Miércoles 26 de Junio de 2002 

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Caso Favero: el policía vecino de los desaparecidos se negó a declarar
Fue quien prestó el departamento a los policías que hicieron la "ratonera" contra la pareja desaparecida. Su ex esposa negó saber qué pasó.


Por F. Martínez, V. Wiman y L. Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (26jun02).- El policía que prestó el departamento desde el que se hizo la "ratonera" contra Daniel Favero y María Paula Alvarez se negó hoy a declarar ante la Cámara Federal de esta ciudad, en las audiencias en las que se investiga el destino de la pareja desaparecida el 24 de junio de 1977.

Gerardo Eduardo Pérez, un oficial de policía aún en actividad, había sido citado por el Tribunal como testigo, pero luego de que negara haber conocido a los desaparecidos y de haber reconocido que vivía en el 2°G del edificio de calle 57 N° 880, el fiscal ad hoc Félix Crous pidió que su declaración pase a ser informativa.

El argumento fue que existirían elementos para incriminar penalmente a Pérez por el hecho investigado. Así, la Cámara accedió a la solicitud del Ministerio Público y Pérez tuvo la oportunidad de negarse a declarar.

Entre los asistentes a la audiencia se comentaba que si Eduardo Pérez hablaba sobre la desaparición de Favero y Alvarez, todo lo que dijese podría volverse nulo en un eventual proceso penal, ya que nadie está obligado a declarar en su contra.

Pérez, según está acreditado en la causa, cedió el departamento a los policías para que realicen la vigilancia de la pareja, que vivía en el 2°E del edificio. Este hecho podría involucrarlo penalmente como partícipe necesario de lo que les pasó a los dos desaparecidos.

Según la versión policial, esa noche se produjo un enfrentamiento en el pasillo con resultado incierto: ante la Cámara, los policías Julio Argüello, Raúl Machuca y Mario Sita dijeron no saber si la pareja había resultado "abatida", mientras que el sumario policial sentenció que habían muerto.

Pero la semana pasada, una testigo del operativo reveló que vio cómo esa noche Alvarez era retirada en andas del edificio. "Clamaba por su mamá", recordó Alejandra López Comendador. Y agregó que a Favero "lo sacaban a patadas".

Lo que pasó el 24 de junio de 1977 fue confirmado en forma parcial por Adriana Palacios, la ex mujer de Pérez, quien declaró como testigo.

La mujer contó que estaba en el departamento que alquilaba junto al policía Pérez, su novio en ese momento, cuando llegaron los policías que hicieron la "ratonera". "Vinieron y me pidieron el departamento. No me dejaron llamar a mi esposo y me dijeron que no saliera del edificio. Tomé un camisón y me fui", contó Palacios.

La testigo señaló que se dirigió al departamento de una amiga, en el primer piso del edificio. Desde allí escuchó "gritos y patadas", según sus expresiones. También oyó que alguien gritaba: "Muéranse, milicos hijos de puta".

Palacios añadió que escuchó "varios tiros" y "pasos de gente que iba y venía" y que horas más tarde volvió a su departamento y vio manchas de sangre en el pasillo e impactos de bala en las paredes. También, añadió más tarde, vio una soga o "algo anudado" que colgaba de la ventana del dormitorio en donde estaba la pareja desaparecida.

La ex esposa de Pérez dijo que no conocía a las personas que hicieron la vigilancia a Favero y Alvarez. Y contó que su hermano Osvaldo fue al departamento y se encontró con los policías, quienes lo echaron del lugar.

Sobre el final de la audiencia, el juez Julio Reboredo le dijo a Palacios que le resultaba extraño que ella y su hermano se hubiesen ido sin preguntarse quiénes eran las personas que virtualmente invadieron el departamento. "Su declaración no me convence", le espetó. "Es lo que sé quesucedió", respondió tímidamente Palacios.

Palacios también negó que su ex esposo supiese algo. "Estaba totalmente ajeno a todo lo sucedido", declaró.

En otro tramo de su testimonio, expresó que su hermano Osvaldo conocía a Luis López Comendador, el hermano de la testigo que vio cómo se llevaban secuestrados a Favero y a Alvarez. Este joven también fue al departamento "2°G" esa noche, a buscar un par de zapatos de tap, y fue echado por los policías, quienes le parecieron unos "fascinerosos". Cuatro días después, López Comendador fue también secuestrado y hoy está desaparecido.

 

"Con sed de sangre"

No obstante la negativa de Gerardo Pérez a declarar, durante la audiencia el abogado de la APDH La Plata Jaime Glüzmann pidió interrogar al policía sobre la información de su legajo, y fue así que el Tribunal reabrió el acto tomando declaración testimonial a Pérez exclusivamente sobre ese punto.

De esta forma, Glüzmann le preguntó a Pérez por qué había recibido la condecoración "Orden San Miguel Arcángel" en diciembre de 1976, por un "acto destacado de servicio".

