que unos días después del parto una enfermera le comunicó que la niña había fallecido, aunque "nadie firmó el acta de defunción, y todos los papeles pasaron al director".

El médico -que en esa época se desempeñaba como Jefe del Servicio de Neonatología- contó en su declaración que el 2 de abril llegó al hospital y habló con un grupo de médicos: "Estaban un poco alterados, y me dijeron 'está internado el chiquito de una guerrillera'", recordó. Pérez Casal fue informado de las condiciones de salud de la bebé, que tenía problemas respiratorios por haber nacido prematuramente.

En el marco de esta misma causa, el 18 de octubre pasado fue citado el médico que atendió del parto en el Hospital de Quilmes. Horacio Blanco declaró que en la noche del 1º de abril "alrededor de las 23 ingresó (al hospital) un grupo de policías con el médico Jorge Bergés a la cabeza, que traían a una embarazada con un avanzado trabajo de parto".

La mujer era Silvia Mabel Isabella Valenzi, y, según Blanco, pocas horas después de dar a luz el grupo de policías se la llevó en una camioneta. Valenzi está desaparecida, al igual que la enfermera Generosa Fratassi y la partera María Luisa Martínez, ambas presentes en el parto. Tanto Horacio Blanco como Adalberto Pérez Casal afirmaron en sus testimonios que Fratassi y Martínez fueron secuestradas por haber informado a la familia Valenzi del nacimiento de la niña.

Pérez Casal señaló hoy ante la Cámara que en la mañana del 2 de abril mantuvo una conversación con un hombre que llegó al hospital inquiriendo por el estado de la bebé. "No estoy seguro, pero podría llegar a ser Bergés", indicó el médico. Y agregó: "Me dijo 'esta chiquita no la retira ni Videla, sólo yo'. Le contesté que él tampoco, que sólo se la podía llevar la madre con sus documentos. Él se molestó y solicitó hablar con el director".

El testigo contó que condujo al hombre al despacho de Roberto Iriarte -director del nosocomio-, quien lo hizo pasar y pidió a Pérez Casal que esperara afuera. "Después de eso, Iriarte me dijo que tenía que cambiar el nombre de Silvia Valenzi (en los libros del hospital). Yo le dije que no lo iba a hacer", aseguró. "El nombre de la madre figuraba en la historia clínica, yo lo vi", dijo Pérez Casal, y añadió que, cuando fue citado a declarar en el Juicio a las Juntas "(el fiscal Julio) Strassera me mostró los libros y el nombre estaba tachado".

Sobre el supuesto fallecimiento de la bebé, el médico afirmó que "una enfermera me avisó que había muerto". El juez Antonio Pacilio le preguntó si había constatado personalmente el fallecimiento, a lo que el testigo respondió que no.

Sobre el final de su declaración, el médico contó que en 1983, un tiempo después de que se conformó la CONADEP, recibió una falsa amenaza de bomba. "Hacía unos días le habían puesto una al Dr. Blanco; también me enteré que mi teléfono estaba intervenido", relató el testigo, y agregó que "unos días después salió (el entonces presidente Raúl) Alfonsín diciendo que estaban amenazando a los testigos".

 
Ex detenida

En tanto, también prestó testimonio la ex detenida Hilda Fuentes, quien contó que fue secuestrada el 25 de agosto de 1976, en la localidad de Monte Grande (oeste del Gran Buenos Aires). "Vino un grupo de policías de civil que preguntaban por mí. Me dijeron que querían ver mis documentos y mi pasaporte; yo les creí y me subieron a un Citroen para ir a mi casa", contó la testigo.

"A las pocas cuadras me hicieron acostar en el piso, me vendaron los ojos y me llevaron a una comisaría", señaló. Agregó que estuvo allí unas horas y que luego fue trasladada en una camioneta a un lugar que, por comentarios de otros detenidos que estaban allí, pudo identificar como un centro clandestino de Arana.

Allí Fuentes fue torturada con picana eléctrica. "Me hacían preguntas relacionadas con la actividad de mi marido, que no estaba en el país porque lo habían amenazado", manifestó la ex detenida, y añadió que su esposo, Roberto Domec, era el rector de la Universidad Nacional del Comahue, y lestaba "marcado" por la Triple A: "La acusación concreta era 'infiltración izquierdista' ", dijo.

La testigo aseguró que en Arana compartió el calabozo con María Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Emilce Moler y Patricia Miranda, quienes fueron secuestradas durante "La Noche de los Lápices". También mencionó a Delia García, Ana Rosa Rodríguez de Giampa, Graciela Torrano y una mujer llamada Mabel como compañeras de cautiverio en ese lugar de detención. "Graciela, Delia y Mabel se fueron antes que yo; nunca supe si estaban desaparecidas", señaló.

"El 23 de septiembre nos dicen que nos van a trasladar. Nos subieron a todas a una camioneta, y en medio del trayecto pararon, pasaron lista y, entre otra gente, hicieron bajar a María Clara Ciocchini y a María Claudia Falcone", manifestó Fuentes. Testimonios de ex detenidos indican que fueron dejadas en el "Pozo de Bánfield".

En el vehículo quedaron Moler, Miranda, Rodríguez y Fuentes. Las cuatro fueron llevadas a un centro clandestino de detención en Quilmes. "Allí había presos comunes, que nos mandaban comida por medio de los guardias, porque a nosotros no nos daban de comer", recordó la ex detenida.

Hilda Fuentes permaneció secuestrada en ese lugar hasta el 4 de octubre de ese mismo año. "Me dijeron que me liberaban y me subieron a un coche. Eran las doce de la noche; me dejaron en Avellaneda, y desde una estación de servicio llamé a mi casa", contó, y añadió: "Eso fue el 5 de octubre: el 9 me fui del país". 

  

 

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