Miércoles 18 de Agosto de 2004

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Secuestrada, dio a luz en cautiverio y perdió a una hija de 5 años
Rosa Angela Daniele contó que tuvo a su bebé en la Cárcel de Olmos. Pidieron que se cite a los médicos que la atendieron en ese lugar. En tanto, declaró una madre que tiene una hija y cuatro sobrinos desaparecidos.


Por Francisco Martínez y Lucas Miguel (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (18ago04).- Una mujer que estuvo secuestrada durante la dictadura contó que dio a luz en cautiverio en la Cárcel de Olmos y que, mientras ella y su esposo estaban detenidos ilegalmente, murió su hija de 5 años.

Rosa Angela Daniele, hoy una empleada provincial de 53 años, relató que el 25 de julio de 1976 tuvo a su bebé en esa dependencia carcelaria, a la que había llegado tras estar cautiva en el centro clandestino de 1 y 60.

"A la nena la tuve por cesárea. Me «durmieron» muy poco y yo sentí toda la cesárea", recordó Daniele, sobre las circunstancias en las que trajo al mundo a su hija. Allí la atendió un médico al que conocía: el pediatra Esteban Alejandro Vera, de Ensenada. Era el mismo que atendió a la desaparecida María Rosa Tolosa de Reggiardo, mamá de los mellizos apropiados Reggiardo-Tolosa.

"Él pediatra le avisó a mamá y le dijo que no podía recibir visitas", declaró la testigo.

Daniele estuvo sólo cinco días con su beba, a quien llamó Romina Paola. Por gestiones de conocidos en la Policía y el Ejército, la abuela de la niña pudo rescatarla de esa maternidad semiclandestina, donde no había incubadora. "Tenés un minuto para darle la nena a tu mamá y firmar un papel", le dijeron en la cárcel.

La bebé, que tuvo la suerte que no tuvieron otros 500 chicos secuestrados en la dictadura, se crió con la abuela. Pero otra hija de Daniele, de 5 años, murió sin que su madre pudiera despedirla. "Pedí salir y no me dejaron", recordó la ex detenida.

Durante su "estadía" en Olmos, que se prolongó hasta el 13 de septiembre de ese año, Daniele también fue revisada por el ginecólogo Angel Díaz y el médico clínico Alejandro Manggiora, todos pertenecientes al cuerpo médico del Servicio Penitenciario.

El representante de la fiscalía, Hernán Schapiro, pidió que se cite a declarar a los médicos. A su turno, la abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, María Ester Alonso Morales, precisó al Tribunal los domicilios para que envíe las notificaciones.

Mientras estuvo en Olmos, Daniele se encontraba privada ilegalmente de su libertad, ya que en su legajo del Servicio Penitenciario no consta ningún decreto que disponga su puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. "Esto significa que el alcaide que la recibió en la cárcel se hizo cargo de la privación ilegal de la libertad", acotó el juez Schiffrin, con el legajo de Daniele en la mano.

En esa cárcel, si bien siempre estuvo sola en una sala e incomunicada, compartió la internación con la abogada Mireya Rojo y una joven llamada Patricia Pacheco.

La mujer fue secuestrada en la casa de sus padres en Ensenada, el 28 de mayo de 1976, junto a su hoy ex esposo Horacio Teófilo Farías. En ese momento, Daniele tenía un embarazo de seis meses y medio.

El matrimonio fue llevado al centro clandestino en donde todavía funciona el Cuerpo de Infantería de la policía provincial. "Me vendaron los ojos y me esposaron a las cama. Así estuve 17 días", reseñó. "Por debajo de las vendas veía las botas (de los represores)", agregó. Ahí estaba de represor "el negro Pacheco", recordó la testigo.

Después de pasar por Olmos, Daniele fue llevada a la comisaría 8° de La Plata. Unos muchachos que estaban presos en la celda contigua y que recibían visitas lograron avisarle a su mamá, quien a su vez notificó al cónsul italiano de La Plata, que visitó ese centro clandestino.

Tras un nuevo y breve paso por la Unidad 8 de Olmos, Daniele fue puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y llevada a la cárcel de Devoto. Recuperó la libertad a fines de 1979.



Los Rodríguez

La otra testigo que declaró hoy fue Bartola Elsa Rodríguez, madre de Rosa Ester Gutiérrez y tía de Jorge, Ricardo, Manuel y Justo Rodríguez, todos desaparecidos en enero de 1977 en City Bell, en el norte de La Plata.

Rosa fue secuestrada en su casa el 12 de aquél mes. "Fue a las 4.30 de la mañana. Dijeron que eran 'la policía'. Nos sacaron a todos y nos pusieron con las manos contra la pared y requisaron la casa", recordó Gutiérrez.

La mujer, una ama de casa de 71 años, narró que los represores, que según dijo estaban vestidos con ropa del Ejército, aseguraron: "Ya que estamos, la llevamos". Y cargaron a Rosa en un camión. "La llevamos para que reconozca a una persona y se la devolvemos", le dijeron.

Esa fue la última noticia que la testigo tuvo de su hija. A una cuadra y media de ahí vivían los hermanos Manuel y Justo Rodríguez, que fueron secuestrados instantes después. El 8 de enero, cuatro días antes, se habían llevado a Jorge Daniel y Ricardo Andrés Rodríguez. Los cuatro eran primos de Rosa.

La madrugada del 12 los represores también secuestraron del barrio a Silvia Ronda y a su primo Víctor Gómez.

La testigo también señaló que entre el 8 y el 12 de enero también fueron secuestrados en la zona otros nueve jóvenes, entre los que identificó a un muchacho de apellido Lavallén, a Juan Suárez y a otro joven llamado Roti.

Un hijo de la testigo, Norberto Andrés Gutiérrez, y un hermano, Andrés Pablo Rodríguez, eran policías de la comisaría 10° de City Bell en aquel entonces, pero no pudieron averiguar nada sobre el destino de sus familiares, explicó la mujer.

Además, señaló que hizo innumerables gestiones ante el Ministerio del Interior y que nunca obtuvo respuestas. También le escribió a Monseñor Teodoro Graselli, párroco de la Iglesia Stella Maris de la Capital Federal y capellán de la Armada, y dejó una carta pidiendo por su hija en el Regimiento 7 de La Plata.

La causa en la que se investigan estos secuestros carece de elementos. Y en el Juicio por la Verdad los sobrevivientes que declararon no aportaron datos sobre las víctimas.

La escasez de información llevó al juez Leopoldo Schiffrin a pedirle "disculpas" a la mujer "en nombre de la administración de justicia, por no poderle dar más datos". El presidente de la Cámara Federal reflexionó: "¡Cómo va creciendo la lista de desaparecidos en La Plata, teniendo en cuenta nuestro número inicial de habeas corpus!". La afirmación se debe a que se estima que en La Plata hubo alrededor de 2000 desaparecidos dado que esa es la cantidad de habeas corpus con que cuenta la Cámara. Cada habeas corpus generó la apertura de un expediente. Pero sólo en esta causa se investiga el destino de cinco víctimas.

La mujer, que declaró en el '84 ante la CONADEP, compareció por primera vez hoy ante un tribunal por el caso de sus familiares desaparecidos. Su hija Rosa era empleada doméstica y sus sobrinos trabajan en talleres mecánicos del barrio.


Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo; en representación del Ministerio Público Fiscal, Hernán Schapiro; el defensor ad hoc Jorge Cozzi; los abogados de la APDH La Plata Alicia Peralta y Marta Vedio; y la letrada de la Asociación Abuelas Plaza de Mayo, María Ester Alonso Morales. 


  

 

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