Miércoles 14 de Mayo de 2003

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Un ex detenido encontró una puerta idéntica a la de su celda en "El Banco"
Fue durante la inspección ocular realizada por la Cámara Federal esta tarde, en el Cuerpo de Infantería de La Matanza. Además, se dispuso "no innovar" en los terrenos en donde estuvo el centro clandestino "El Vesubio".


Por Francisco Martínez  (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (14may03).- Mientras participaba de una inspección ocular, el ex detenido-desaparecido Rufino Almeida encontró esta tarde una puerta idéntica a la de la celda en la que estuvo secuestrado en el centro clandestino "El Banco".

Almeida realizó un pormenorizado reconocimiento del lugar en el que permaneció en cautiverio entre junio y julio de 1978 y que ahora es el Cuerpo de Infantería de La Matanza de la Policía bonaerense, en autopista Ricchieri y Camino de Cintura (Gran Buenos Aires).

El testigo, junto a los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo, recorría el patio de la dependencia policial cuando se encontró con cuatro puertas de chapa arrumbadas en un rincón. Almeida señaló que eran muy parecidas a la de su celda, pero que la suya en particular tenía unos agujeros, productos de una mala soldadura.

Fue entonces cuando al mover las puertas, descubrió que la última tenía las características de las que había hablado. "Si no es la mía... -expresó, algo emocionado-. Y lo dije antes de verla, en el testimonio".

Almeida no pudo establecer si se trataba de la misma puerta. Sin embargo, señaló que así eran las que tenían las "cuchas" en las que estaban los secuestrados de "El Banco". Por esta razón, los jueces dispusieron el secuestro de todas las puertas y de una extraña mesa con piernas de hierro.

Durante la inspección en lo que fue "El Banco", Almeida guió con un envidiable sentido de la orientación a la comitiva que participó del trámite judicial, y estableció incluso las modificaciones edilicias de los pasillos y habitaciones del lugar.

El ex detenido reconoció el pasillo por el que se llevaba a los secuestrados y los baños que éstos utilizaban. También advirtió las mismas manchas de humedad en una pared cercana a uno de los baños.

"Veinticinco años después, en este lugar sigue habiendo las mismas filtraciones que hacían que se nos llenara de agua la celda", reveló Almeida.

Describió además que el lugar en el que estuvo secuestrado, compuesto por dos hileras de "cuchas" en donde se alojaba a dos personas, fue modificado. Detalló que las divisiones entre las cuchas fueron derribadas para ampliar el recinto, que ahora es el dormitorio de los policías que trabajan en la Infantería de La Matanza.

También en el mismo lugar se abrieron dos ventanas. "En esa época, sobre esa pared, el "Turco Julián" nos pasaba las películas. Nos sacaban de las cuchas al pasillo y nos sentábamos ahí", recordó.

En ese pasillo hay un desnivel de unos cinco centímetros, que Almeida también reconoció, rememorando un episodio en el que Julio Simón lo llevaba encapuchado. "Me dijo, cuidado, mirá (el desnivel). Ahí fue cuando por debajo de la capucha vi al marido de Laura Crespo (Ricardo Moya), que estaba sentado, desnudo y encadenado acá".

El testigo también marcó los lugares en los que funcionaba la "enfermería" del centro clandestino y el denominado sector de "internación".

Al recorrer el patio, Almeida recordó que antes "había más árboles". No obstante, repitió la anécdota que contó en su testimonio en la Cámara Federal el 14 de marzo de 2001. "Una vez nos sacaron al patio y nos pusieron en línea, a hacer ejercicios. Éramos unas cincuenta personas".

De esta inspección ocular también participó otra ex detenida, secuestrada en 1976 . La mujer ubicó uno de los baños en los que estuvo, a pesar de la gran cantidad de paredes volteadas, edificaciones y enmiendos posteriores que se le hicieron a la dependencia policial.

Después de ser centro clandestino durante la dictadura, en ese lugar funcionó en los '80 una Brigada Femenina, para luego pasar a ser el Cuerpo de Infantería "José Manuel Soria".



No innovar en los terrenos de "El Vesubio"

La inspección ocular dispuesta por la Cámara Federal comenzó esta mañana en una finca en la que estuvieron las edificaciones de lo que fue el centro clandestino "El Vesubio".

El Tribunal decretó la medida de "no innovar" sobre ese terreno, ubicado en Camino de Cintura 8178, en Aldo Bonzi, partido de La Matanza. El lugar está a unos cientos de metros de "El Banco", en la misma zona del cruce conocido como "Puente 12".

Según el libro "Memoria Debida", las edificaciones de "El Vesubio" se demolieron en 1980. La Conadep estableció que el centro clandestino funcionaba en tres casas, de las que hoy sólo quedan restos de pisos y contrapisos.

