En 1976, "el Indio" Castillo fue detenido
justo antes de cometer un secuestro
Lo contó un sobreviviente, que había logrado abortar el plan del represor
contra él con un llamado telefónico. Pero vino el Ejército y se los llevó a
todos: a Castillo, a su grupo represor y a su víctima.
Por Francisco Martínez (Secretaría de Prensa)
LA PLATA (11ago04).-
Un ex detenido-desaparecido contó que Carlos "el Indio" Castillo y su grupo de
represores fue detenido en el mismo operativo de secuestro que él, ocurrido en
mayo de 1976, y un rato antes de que el propio Castillo lo fuera a secuestrar.
El insólito hecho ocurrió el 1 de mayo de 1976, cuando Juan Carlos Arias se
encontraba en su casa de La Plata, en calle 55 entre 25 y 26. Hasta allí fue
Castillo, un civil de extracción peronista que pertenecía a la ultraderechista
Concertación Nacional Universitaria (CNU).
Pero el secuestro no se produjo: el padre de Arias, ex funcionario policial,
levantó el teléfono y llamó a la Policía. Al rato, llegaron integrantes de la
fuerza y luego miembros del Regimiento 7 de Infantería del Ejército. Arias y un
grupo de 11 personas —incluido Castillo— fueron secuestrados.
El destino no fue el mismo: mientras a los represores afines al "Indio" se les
iniciaba una causa penal, Arias era llevado al Cuerpo de Infantería de la
Policía, en 1 y 59, donde estaría detenido clandestinamente unos seis meses.
En el grupo represivo de Castillo había dos oficiales de Policía, que en ese
momento se desempeñaban en la comisaría 2° de esta ciudad: Roberto Antonio
Storni y Vicente Ernesto Alvarez. También estaba otro oficial del Cuerpo de
Caballería, Alfredo Ricardo Lozano, según consta en el diario El Día del 6 de
mayo de ese año. Allí se informaba profusamente de la detención de una "banda"
detenida por el Ejército, autora de "saqueos y secuestros".
Arias recordó que "a ellos (los represores) los dejaron en la comisaría 5°.
Cuando quise bajar, me dijeron que yo iba a otro lado", recordó Arias en su
testimonio. Entonces, le pusieron un pullover sobre su cabeza.
En el centro clandestino de 1 y 59 lo recibió un oficial de alto rango, "que era
Jefe o subjefe, de apellido Tijero", declaró el testigo. En ese lugar también
actuaba un oficial del Ejército, conocido como "el negro Pacheco".
El ex detenido relató que fue torturado, y que en la mayoría de las
oportunidades lo trasladaban durante la madrugada a otro lugar, "en un camión,
todos apilados". Arias señaló que los prisioneros sabían que los iban a torturar
porque esas noches no les daban de comer.
"El lugar era con piso de madera. Se sentían pitos de barco", evocó Arias.
Durante la audiencia no se pudo establecer qué lugar era, pero la referencia a
los navíos indica que era cercano al puerto de La Plata.
Arias agregó: "De noche, uno intentaba dormir. Pero como ya se sabía como venía
la cosa, no podíamos dormir".
El ex detenido recordó que días después de ser torturado un médico fue a verlo
al centro clandestino y les dijo a los represores: "Yo de esto no me puedo hacer
cargo. Si se muere, yo lo voy a denunciar".
Añadió que compartió el cautiverio con el hoy desaparecido Juan Domingo "Bocha"
Plaza, sobrino del arzobispo colaboracionista de La Plata, Antonio Plaza.
"Uno pensaba en las familias", evocó Arias, y contó que su mujer trabajaba en el
Registro Provincial de las Personas, en 1 y 60, apenas a 100 metros del lugar
dónde estaba secuestrado e ignorando todo.
Comisaría 5°
También declaró el ex detenido Fernando Eustaquio Adamow, quien durante la
dictadura fue secuestrado dos veces en Mar del Plata. La segunda oportunidad, el
23 de febrero de 1977, fue llevado a La Plata, y pasó por la Brigada de
Investigaciones y la comisaría 5° de esta ciudad.
En la Brigada, "fui sometido a interrogatorios por un grupo de montoneros que se
decía eran colaboradores", recordó Adamow. En esa tortura le preguntaban por su
militancia en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), previa a la dictadura.
El sobreviviente dijo que en esa dependencia policial estuvo entre 7 y 8 días, y
que en marzo de 1977 fue trasladado a la comisaría 5°, en donde estuvo en una
celda con piso húmedo junto a otras 15 personas. "Se escuchaban gritos de
tortura permanentemente", dijo.
Recordó que había un represor apodado "Capitán Zuco" y que al ser liberado los
represores le dieron dinero para el transporte, le permitieron bañarse y le
entregaron la ropa de un médico que había estado secuestrado allí.
Participantes
De las audiencias de hoy participaron los jueces Antonio Pacilio y Julio
Reboredo; en representación del Ministerio Público Fiscal, Hernán Schapiro; el
defensor ad hoc Jorge Cozzi; los abogados de la APDH La Plata Jaime Glüzmann y
Alicia Peralta; y la letrada de la Asociación Abuelas Plaza de Mayo, María Ester
Alonso Morales.
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