Miércoles 24 de Octubre de 2001 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Wehner se negó a declarar por el caso de un conscripto desaparecido.
El ex Jefe del Regimiento de Granaderos, citado a declaración informativa, dijo que se amparaba en el artículo 18 de la Constitución Nacional. En tanto, un ex detenido reconoció a dos de los represores del centro clandestino de 1 y 60.


Por Vanina Wiman y Francisco Martínez (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (24oct01).- El jefe del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín durante la última dictadura militar se negó hoy a declarar en el marco de la causa que investiga la desaparición del conscripto José David Aleksoski, el 22 de octubre de 1976. El General de División Rodolfo Luis Enrique Wehner estuvo al mando de ese regimiento entre abril de ese año y octubre de 1977.

Wehner estaba citado a declarar en carácter informativo, por lo cual le está permitido negarse a prestar declaración. "Me amparo en el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional. Además yo declaré todo, absolutamente todo, en otra causa ante un juez militar", manifestó hoy ante la Cámara Federal de esta ciudad.Durante la audiencia se leyeron declaraciones en el Juicio por la Verdad enlas que se mencionó al militar. Antes, el juez Leopoldo Schifrin se dirigióa Wehner: "Le voy a ser sincero: no comprometen una responsabilidad directa; pero de todos modos hemos juzgado prudente no exigirle juramento".

José Aleksoski, que cumplía con el servicio militar en el regimiento comandado por Wehner, desapareció después de que su superior, el teniente coronel José Ignacio Saravia Day, lo enviara a hacer una diligencia. Luego de comprobar que la dirección indicada no existía, fue interceptado por un grupo de hombres que se identificaron como pertenecientes a las Fuerzas de Seguridad. Lázaro y Zivana Aleksoski, hermanos del conscripto desaparecido, declararon ante la Cámara en octubre de 1998 y mayo de 1999, respectivamente. 

Ambosrelataron en sus testimonios los numerosos encuentros que tuvieron con Wehner para averiguar el paradero de José. "Nos decía que no tenía noticias. Siempre se desviaba del tema que le habíamos ido a preguntar, que era concretamente la búsqueda de mi hermano", indicó en ese entonces Zivana.

Su hermano se refirió en su testimonio al "cinismo que tenía ese señor. Recuerdo que en el proceso democrático lo nombraron Jefe del Regimiento V de Bahía Blanca. Tanto es su cinismo que me llamó para ver si yo sabía algo de mi hermano. Era un cínico total".



Represores identificados

En tanto, el ex detenido Gustavo Escofet reconoció por fotos a dos de los represores que tenían poder de mando en el centro clandestino que funcionó en 1 y 60, en la Guardia de Infantería de la Policía Provincial.

Uno de los reconocidos es Mario Oscar Tocho, el policía que en octubre del año pasado negó ante la Cámara Federal la presencia de "detenidos ilegales" en la Brigada de Investigaciones, lugar donde prestó servicios. El otro es el policía Julio Augusto Taoli, de quien Escofet dijo que le parecía que era una de las personas que lo liberó y que pertenecía a los "grupos pesados".

Tocho ya había sido reconocido el 15 de noviembre pasado por la ex detenida Cristina Giglio, quien dijo que estaba en el Destacamento de Arana, algo que el policía negó en su testimonio.

Hoy, el ex detenido Escofet lo reconoció como al represor a quien él sabía que le decían "el Mayor", que estaba en el centro de 1 y 60. "Aparentemente era quien ordenaba los traslados", dijo Escofet, quien antes de ver su fotografía lo describió como un hombre "morocho, alto y de bigotes", rasgos que coinciden con su aspecto físico.

El policía tenía en 1977 el rango de sargento, ya que había sido ascendido "por mérito extraordinario en servicio" en diciembre de 1976, y condecorado con la orden San Miguel Arcángel. Durante su declaración, Tocho negó recordar haber recibido esos premios, que figuran en su legajo.

En el Juicio por la Verdad, Tocho fue careado dos veces con otros policías que, en mayor o menor medida, admitieron que la situación en la Brigada no era de la normalidad que el ex sargento pretendió presentar.

Durante su testimonio, Gustavo Escofet contó que fue secuestrado junto a su madre y a su esposa, Angélica Moreira, quien también declaró hoy. El secuestro se produjo en el domicilio de la madre, en calle 42 número 170, el 14 de diciembre de 1976 y duró hasta el último día de ese año.

Escofet, su madre y su esposa fueron llevados al centro clandestino de 1 y 60, en donde permanecieron en celdas separadas. "Yo pasé mi primer aniversario de casada ahí adentro", contó, a su turno, Angélica Moreira.

La mujer dijo que estuvo en cautiverio con la desaparecida Nora La Spina, una mujer que dio a luz en la Brigada de Investigaciones y por cuyo caso declaró una de sus hijas, Laura Cena. (ver informe de prensa del 25 de abril de 2001)

Moreira dijo que La Spina "lloraba todo el tiempo, estaba emocionalmente muy quebrada. Dijo que había estado en una comisaría, donde había tenido familia sobre una mesa, y que le habían dado un balde de agua y una escoba para que limpiara la sangre y la placenta".

La ex detenida recordó también a otra embarazada, Liliana Ross de Rosetti. "Concurría un médico a verla pero en realidad nunca le facilitó ninguna atención", señaló y agregó que "tenía las marcas de la picana eléctrica. La habían torturado en los pechos y en la vagina".

"Esto fue una experiencia tremenda, sobre todo cuando veía en el diario cosas de Nora y de Liliana. Lo tremendo fue después también: yo conseguí trabajo recién en el '91.", dijo Moreira al final de su declaración y remarcó que le costó mucho conseguir un empleo en la Universidad del Centro "porque figuraba en listas". "El decano de Veterinaria, un militar retirado de apellido De la Canal, me dijo que yo era una persona peligrosa",denunció.



Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin, Julio Reboredo y Alberto Durán; el fiscal ad hoc Félix Crous; y los abogados de la APDH La Plata Jaime Glüzmann, Elizabeth Rivas y Alicia Peralta; y la letrada Mónica González Vivero, por la Asociación Ex Detenidos-Desaparecidos. 

  

 

Ir a la Página Inicial del Juicio por la Verdad