Miércoles 28 de Noviembre de 2001 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Reconocen por la voz a un represor durante su declaración.
Una ex detenida, presente en la sala de audiencias, dijo que el policía Miguel Ferreyro fue cabo de guardia en la Brigada de Avellaneda cuando ella estaba secuestrada. Además, otro ex detenido involucró a un médico policial en torturas.


Por Lucas Miguel, Francisco Martínez y Vanina Wiman
(Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (28nov01).- Mientras declaraba en el Juicio por la Verdad, el suboficial mayor de la Policía bonarense Miguel Ángel Ferreyro fue reconocido por la ex detenida Nilda Eloy como uno de los represores que la tuvo cautiva en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones de Avellaneda. 

El policía había terminado su declaración cuando Eloy se acercó llorando ante el tribunal para denunciar que entre noviembre y diciembre de 1976, mientras estuvo detenida ilegalmente en la Brigada de Avellaneda, Ferreyro -que hoy cuenta 60 años- era cabo de guardia de aquella dependencia. 

En diálogo con esta Secretaría, Eloy señaló que pudo reconocer al policía por la voz, ya que durante su cautiverio estuvo vendada y atada en aquel centro clandestino. "Estoy segurísima que era él", manifestó la ex detenida. "Era el cabo de guardia", añadió. 

Cuando subió al estrado para hablar con los jueces, Eloy clavó la mirada en el policía, que bajó la vista y miró al suelo, al tiempo que se sonrojó. 

Minutos antes de que esto ocurriera su apuro por dejar la sala de audiencias había sido elocuente. Tras firmar el acta de su declaración, se paró para irse antes de que terminaran de hacerlo los jueces, el fiscal, el defensor y los abogados de los organismos de derechos humanos. El juez Leopoldo Shiffrin le exigió que permaneciera en la sala. 

Los jueces Julio Reboredo, Leopoldo Schiffrin y Alberto Durán dejaron que Ferreyro se retirara de la sala cuando culminó la declaración, y ordenaron que la Secretaría Única del Tribunal labre un acta con los dicho de Eloy. No obstante, extraoficialmente se informó que Ferreyro volverá a ser citado por la Cámara Federal. 

Preguntados, los jueces no desmintieron la posibilidad de que la denuncia de Eloy pase a un juzgado de primera instancia y que, en ese marco, Ferreyro sea citado a declaración indagatoria. Aunque para que eso ocurra, según indicó el juez Durán, debería haber una mayoría de nueve jueces de la Cámara que así lo decidan.

Ferreyro fue citado en carácter de testigo por pedido de la APDH La Plata en la causa por la detención ilegal de Victor Hugo Díaz y sus tres hermanos, ya que en el legajo del policía está asentado que durante el año 1976 se desempeñó en la Brigada de Avellaneda, fecha en la que Víctor Hugo estuvo secuestrado allí. "Podría formular aportes de importancia a la investigación de la presente causa", fundamentó la Asamblea en su pedido. 

El policía le dijo a los jueces que cumplió funciones en esa Brigada "entre 1974 y 1975. Después estuve en la Brigada de Caseros y de ahí pasé a la de Martínez", aseguró. 

El Tribunal, entonces, indicó a Ferreyro que las fechas que proporcionaba "no coincidían" con el legajo. El documento, enviado por el Ministerio de Seguridad bonaerense, reseña que Ferreyro trabajó en la Brigada de Avellaneda desde comienzos de 1975 hasta julio de 1976. Y que, desde esa fecha, desempeñó funciones en la Brigada de Tigre hasta 1979. 

No es la primera vez que un policía declara destinos o fechas distintos a los que constan en su legajo. Es frecuente que aparezcan diferencias de varios meses entre lo que dice el policía y lo que señala el documento. 

Ferreyro no desmintió la información de su legajo y aseguró que "mientras estuve (en Avellaneda), fue una cosa normal como en todas las Brigadas. Hacía represión del juego clandestino". También señaló que quienes estaban prisioneros allí "eran detenidos comunes" y dijo ignorar "si todos los detenidos estaban registrados en el libro de guardia".

Nilda Eloy aseguró en diálogo con esta Secretaría que Ferreyro estuvo en la Brigada de Investigaciones de Avellaneda, entre noviembre y diciembre de 1976, período en el que estuvo detenida en ese lugar. 

