Miércoles 31 de Octubre de 2001 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Tras los careos, continúan las contradicciones entre dos testigos.
El entredicho se da entre la madre de una desaparecida y un ex vecino suyo, por la presencia de un represor en el edificio en que vivían. Además, la madre de un desaparecido denunció que un geriátrico de La Plata se recibía "lo que robaban de las casas de los secuestrados".


Por V. Wiman, L. Miguel y F. Martínez (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (31oct01).- La Cámara Federal de esta ciudad realizó hoy dos careos con el fin de resolver las contradicciones entre dos testigos que habrían sido en 1977 vecinos de un torturador, según el testimonio de la madre de la desaparecida María Inés Ortega.

El 22 de agosto pasado, María Elena Vázquez declaró ante los jueces que en el edificio en que ella vivía, en 67 entre 29 y 30, había un hombre "que era el que picaneaba durante la noche, llevaba una picana eléctrica", y explicó que eso se lo dijo su vecino, Roberto Bonfiglio.

La mujer señaló además que una noche Bonfiglio le contó, en oportunidad de la presencia de unos "encapuchados" en el pasillo del edificio, que "le pusieron la ametralladora en la panza" a su mujer, Adriana Othaz, quien por entonces estaba embarazada.

Cuando fue citado a declarar el 17 de octubre, Bonfiglio fue tajante: "En ningún momento a mi esposa le apuntaron con una ametralladora, así que esa señora (por Vázquez), lo digo, lo sostengo y lo afirmo, miente", acusó.

Vázquez, a su vez, dijo que en 1982 logró reconocer al hombre de "la valijita" -en donde el supuesto torturador llevaba la picana-, a quien identificó como el ex policía Víctor Trabucco, hoy un empleado de la Junta Electoral que, citado por el Tribunal, se negó a declarar.

En el careo de esta tarde, la madre de la desaparecida ratificó los términos de su declaración y explicó que "me consta que (Bonfiglio) ha tenido serios problemas de salud y que no es la misma persona. Eso quizás influyó en su capacidad de memoria". Más tarde, agregó: "No cabe duda que no tiene intención de perjudicarme".

Los problemas de memoria de Bonfiglio ya eran conocidos por los jueces de la Cámara, dado que en su declaración el testigo no supo recordar la fecha de nacimiento de sus hijos.

A su turno, en el careo, el vecino de Vázquez confirmó que tuvo problemas de salud, y respondió afirmativamente cuando se le preguntó si eso podría haber afectado su capacidad para recordar. "A esta hora, ya tomé cuatro pastillas" , graficó Roberto Bonfiglio. Asimismo, aseguró que está "convencido" de que el episodio no ocurrió, lo que llevó al juez Schiffrin a calificar la contradicción entre los testigos de "abierta y total".

La madre de la desaparecida llegó a decirle a Bonfiglio: "Vos tenés que acordarte del vecino que teníamos adelante", a lo que éste respondió: "No me acuerdo, María Elena. Si me acordara, te lo diría".

En las audiencias de hoy también declaró Adriana Othaz, la esposa de Bonfiglio, quien negó haber sido amenazada con una pistola mientras estuvo embarazada en 1977: "Si hubiera pasado lo recordaría", señaló, y conjeturó que Vázquez "está confundida".

Othaz -una empleada policial jubilada, al igual que su marido- también fue careada con María Elena Vázquez, sin que el procedimiento aportase elementos significativos. En horas de la tarde, la Cámara realizó una rueda de reconocimiento con el ex policía Trabucco, para ver si Vázquez u Othaz lo reconocían como vecino, que arrojó resultado negativo.



El geriátrico de Graselli

"Monseñor Graselli tenía un geriátrico y los camiones del Ejército le bajaban ahí las cosas que se robaban de las casas de los secuestrados. Yo lo vi", afirmó hoy ante la Cámara la madre de un desaparecido. Haydée Eloísa Velazco aseguró que supo que "La casa del Padre Pilo" -un hogar de ancianos ubicado en calle 4 entre 61 y 62- pertenecía a Monseñor Emilio Graselli porque "me lo contaron las monjas que están enfrente de ese lugar".

La testigo expresó que "el hogar todavía está allí y creo que sigue siendo de él". Y añadió: "Yo misma vi todo, porque vivo a pocos metros. Bajaban las cosas que robaban de las casas allanadas".

A pesar de la gravedad de esta denuncia, durante la audiencia a Velazco no se le pidieron más precisiones.

Velazco fue citada a declarar por la desaparición de su hijo Ricardo Díaz, ocurrida el 24 de diciembre de 1976. "Se lo llevaron fuerzas de seguridad y del Ejército de nuestra casa, en calle 61 entre 4 y 5. Yo no estaba, pero varios vecinos fueron testigos del secuestro", manifestó la testigo.

La madre del desaparecido contó que "según los que lo presenciaron, el operativo fue un gran despliegue. Dijeron que había jeeps, Torinos y hasta un helicóptero".

"Pero yo sé quién se lo llevó", señaló Velazco, y explicó un episodio que vivió pocos días después de la detención ilegal de Ricardo: "Me encontré con una conocida, Haydeé Alfonsín de Herrera, que estaba casada con un policía. Le conté que se habían llevado a mi hijo y ella me dijo 'no me digas, se lo llevó mi marido'".

