Miércoles 12 de Diciembre de 2001 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Arrestan a un policía por delitos cometidos durante la dictadura.
Se trata de Miguel Ángel Ferreyro, el policía que había sido reconocido como uno de los represores de la Brigada de Avellaneda. Es la primera vez en la historia de los juicios por la verdad que un policía queda detenido por violaciones a los derechos humanos.


Por Francisco Martínez, Vanina Wiman y Lucas Miguel
(Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (12dic01).- La Cámara Federal dispuso el arresto del suboficial mayor de la Policía bonaerense Miguel Ángel Ferreyro, porque cuenta con elementos para pensar que cometió delitos de "índole sexual" en un centro clandestino de detención. Es la primera vez que en los juicios por la verdad se detiene a un integrante de fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura.

Dos semanas atrás, Ferreyro había declarado en carácter de testigo. Durante la declaración, la ex detenida Nilda Eloy lo reconoció por la voz como uno de los represores que la mantuvo cautiva en la Brigada de Investigaciones de Avellaneda durante noviembre y diciembre de 1976.

Antes de tomarle hoy declaración indagatoria, el presidente del tribunal, Leopoldo Schiffrin, le hizo saber a Ferreyro que, en una declaración reservada, "la víctima manifestó que había reconocido su voz porque usted se desempeñó como cabo de guardia y que usted la sometió a graves atentados al pudor".

Ferreyro, que se retorcía los dedos y esquivaba los flashes de la prensa, declaró que nunca tuvo contacto con los detenidos de la Brigada y negó saber si eran "legales" o "ilegales". "Niego que haya tenido contacto con los detenidos, ya que integraba un gabinete de leyes especiales", aseguró. Las "leyes especiales" a las que aludió eran las referentes a la represión del juego clandestino.

"Nunca tuve conocimiento, no me consta que hubiera detenidos ilegales", redundó. "Supongo que había detenidos comunes, nadie me comentó nada", resaltó.

Asimismo, manifestó que nunca ingresó a los calabozos y negó conocer el número total de ellos y haber hecho guardias.

Por otro lado, puso en entredicho los datos de su legajo, donde consta que entre el 10 de junio de 1976 y el 4 de marzo de 1977 cumplió funciones en la Brigada de Avellaneda. "Hay un error en el legajo y no puedo revocarlo. Estuve en el '75 y parte del '76, y después pasé a la Brigada de Caseros", aseguró.

Hace dos semanas, la Cámara había informado que el legajo del policía indicaba que estuvo en Avellaneda hasta julio de 1976.

Antes de declarar, Ferreyro remarcó que hace tres años tuvo un accidente cerebro vascular y que, por esa razón, algunos datos de la memoria se le perdieron: "No tengo recuerdo en mente", dijo. "Hace pocos días estuve con problemas de presión", añadió. Más tarde, su abogado defensor, Eliseo Pérez Bedoya, dijo: "Quedó claro que mi cliente ha tenido problemas en la voz por las afecciones sufridas", con lo que quiso poner en duda el reconocimiento que realizó Eloy.

A su turno, el fiscal ad hoc Félix Crous pidió que se realizara un careo entre Eloy y Ferreyro, y "teniendo en cuenta la gravedad de los delitos que se imputan, se proceda a su detención y se lo ponga a disposición del juez de turno".

El tribunal entró en receso para deliberar durante veinte minutos qué hacía con el pedido del fiscal. A su regreso, el juez Schiffrin llamó a declarar a Nilda Eloy para que ratifique lo que había declarado en acta reservada el 28 de noviembre pasado, cuando reconoció a Ferreyro.

"Ratifico plenamente. Reconozco su voz. Hubo algo que dijo que me llevó a 25 años atrás", aseguró la mujer. Y agregó: "Hay un dato llamativo. Hace quince días este señor tenía puesto un gran anillo y hoy no lo trae. No puedo reconocer su cara, pero sí sus manos, su voz y su contextura física". Más tarde, en diálogo con esta Secretaría, Eloy dijo: "Al anillo no lo pude ver (cuando estuvo detenida), pero lo sentí".

Ferreyro fue esposado en la sala de audiencias, tal como sucedió la semana pasada con otro policía acusado por falso testimonio. Cuando Schiffrin anunció el arresto y la disposición del detenido bajo el juez federal de primera instancia de turno, la sala, repleta de público, estalló en un solo aplauso.