El 29 de septiembre de 1999, cuando declaró en el Juicio por la Verdad, recordó que los propios policías definían a la Brigada como "el infierno". Allí estuvo en un calabozo de "dos por dos" sin ventilación, junto a otras siete personas. "Nos turnábamos para sentarnos. Nos ataron de manos y pies". Eloy también dijo en aquella oportunidad que les daban agua "cada cuatro o cinco días por la mirilla de la puerta y cada uno se las arreglaba para poder tomar" y que "en dos meses nos dieron de comer cinco veces".

Nilda Eloy fue detenida ilegalmente el 1° de octubre de 1976 en un operativo del que participó el director de Investigaciones Miguel Etchecolatz. Después de pasar por los centros clandestinos "La Cacha", "Pozo de Quilmes", "Pozo de Arana" y "El Vesubio", recayó en la Brigada de Avellaneda. Después, fue "legalizada" y sus últimos destinos fueron la Comisaría 3° de Valentín Alsina y la cárcel de mujeres de Devoto, de donde salió en libertad a principios de 1979. 



Denuncias contra un médico

En tanto, el ex detenido Norberto Liwski, en un detallado testimonio, habló del rol que el médico Jorge Vidal tenía en la Brigada de Investigaciones de San Justo. 

Vidal es, junto a su colega Jorge Bergés, uno de los médicos policiales que firmaron partidas de nacimiento de chicos apropiados por los represores o allegados a ellos. Entre tantas, Vidal firmó el acta de Paula Logares, la primer chica restituída por Abuelas de Plaza de Mayo a su familia biológica.

Paula fue secuestrada cuando tenía dos años junto a sus padres, Mónica Grispon y Claudio Logares. Hoy ante los jueces, Norberto Liwski recordó que supo, estando detenido en San Justo, que los dos desaparecidos "clamaban por su hija, con quien habían sido secuestrados en la República Oriental del Uruguay".

Vidal nunca fue juzgado por este caso, en el que el Jefe de la Brigada, comisario Rubén Lavallén, fue condenado a cuatro años de prisión por apropiarse de Claudia.

Liwski, también médico, señaló que Vidal estaba presente en muchas de las treinta sesiones de tortura a las que fue sometido. "Una vez dijo que quería hablarme "de colega a colega". Me explicó el mecanismo químico que generaba la descarga eléctrica. Dijo que se podía llegar a la muerte de la persona", señaló el ex detenido.

El testigo afirmó que fue secuestrado el 5 de abril de 1978 luego de que se hiciera una misa en la Catedral de San Justo (Gran Buenos Aires) para pedir que una detenida ilegal, que pertenecía al centro sanitario que Liwski dirigía, no fuera expulsada del país. "Tras esa misa, se inició una verdadera cacería", dijo el médico y recordó que muchas personas del Centro de Salud de Ciudad Evita fueron secuestradas.

Liwski relató que fue llevado a la Brigada de San Justo. "El nombre de Lavallén lo tengo registrado en los primeros días de mayo, cuando en una conversación entre dos torturadores (apodados "Burro" y "Víbora") escuché que decían que era el único que tenía bolas allí".

El ex detenido aseguró también que fue sometido a una tortura psicológica, que consistía en decirle, estando vendado, que sus dos hijas pequeñas estaban en ese lugar. "Me sacaban la venda y me mostraban ropa de interior de mis hijas. Mojadas, manchadas", expresó.

En esa oportunidad, el represor Jose Antonio "Tiburón" Raffo, "le preguntó al médico Vidal cuál era el peso mínimo para torturar a los chicos, y éste le respondió que a partir de los 25 kilos. No hizo fundamentación, pero lo dijo con mucha certeza". 

Liwski detalló que pudo enterarse de la identidad de Vidal gracias a que vio una receta que el médico firmó en el centro clandestino.

Al "Tiburón", Liwski le vio la cara cuando el 1° de junio de 1978 fue trasladado a la comisaría de Gregorio de Laferrer. "De manera inexplicable, exhibió su rostro. Dijo que si alguna vez alguien decía algo de lo vivido, si lo volvía a ver, era para morir". 

El testigo contó que se enteró que "el Tiburón" era Raffo cuando una ex compañera de cautiverio lo telefoneó en 1984. "María Graciela Guiborg me llamó horrorizada para decirme que lo había visto en la televisión, en donde aparecía como Jefe de la División Narcotráfico de la Policía de la Provincia", recordó Liwski.