La madre del desaparecido, que no pudo recordar el nombre del policía, relató que en ese momento le pidió a la mujer que la pusiera en contacto con Herrera. "Ella me prometió que él me iba a recibir, pero después de ese día nunca más los pude volver a localizar", indicó Velazco.

"Herrera estuvo citado por una causa penal en el Juzgado Nº 3, pero nunca supe qué dijo cuando declaró. El juez no nos dejó entrar ni a mí ni a los testigos del secuestro y nos dijo que era porque Herrera no tenía nada que ver", recordó la testigo.

El juez Schiffrin añadió que existe una declaración del policía en el legajo de Ricardo en la CONADEP y que en ese testimonio el hombre negó haber estado involucrado en la detención del joven.

Por otra parte, Haydeé Velazco contó que hace dos años se enteró que un policía de apellido Carrizo le había dado a la madrina de su hija información sobre Ricardo. "Le dijo que a mi hijo lo habían matado en febrero de 1977", recordó la testigo. Y agregó que el policía prestaba servicios en la comisaría 9º de La Plata en diciembre de 1976.

Velazco también afirmó hoy que, dos años después de la desaparición de Ricardo, un policía llamado Luis Vitarello se puso en contacto con quien entonces era su marido."Le dijo que mi hijo estaba en Arana y que si vendía el auto y le daba la plata, él se iba a encargar de que a Ricardo no le faltara nada", rememoró Velazco. "Lo hicimos, pero después no supimos más nada", añadió.

Por último, mencionó que, en una oportunidad en que fue al Departamento de Policía a preguntar por su hijo, un efectivo le contó que allí trabajaba un muchacho llamado Francisco Flores y que "a él le llegaban las manos de los desaparecidos muertos para que él les tomara las huellas digitales". Ante esta afirmación, el fiscal Félix Crous pidió a la Cámara que cite a Flores a prestar testimonio en el Juicio.

Al concluir su declaración, Haydeé Velazco se dirigió a los jueces y expresó: "Quiero agradecerles infinitamente que me hayan dejado contar esto que tengo adentro desde hace tantos años, que me hayan escuchado y que me hayan comprendido".



Cuatro en "La Cacha"

Por otro lado, declaró hoy la ex detenida Inés Ordoqui, prima del desaparecido Rubén Oscar Contardi, ambos secuestrados en distintas circunstancias el 17 de marzo de 1977. Inés fue detenida junto a la esposa de Contardi, Cristina Temperoni, en el departamento del matrimonio; y Rubén, con su suegro, Alfredo Temperoni, en una cochera que administraban juntos.

El caso tiene relaciones con la desaparición del fiscal Antonio Bettini, ya que Alfredo Temperoni era chofer del funcionario judicial. Además, Ordoqui contó que sus secuestradores le dijeron que "querían encontrar a Bettini porque decían que era el segundo de Montoneros en el mando, en la provincia de Buenos Aires" y "decían que Rubén Contardi era montonero".

Ordoqui señaló que la llevaron al mismo centro clandestino que a sus tres familiares, que de acuerdo a las descripciones podría tratarse de "La Cacha", que funcionó en Olmos, en los viejos talleres de Radio Provincia.

Afirmó que en ese lugar se escuchaban gritos todo el día. "Me dijeron que estaba cerca del hospital de locos y que los gritos eran de locos", contó.

Cinco o seis días después, Ordoqui y Alfredo y Cristina Temperoni fueron liberados. Rubén Contardi no apareció más.

La testigo dijo que después del secuestro se cruzó en el centro de esta ciudad a los represores que la habían detenido ilegalmente. "Me guiñaron el ojo y me tuve que meter en un comercio, porque casi me desmayo. Otras veces, estábamos en un bar cantando con amigos y entró ese grupo (de secuestradores) a cantar canciones prohibidas. Nosotros no cantábamos, porque a lo mejor lo hacían para llevarnos", recordó.



Caso Blanco

En otro orden, la Cámara tomó testimonio a María Teresa Borracer, amiga del desaparecido Adrián Blanco, secuestrado en Corrientes el 28 de diciembre de 1976, mientras hacía el Servicio Militar.

La mujer no aportó datos más concretos que los que hace dos semanas dio a la Cámara Leticia Angélica Torri, amiga de Fernando Blanco, hermano de Adrián y desaparecido en La Plata dos días antes que él.

Sólo dio un nombre, el del profesor Jorge Gilbert, un ex detenido que vivió con Adrián y podría brindar su testimonio.



No era el ex detenido buscado

Otro testigo de las audiencias de hoy fue Daniel Alberto Crescimbeni, quien no resultó ser el hombre que buscaba el Tribunal, un ex detenido del centro "La Cacha". Según se comprobó, quien compareció hoy tiene el mismo nombre.



Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin, Julio Reboredo y Alberto Durán; el fiscal ad hoc Félix Crous; y los abogados de la APDH La Plata Jaime Glüzmann, Marta Vedio y Elizabeth Rivas; la letrada Mónica González Vivero, por la Asociación Ex Detenidos-Desaparecidos; y el abogado Claudio Ábalos, en representación de Haydeé Velazco. 

  

 

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