En esta inspección el guía fue el ex detenido Guillermo Lorruso, quien ya había regresado al lugar varias veces en el marco de causas judiciales tramitadas en los '80.

De lo que fue la "Casa 3", sólo quedaban dos fosas de reparación de automóviles. Con varios planos en la mano, Lorruso se dirigió a los restos de la "Casa 2".

"Acá -dijo, señalando un contrapiso de cemento- era el living de la casa. Al lado, estaba la enfermería y de este lado dos salas de tortura. Cuando no daban abasto con una, se iban a la otra".

Entonces, la ex detenida Ana Di Salvo se acercó y señaló el plano: "Yo estuve en esta cucha, luego en esta y después en esta otra. Circulé por varias cuchas según la antigüedad". Al mismo tiempo que se advertían pisos de diferentes mosaicos, los peritos establecían el largo y ancho de los recintos y tomaban fotografías.

Di Salvo contó que a ella la llevaban a la denominada "Jefatura", o "Casa 1", donde se alojaba el Jefe del centro clandestino, coronel Pedro Alberto Durán Sáenz.

Ese lugar era un chalet donde funcionaba un Casino de Oficiales, "demolido en 1978", precisó la ex detenida. Hoy, sólo quedaba de eso unos restos de ladrillos.

"Aquí había un enorme living, un hall y la habitación de Durán Sáenz, donde tenía todas su ropa", dijo Di Salvo.

La mujer, en su testimonio de 1998, recordó que el represor la había sometido a la servidumbre como a otras ex detenidas, a quienes tenía para atender a personas a las que invitaba a cenar.

"A veces almorzábamos allí y había visitas, personas que concurrían a ese lugar. Recuerdo el almuerzo del domingo de Resurrección, en esa mesa había una fuente enorme con un pescado, que era un dorado decorado con batatas, papas, y cebollas. Delta (Durán Sáenz) me pidió que leyera, antes de empezar a comer, una frase del Evangelio según San Juan", declaró.

Otro de los encargos de Durán Sáenz fue que Di Salvo hiciera un organigrama del funcionamiento del centro clandestino. La mujer contó hoy que al realizarlo "lo cargué de adjetivos favorables" para el represor, y al presentárselo "le dije que él no delegaba tareas. Entonces me contestó: «Tiene razón, todo lo que sucede acá pasa por mis manos»".

De esta inspección también participó el ex detenido Francisco Orellana, quien declaró ante la Cámara el 23 de abril pasado. El testigo oyó el mismo ruido del tren que pasa a unos 500 metros del lugar y a partir de lo que se comentaba confirmó sus sospechas de que estuvo secuestrado en "El Vesubio".

El centro clandestino parecía ser una dependencia anexa a la División de Caballería de la policía bonaerense que aún hoy está en el lugar.

El ex detenido Lorruso recordó a este cronista que alguna vez se hizo una marcha "con 5 mil personas desde San Justo" para reclamar Justicia. Y agregó que se cree que por "El Vesubio" pasaron alrededor de 2.500 detenidos-desaparecidos.



Audiencia

Paralelamente a la inspección ocular, otros jueces de la Cámara Federal tomaron declaración a una testigo en la sala de audiencias de los tribunales federales de La Plata.

De esta forma, declaró por segunda vez Lorenza Esteria Avalos, hermana de la desaparecida Jorgelina Aquilina Avalos, secuestrada en 136 entre 50 y 52 (Los Hornos, La Plata) el 9 de junio de 1977.

El Tribunal le exhibió fotos del ex policía Carlos Alberto Yacsi, quien había sido reconocido por el esposo de la desaparecida como uno de los que participó del secuestro.

No obstante, Avalos no pudo reconocer a Yacsi. Según declaró Miguel Gómez, marido de Jorgelina, el represor había sido identificado por la propia víctima durante el secuestro. Sucedía que el policía era entonces novio de una allegada a la desaparecida.

Por una foto de una cena de amigos y por la imagen del legajo policial, Gómez reconoció a Yacsi. Hoy, la hermana de Jorgelina Avalos, no pudo hacer lo mismo.



Participantes

De la inspección ocular participaron los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo; el fiscal ad hoc, Félix Crous; el defensor ad hoc, Carlos Cozzi; las abogadas de la APDH La Plata Marta Vedio y Alicia Peralta; y la letrada Mónica González Vivero, por la Asociación de Ex Detenidos-desaparecidos.

De la audiencia, lo hicieron los jueces Antonio Pacilio y Carlos Nogueira; el fiscal Carlos Dulau Dumm; y la abogada de la APDH La Plata Elizabeth Rivas. 


  

 

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