"No recuerdo, fehacientemente, no recuerdo", fue la respuesta del policía. No obstante, admitió que "trabajaba en operativos de apoyo a las Brigadas de Investigaciones", aunque no supo decir con precisión dónde quedaba la Brigada de La Plata en esa época, en donde funcionó un centro clandestino de detención.

Cuando el Tribunal pidió datos sobre una felicitación que constaba en el legajo de Pérez, realizada el 30 de noviembre de 1976, el policía intentó una explicación acerca de que esas menciones eran "colectivas". "Para mí fue seguir trabajando", agregó.

El fiscal Crous dijo que esa orden "no tiene nada de colectivo" y le preguntó si protagonizó algún operativo en el que hubiese habido un enfrentamiento. "Las veces que fuimos fue todo colectivo, no fue nada personal. Siempre fuimos evitando males mayores", contestó Pérez.

Así y todo, el policía admitió haber estado en el ataque a "La Casa de la Resistencia", el 24 de noviembre de 1976. En ese hecho, desapareció la beba Clara Anahí Mariani.

El Tribunal le preguntó a Pérez si alguna vez supo que allí había una pequeña de tres meses de vida. El policía contestó que no, al igual que su jefe en el Cuerpo de Infantería, Raúl Ricardo Monzón, que dos semanas atrás señaló ante la Cámara que le comentaron el hecho pero negó saber sobre el destino de la beba.

Después de esta pregunta, Pérez lanzó una frase para la antología: "Lo que siempre decía Monzón era que salgamos a trabajar y que no salgamos con sed de sangre, por más que tengamos a un compañero herido".

La semana pasada, Alejandra López Comendador había dicho que Monzón concurría "asiduamente" al departamento de Pérez en calle 57. Los dos policías reconocieron ser "amigos" en sus declaraciones.

Hoy, el policía ratificó esto y agregó que otros policías amigos también concurrían. Nombró a Cecilio Gómez, Nestor Busatto y Osvaldo Sconza.

Se trata de los policías que fueron heridos en el operativo en "La Casa de la Resistencia", al subirse al techo de la vivienda de 30 entre 55 y 56. Según Busatto y Gómez en el Juicio por la Verdad, detrás de ellos iba el comisario general Miguel Osvaldo Etchecolatz.

 

De Lobería a La Plata

En la jornada de audiencias de hoy también declaró Ofelia Mónaco, una ex detenida de 74 años que fue secuestrada el 18 de octubre de 1976 junto a su esposo, Hipólito Foresi, en la localidad bonaerense de Lobería.

Mónaco contó que su marido fue detenido por la Policía y que, cuando fue a la comisaría a preguntar por él, también la detuvieron. La mujer identificó a dos de los policías que la apresaron: un tal Baños y otro Maldonado.

El matrimonio estuvo detenido en la seccional durante quince días; Mónaco fue alojada en una oficina y su esposo en los calabozos.

Al cabo de ese período, fueron trasladados en un patrullero a la Brigada de Investigaciones de La Plata. De allí, fueron derivados a la Comisaría 8° de esta ciudad -sede de un centro clandestino de detención-, donde estuvieron privados de su libertad durante cinco meses. "A mí me metieron en una salita y a mi marido en el calabozo", contó Mónaco.

En la 8° compartió el cautiverio con dos jóvenes llamadas Rosa y Cecilia, a quienes no pudo identificar. Sólo dijo que ambas tenían a sus maridos detenidos y que el de Rosa estaba preso en la Unidad 9.

La testigo también declaró que una noche los interrogaron en un lugar "medio retirado de la ciudad", al que según dijo los represores llamaban "la casa de la tortura". El juez Leopoldo Schiffrin especuló que podía tratarse de uno de los centros clandestinos de la localidad de Arana.

Mónaco y su esposo fueron liberados el 24 de marzo de 1977 en la Capital Federal. Según contó la testigo, la detención pudo deberse a una denuncia "por venganza" que habría realizado en la policía un ex jefe de su marido.

 

Caso Martinicorena

En tanto, Stella Maris Cavallaro declaró en la causa en la que se investiga la desaparición del policía Daniel Omar Martinicorena. Según consta en su legajo, la mujer había prestado servicios en la comisaría 4º, al igual que el desaparecido; y hace dos semanas, el ex policía Osvaldo Macceroni la señaló como una de las presentes en el asado de despedida al comisario Rodolfo Quartucci, después del cual Martinicorena fue secuestrado, el 8 de julio de 1977.

Hoy, Cavallaro negó haber participado de la reunión y afirmó que nunca trabajó en la comisaría 4°, como dice su legajo. "Me habían dado el traslado pero nunca estuve efectiva. El comisario de la 1º, en donde yo estaba, no me dejó ir", sostuvo la testigo.

"No conocí jamás a Daniel Martinicorena, y Quartucci nunca fue jefe mío, sólo lo sentí nombrar", aseguró Cavallaro.

 

Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin, Julio Reboredo y Alberto Durán; el fiscal ad hoc, Félix Crous; y los abogados de la APDH La Plata Jaime Glüzmann, Marta Vedio y Elizabeth Rivas. 


  

 

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