A continuación, el recinto fue desalojado por orden del tribunal. Ferreyro fue conducido por un pasillo lateral hasta el Juzgado Federal N°3 y, mientras caminaba flanqueado por tres policías, recibió huevazos e insultos del público.

El juez de turno hoy es Arnaldo Corazza y la investigación del delito que se le imputa a Ferreyro quedó bajo su órbita. La ley de Obediencia Debida "contempla" tres excepciones: el robo de bebés, el robo de bienes y la violación.

En diálogo con esta Secretaría, el juez Schiffrin aseguró que la decisión de la Cámara responde a que "se ha dado una situación de especial gravedad porque hay una persona víctima que reiteradamente reconoce" a Ferreyro. "No tuvimos otra salida ante el pedido del fiscal, de ponerlo a disposición del juez de turno". El juez agregó: "Uno no puede decirle (a Ferreyro): 'Usted está acusado de delitos gravísimos, váyase a su casa'. Hay un principio elemental de cautela".

Por su parte, la secretaria Jurídica de la APDH La Plata, Marta Vedio, seguró "estar muy satisfecha" porque con esto "la Cámara abrió un camino que nos puede dar muchos y buenos resultados en la medida en que los que participaron o tuvieron que ver con la represión ilegal van a tener que empezar a decir la verdad o, por lo menos, acercarse a ella".

El de hoy fue el primer arresto de un integrante de fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos en los juicios por la verdad que se desarrollan en todo el país. Las únicas detenciones que se habían hecho hasta este momento fueron por reticencia a declarar o falso testimonio.



Se apagó la luz

En tanto, también declaró el ex policía Raúl Orlando Machuca, quien condujo el operativo policial en el que desaparecieron Daniel Omar Favero y María Paula Álvarez, en la madrugada del 24 de junio de 1977, en un departamento ubicado en la calle 57 número 880.

En esa oportunidad, Machuca actuó como jefe de una "comisión policial" conformada por cuatro hombres, entre los que estaba Julio César Argüello, el suboficial principal que fue arrestado la semana pasada acusado de cometer falso testimonio durante su declaración.

Después del procedimiento del 24 de junio, tanto Argüello como Machuca declararon en un sumario tramitado ante un Consejo de Guerra, en 1977. Hoy, el ex policía ratificó su testimonio de entonces y afirmó que la pareja que habitaba el departamento "cayó en el enfrentamiento".

"Cuando salieron, les gritamos 'Policía' y sacaron armas. En eso se apaga la luz del pasillo y ahí se produce el enfrentamiento", manifestó, sin advertir que este dato no lo aportó en su declaración de 1977.

Más tarde, añadió: "Hubo una confusión y un nerviosismo importante, gritos y muchos disparos. Los dos cayeron impactados, porque veíamos la sangre". Cuando el juez Alberto Durán le pidió que precise si Favero y Álvarez habían muerto, Machuca respondió: "Y, doctor, que no se movían, no se movían".

La semana pasada, Argüello declaró que no podía determinar si la pareja había sido "abatida". En 1977, había indicado que Paula Álvarez había "caído" y que Daniel Favero se había entregado.

"Mi misión era velar para que nadie salga, porque a la madrugada el departamento iba a ser allanado por personal del COT 1 (Comando de Operaciones Tácticas). Teníamos llave de un departamento que estaba en diagonal al de la pareja. Nosotros íbamos por si salían y se dio el caso de que salieron", dijo hoy Machuca. Y agregó: "Fue un intercambio de disparos, con el agravante de que se apagó la luz".

En la época del ataque al departamento del matrimonio desaparecido, Machuca prestaba servicios en la Brigada de Investigaciones de La Plata, ubicada en la calle 55, entre 13 y 14. Pese a que el comisario en ese entonces era Rubén Oscar Páez, el ex policía aseguró que las órdenes de realizar el operativo en la calle 57 las recibió del comisario Juan Carlos Nogara. 

"Él ordenó el procedimiento. Fue el que llegó con un grupo de 15 hombres después del tiroteo y estuvo a cargo del posterior traslado de la pareja", señaló Machuca. Y explicó que Nogara tenía una importante participación en las operaciones de la Brigada de Investigaciones. "Estaba a cargo de todo lo que se hacía. Y también estaba (el comisario Luis) Vides, que iba y venía, estaba en todos lados en lo que era operatividad. Vides era tan arbitrario que hasta teníamos miedo".

