Miércoles 25 de Junio de 2003

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Llevaban a un desaparecido para extorsionar a su familia
El hermano de la víctima contó que los represores traían al desaparecido a la casa de los padres, para pedirles dinero a cambio de una posible liberación. También declaró el hombre que hoy vive en los terrenos en donde funcionó "El Vesubio".


Por Vanina Wiman y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (25jun03).- Aberto Scimia aseguró hoy que al menos dos represores sacaban a su hermano desaparecido del centro clandestino en donde estaba alojado y lo llevaban con su familia, a la que extorsionaban con la promesa de liberarlo. En una de las visitas, uno de los secuestradores olvidó una cartera con dos armas, tickets de nafta y recibos de sueldo a nombre del policía Miguel Ángel Cristóbal, hoy ya fallecido, y del teniente coronel Carlos Roque Lorefice.

El testigo contó que desde la detención ilegal de su hermano Cayetano, ocurrida el 3 de marzo de 1977, uno de los secuestradores visitó repetidamente el domicilio de la familia. La primera vez, el 28 de diciembre de ese año, llevó consigo al desaparecido, pero el encuentro duró sólo unos minutos. El 3 de enero de 1978, el represor volvió a llevar a Cayetano. En esa oportunidad, el joven mostró a su padre las cicatrices que tenía como consecuencia de las torturas con picana eléctrica.

La tercer visita tuvo lugar tres días después. Pero en el cuarto encuentro, el 4 de marzo de 1978, el represor apareció solo y pidió a los padres del desaparecido una suma de dinero con la promesa de gestionar los trámites para liberar a Cayetano y sacarlo del país. "Lo traían (a mi hermano) para incentivar que la extorsión se llevara a cabo", manifestó hoy Scimia.

El último encuentro se produjo pocos días después, el 13 de marzo. El secuestrador se presentó solo nuevamente, y se llevó el dinero que la familia había reunido. Fue en esa oportunidad que olvidó la cartera con dos armas cortas y la documentación a nombre de Miguel Ángel Cristóbal y Carlos Roque Lorefice.

"Siempre vino la misma persona: Cristóbal", indicó Scimia. Según su legajo, Cristóbal pertenecía a la policía de la provincia de Buenos Aires y falleció "en un acto de servicio".

Hoy, Alberto Scimia contó que no estuvo presente en ninguno de los encuentros con Cayetano y su secuestrador, pero narró lo que su padre le dijo al respecto: "(A mi hermano) lo vio más delgado, con la esperanza de poder salir de esa situación. Pero en ningún momento los dejaron solos".

El testigo relató las circunstancias de la detención ilegal de Cayetano: "Cerca de las dos de la mañana sentimos golpes en la puerta y entró un grupo de hombres de civil. No pudimos verles las caras porque estuvimos todo el tiempo contra la pared", contó, y agregó que, antes de retirarse, los secuestradores saquearon la casa. "Recuerdo que cuando entraron dijeron 'Fuerza Aérea, todos contra la pared'", aseveró.

"Cuando se fueron me asomé al balcón y vi que había cuatro autos particulares que se iban. Los vecinos después nos dijeron que la manzana estaba rodeada, así que había más gente que la que entró a mi casa", señaló el hermano del desaparecido. Scimia recordó que, desde un tiempo antes del secuestro, Cayetano "estaba nervioso porque unos meses atrás habían detenido a la novia". De ella, el testigo recordó que se llamaba Clara, que era docente en Berazategui y que aparentemente está desaparecida.

Cayetano Scimia fue visto en "El Vesubio" por dos ex detenidas. Según sus testimonios, habría estado allí hasta noviembre de 1977. "Eso yo no lo conocía", dijo hoy su hermano, y expresó: "A nosotros nadie nos informó nada, nunca nos citaron hasta ahora. Creo que esa información de alguna manera la tendríamos que haber recibido".



Los terrenos de "El Vesubio"

Hoy también declaró Pablo Alejandro Gerling, quien durante la dictadura vivió en las inmediaciones del centro clandestino "El Vesubio", en La Matanza, y desde hace 12 años ocupa ese predio.

El testimonio de Gerling no aportó datos de importancia a la causa. Fue citado porque el 14 de mayo pasado, mientras los jueces recorrían el predio durante una inspección ocular, dijo que sabía que allí había funcionado un centro clandestino de detención entre 1976 y 1978 y que hacía 30 años que vivía en la zona.

Según declaró hoy, vivió a "5 o 6 cuadras" del centro clandestino de detención. Dijo que el predio estaba compuesto "por dos casas de estilo colonial", en las que antes de la dictadura "vivían familias". Pero aclaró que después hubo cambios: "En el 76 vi transformaciones de la casa. Los vecinos viejos no estuvieron más, cambiaron. Y aparecieron dos garitas de chapa".

Gerling también agregó que el predio "se llenó de perros" y no añadió más datos. "No puedo afirmar si hubo movimiento de vehículos", dijo ante una pregunta del tribunal.

Aseguró que no podía dar más datos porque "en esa época trabajaba en un lugar al que iba a las 5 de la mañana y volvía a casa a las 19. Llegaba y me acostaba, así que no veía nada". Respondió "jamás" cuando le preguntaron si había visto movimiento de tropas militares o de la Policía.

Asimismo, el testigo aseguró que "en el año del Mundial (de Fútbol, 1978) las casas desaparecieron, fueron demolidas, y el terreno quedó abandonado hasta que llegué yo", en 1991.

Afirmó además que en 1984 estuvieron jueces en el predio, que realizaron excavaciones, y que en los años que siguieron a la dictadura fueron a ver el lugar "miles de personas particulares". Y luego agregó: "Jamás noté cosa extraña ni encontré nada. Mire que he hecho pozos, pero jamás encontré nada".



Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo; el fiscal Carlos Dulau Dumm; el defensor oficial ad hoc Carlos Cozzi; y la abogada Alicia Peralta, por la APDH La Plata. 


  

 

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