Miércoles 10 de Septiembre de 2003

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Una mujer contó que la violaron antes de llevarse a su marido
Conmovedor testimonio de la esposa de un desaparecido durante un operativo en su casa de Berazategui en 1977. Además, dos jóvenes relataron el secuestro de su madre, del que fueron testigos.


Por Francisco Martínez (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (10sep03).- La mujer de un delegado desaparecido realizó una dramática declaración del secuestro de su esposo en el Juicio por Verdad y contó que fue violada en su propia casa durante ese operativo.

Catalina Norma Valenzuela, hoy un ama de casa de 57 años, relató a los jueces que cuatro hombres de civil llegaron a su domicilio en Plátanos, en el partido de Berazategui (sur del Gran Buenos Aires), el mediodía del 2 de abril de 1977.

"Les abro la puerta y ya me dieron un culatazo que me tiraron contra la heladera. Los nenes estaban en el patio jugando y ni se dieron cuenta", afirmó la testigo.

Señaló que los hombres del grupo, que se identificaron como pertenecientes a "Coordinación Federal", le preguntaban por su marido Carlos López, que entonces era un delegado de la curtiembre Barraca Hart, de Avellaneda.

La mujer dijo que los represores pedían por "las armas" y "los panfletos" y que ella sólo les podía decir que su esposo volvía del trabajo a las 14 horas.

"Me ataron a una cama. Yo estaba indispuesta, me abrieron las piernas y me golpearon", manifestó Valenzuela, quebrada. "Vas a conocer a Dios, porque ustedes no conocen Dios", le dijo uno de los represores.

Le arrancaron la ropa interior y le pusieron un trapo en la boca. "Me violaron todas las veces que quisieron", expresó entre llantos, ante un público conmocionado.

Una hora después, llegó su madre y luego su marido, a quien interrogaron por separado. Uno de los hijos del matrimonio, muy pequeño, vio la situación y corrió a preguntarle a su mamá: "A papi lo tienen desnudo en el baño, ¿qué pasa?".

A las 5 de la tarde se llevaron a López. Quien dirigía el grupo le dijo a su esposa: "Mirá, guachita, vos te salvaste de una". "Salí corriendo a la calle -continuó la testigo- y los vecinos miraban para otro lado. Uno que otro se dio cuenta". Aún así, Valenzuela afirmó que un vecino vio que cargaban a su marido en una camioneta.

Valenzuela declaró que desde entonces no supo nada más de su marido, que sólo se enteró -así aparece en el libro "Memoria Debida"- que habría estado en un centro clandestino de la zona de "Puente 12" en el oeste del Gran Buenos Aires.

Hizo muchas gestiones "investigando por mi cuenta, no tuve compañía de nadie". Fue varias veces a denunciar el hecho a la comisaría de Berazategui hasta que allí le ordenaron que no hiciera más habeas corpus ni que se presentara en ningún otro lado.

La testigo señaló que cuando fue a la fábrica en la que su marido era delegado, le dijeron que estaba "de vacaciones". La abogada de la APDH La Plata le preguntó si existía algún conflicto laboral que explicase la desaparición de su marido: "No, él como delegado sólo quería que trabajaran una hora menos por día para no tener que hacerlo los sábados. Decía que el fin de semana era para descansar con la familia".

Sobre el final de su testimonio, Catalina Valenzuela manifestó que uno de sus hijos quedó con secuelas psicológicas por lo que le ocurrió a la familia. "Tiene 34 años y es alcohólico, y hasta hoy no lo pudo superar; de chiquito llevaba la petaca a la escuela".

 

Dos hijos, testigos del secuestro

También declararon Eleonora y Germán Mogilner, testigos de la desaparición de su madre Norma Beatriz Regalía de Mogilner. Los jóvenes contaron cómo un grupo de represores entró a su vivienda la madrugada del 9 de junio de 1976 y se quedó allí hasta las 6 de la tarde del mismo día.

"Gritaron "¡abran, policía!". Se quedaron toda la noche", recordó Eleonora Mogilner, que entonces tenía 10 años, y vivía en la misma casa que hoy, en calle 85 N°132 del Barrio Jardín, en el sur de La Plata.

La mujer dijo que a la mañana llegó su tía, Dora Ethel, a quien también secuestraron. Horas antes, "ella tuvo que pedirles unos platos y cubiertos para hacernos de comer a mi hermano y a mí, porque se habían robado todo". La tía, ya fallecida, fue liberada tres días después en San Francisco Solano.

Los jóvenes contaron a los jueces que reconstruyeron lo sucedido a partir del testimonio de vecinos. Además de su madre, los represores se llevaron a un hombre de nombre Paulo, que estaba viviendo con ellos. "Sabemos, por los vecinos, que se llevaron a los dos envueltos en frazadas", declaró Eleonora, y agregó que del operativo participó personal con uniforme militar y un automóvil Falcon.

Por su lado, Germán Molginer recordó que el único represor al que pudo ver era un hombre "calvo, pelado, de tez oscura y con un sobretodo; tenía unos 50 años". "A mamá la sacaron por la fuerza, insultándola, y no la vimos más", expresó.

También señaló que su padre, Juan Jacobo Mogilner, fue secuestrado en Córdoba en 1977, junto a su segunda esposa, Irene Gavalda. Los dos están desaparecidos.

Norma Beatriz Regalía de Mogilner tenía 35 años al momento de su desaparición, trabajaba en el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia y había militado en el PRT-ERP.

 

Pareja desaparecida

En otro orden, declaró Félix Picardi, padre del desaparecido Félix Eduardo Picardi, secuestrado junto a su pareja Cristina Lucía Marroco, embarazada de tres meses.

El testigo contó que el secuestro ocurrió en una pensión en Villa Ponzatti, un barrio de La Plata, el 18 de abril de 1977. "Yo vine de Mercedes para el día del cumpleaños y el dueño me contó que se lo habían llevado a él y a la chica", relató. La casa quedaba en calle 74 N° 73.
Picardi dijo que en una oportunidad se entrevistó con monseñor Roberto Bescós, en la curia de Mercedes. Este prelado le informó que su hijo estaba detenido en un centro clandestino de la zona de La Plata, que resultó ser "La Cacha". Allí vieron a Félix Eduardo dos ex detenidas que declararon en el Juicio por la Verdad: María Elvira Luis y Alicia Palmero.

El testigo afirmó que el dueño de la pensión, Braulio Jorges, fue testigo del secuestro. Y que esta persona le contó que uno de los secuestradores se apellidaba Zapa.

El padre del desaparecido recordó además que una vez un ex detenido le dijo que estuvo con su hijo en la comisaría 5° de La Plata. "Yo quise presentarlo como testigo, pero se negó; era un chico joven, me pareció que no había que presionarlo".

Otra ex detenida, Ana María Caracoche, "me dijo que había estado detenida con él en un sótano, y que conversaban por intermedio de la ventilación"

"A la chica (Cristina) le llevaron a otra hermana; los padres eran de Gualeguaychú y sabían menos que yo", declaró Picardi. Se trata de Susana María Marroco, una psicóloga secuestrada dos días antes que Cristina.

 

Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Antonio Pacilio y Julio Reboredo; el defensor ad hoc Jorge Cozzi; las abogadas de la APDH La Plata Alicia Peralta y Elizabeth Rivas; y la letrada María Esther Alonso Morales, en representación de Abuelas de Plaza de Mayo. 


  

 

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