Además de ser interrogado por su participación en el operativo de la calle 57, a Machuca se le preguntó sobre el funcionamiento de la Brigada de Investigaciones durante la dictadura. En este sentido, el ex policía reconoció la existencia de un centro clandestino de detención en esa dependencia.

"Cuando llegó Páez, la Brigada se dividió en dos, digámoslo así: una parte que funcionaba normalmente y la parte trasera, en donde estaban los calabozos. Allí había detenidos políticos, ilegales", aseveró el testigo.

Machuca contó que en la puerta que daba a la parte posterior de la dependencia había un cartel que, en letras rojas, decía "área restringida". "Allí los detenidos generalmente entraban encapuchados", afirmó. Y se atajó: "Pero yo no tenía acceso a esa zona, nunca hablé con uno de esos detenidos".

"Los del COT 1 traían a la gente relacionada con la actividad política y subversiva. Llegaban primero a la Brigada y después se los llevaban a otros centros", sostuvo el testigo. Y contó que había un grupo de personas secuestradas que "colaboraban con las fuerzas de seguridad y con las Fuerzas Armadas. Vides y Nogara hablaban con ellos y después se iban a atrás a hablar con los otros detenidos".

El ex policía también dijo que el personal de la Brigada a veces participaba en el traslado de detenidos de otras dependencias policiales en donde funcionaban centros clandestinos de detención. "Nosotros éramos de refuerzo. Nos lo pedían los del COT 1, porque siempre estaba latente que (los detenidos) podían hacer un copamiento para ser liberados", dijo Machuca, quien colaboró en el traslado de secuestrados alojados en las comisarías 5º y 8º de esta ciudad y en la Brigada de Investigaciones de Banfield.



Otros testigos

En otro orden, Lilian Marta Stancati declaró hoy como testigo, por pedido de María Isabel Chorobik de Mariani. Poco tiempo después del ataque a la casa de 30 entre 55 y 56, en la que el 24 de noviembre de 1976 fueron asesinados Daniel Mariani y Diana Teruggi y desaparecida su bebé Clara Anahí, Stancati conversó con un policía que le dijo "que la nena vivía y que se la había quedado un alto jefe de la Policía porque su esposa no podía tener hijos".

La testigo relató que en ese entonces trabajaba en la delegación de City Bell del Banco Municipal, en donde ese policía era guardia de seguridad. "Me hizo el comentario de lo de la calle 30 porque sabía que yo vivía cerca. También me contó que la policía hacía operativos y que se llevaban gente", expresó.

"No recuerdo más, me siento bloqueada. Pero recordé esto cuando el pasado noviembre asistí a una sesión del Concejo Deliberante en la que se hizo un homenaje por el 25º aniversario de ese episodio y se invitó al acto que se iba a hacer. Ahí se me abrió la mente y me acordé de este policía", manifestó Stancati.

La última de las testigos de hoy fue María Luz Mayorga que declaró por la desaparición de su hermano Raúl y de su esposa, Graciela Bisbal.

La mujer dijo que sólo supo que la pareja fue detenida en la localidad de Derqui, cerca de Luján (provincia de Buenos Aires). Dijo que por dichos de vecinos supo que el secuestrado se produjo en la madrugada del 4 de diciembre de 1976, y agregó que el hijo de los desaparecidos sobrevivió al secuestro.

"El niño de dos años apareció en la casa de la abuela, con una carta escrita a máquina que decía que sus padres se tenían que ir de viaje", expresó Mayorga.



Beroch, afuera

Si bien la Dirección General de Cultura y Educación no lo confirmó, esta Secretaría de Prensa está en condiciones de informar que el profesor Néstor Beroch, acusado de participar en la represión ilegal, recibió un dictamen en contra que recomienda su exoneración de la cartera educativa provincial.

Se sabe que el profesor apeló la decisión y que ahora debe resolver el Tribunal de Disciplina.

Para dar más información, los organismos de Derechos Humanos de La Plata organizaron una conferencia de prensa para mañana a las 14.00 en la sede de la APDH La Plata. 

  

 

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