Por último, el ex detenido señaló que el médico Jorge Vidal nunca fue echado del Colegio de Médicos de Morón, en donde está inscripto. Cuando se conoció que firmó la partida de Claudia Logares, "fue suspendido por tres meses, la sanción más grave". 

"Hace poco tiempo tuve conocimiento que seguía como médico en un centro sanitario de la Municipalidad de La Matanza", denunció Liwski. 

Al finalizar la audiencia, el fiscal ad hoc Félix Crous pidió a la Cámara que solicite al Ministerio de Seguridad los legajos de todo el personal que trabajó en la Brigada de Investigaciones de San Justo, "a pesar de que no corresponda a la jurisdicción del Tribunal".



Familiares

Por otro lado, prestó declaración Mabel Matamoros, hermana del desaparecido Julio Alberto Matamoros, secuestrado el 11 de mayo de 1977 junto al matrimonio compuesto por Alejandro Efraín Ford y Mónica Edith Olazo, embarazada de dos meses. 

La testigo aseguró que, de acuerdo a lo que contaron los vecinos de la casa de los Ford, su hermano había sido secuestrado por "gente que andaba en Falcon verdes, con armas largas", luego de un operativo en el que cortaron calles y se introdujeron en viviendas vecinas para esperar la llegada de las víctimas. 

Mabel Matamoros dijo que nunca supo qué pasó con su hermano, pero que más de dos años después del secuestro recibió un llamado anónimo: "Todavía está vivo, pero no puedo decir dónde", le dijeron. Además, contó que buscó a Julio por todas las comisarías y por la Unidad Penal N°9 y que en una de las dependencias policiales una mujer policía le dijo: "Esta cara la conozco, pero no puedo hacer nada". 

Recordó también que dos o tres meses después del secuestro "me citaron de la Comisaría 6° para decirme que 'los chicos ahora se querían hacer los San Martín, pero San Martín ya fue'". 

Julio trabajaba en el Banco de Crédito Provincial y militaba en el Partido Socialista de los Trabajadores y nunca hubo noticias de él ni del matrimonio Ford y del bebé que debió haber nacido en un centro clandestino. 

La CONADEP informó que fueron vistos en el centro clandestino "La Cacha", pero no figuran en el completo informe sobre ese centro de detención que preparó la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.

En tanto, también testimonió Marcelo Alberto Fracchia, cuyo hermano Fernando está desaparecido. Según una denuncia realizada por la madre de los dos hermanos ante la Justicia provincial en 1983, Fernando fue asesinado el 16 de noviembre de 1976 en un operativo realizado por un grupo de tareas en la pensión en donde vivía, en la esquina de las calles 4 y 36. 

No obstante, su cuerpo nunca fue hallado. Según la denuncia de la mujer, existe la posibilidad de que el cadáver del estudiante de Derecho haya sido enterrado en una de las tumbas NN del Cementerio de La Plata.

En su testimonio, Marcelo Fracchia contó lo que le relató Rubén Gorosito, quien vivía con Fernando en la pensión y sobrevivió al ataque de la casa por parte de un grupo de hombres armados. Gorosito declaró en el Juicio en noviembre de 1999.

Fracchia indicó hoy ante la Cámara que en ese operativo murieron también tres personas más, aunque sólo pudo identificar a una: Elvio Fransocci. "Los vecinos me contaron que vieron salir a dos muchachos rubios, que debían ser Fernando y Elvio, y que a uno lo mataron arriba de un tapial y al otro lo fusilaron en un árbol", manifestó el testigo.

También señaló que, dos o tres días después de ese episodio, un departamento en la calle 40 propiedad de la familia Fracchia, en el cual habían vivido los dos hermanos hasta poco tiempo antes, fue "totalmente saqueado; no quedaron ni los zapatos". 

"Nos habíamos mudado de allí porque, pese a que no habíamos recibido amenazas directas, sí había seguimientos", dijo el hermano del desaparecido, y recordó que pocos días antes del ataque a la pensión de 4 y 36 "dos hombres me habían estado siguiendo". 



Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin, Julio Reboredo y Alberto Durán; el fiscal ad hoc Félix Crous; por la APDH La Plata los abogados Jaime Glüzmann, Elizabeth Rivas y Alicia Peralta; y por la Asociación de Ex Detenidos-desaparecidos, Mónica González Vivero. 

  

 

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