Miércoles 24 de Noviembre de 2004

Informe de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

El policía Del Arco quedó detenido por falso testimonio
Es por su reticencia a aportar datos sobre el destino de Clara Anahí Mariani. Se presume que fue él quien la sacó de la vivienda de sus padres, hace 28 años. Quedó a disposición del juez Corazza.


Por Francisco Martínez y Vanina Wiman (Secretaría de Prensa) 

 

LA PLATA (24nov04).- El comisario inspector Daniel Del Arco fue detenido por la Cámara Federal de esta ciudad por el delito de falso testimonio y puesto a disposición del juez federal en turno, Arnaldo Corazza, a raíz de su reticencia a aportar datos sobre lo que pasó con la beba desaparecida Clara Anahí Mariani.

Del Arco, quien declaró hoy en el Juicio por la Verdad en audiencia reservada, no aportó información concreta sobre el destino de Clara Anahí, la beba de tres meses secuestrada hace exactamente 28 años de la casa de sus padres, en calle 30 entre 55 y 56.

El policía está señalado como una de las personas que habría retirado a la niña de la vivienda, luego de que el lugar fuera virtualmente bombardeado por las Fuerzas Conjuntas en un operativo producido el 24 de noviembre de 1976, en la calle 30 entre 55 y 56 de esta ciudad.

Tras una larga jornada de audiencias, que incluyó varios careos entre Del Arco y testigos que declararon hace dos semanas, el Tribunal dispuso el arresto por falso testimono del policía y negó el pedido del abogado de la familia Mariani, Juan María Ramos Padilla, quien entendió que la reticencia de Del Arco implicaba además responsabilidad en la desaparición de la niña.

Ramos Padilla sostuvo que, de acuerdo a las normas jurídicas internacionales, la desaparición forzada de personas "es un delito permanente mientras no se establezca el destino de la persona".

"Claro está que Clara Anahí es una víctima de desaparición forzada y que no estamos frente a un simple falso testimonio, porque si de las autoridades (en referencia a Del Arco) surgieran datos, no se podría seguir perpetuando el delito", sostuvo el abogado, en un argumento que, si bien fue elogiado por el Tribunal, no fue considerado ya que —según el juez Leopoldo Schiffrin—, por un lado, detener al policía por la desaparición de la niña "escapa a la facultad del Tribunal" y, por otro, no hay todavía "un requerimiento fiscal específico, con todas las condiciones, contra el señor Del Arco".

El magistrado dispuso que se remitan los antecedentes del comisario al Ministerio Público Fiscal —para que estudie una eventual acusación— y al Ministerio de Seguridad "para que el ministro tome nota y proceda de acuerdo con las reglas internas de la disciplina policial".

El procesamiento por falso testimonio de Del Arco había sido pedido en un primer momento por el abogado de la APDH La Plata, Jaime Glüzmann, durante el careo del comisario con su colega Gustavo Federico Galella.

Tras la declaración reservada de Del Arco, que duró más de dos horas, la Cámara dispuso ese careo a raíz de las contradicciones que el Tribunal entendió se produjeron entre lo dicho por el primero en la audiencia reservada y lo señalado por el segundo hace dos semanas.

El punto de contradicción fue la información que dejó trascender Galella, que fue interpretado como un lapsus, en la audiencia del 10 de noviembre. El policía relacionó a Del Arco con el caso Mariani por medio de una ex novia de éste, Elena Nuñez. Pero en todo momento quiso "aclarar" que esa relación había sido una conjetura, sin explicar de dónde venía ese razonamiento.

Según el testimonio de la abuela de Clara Anahí, María Isabel Chorobik de Mariani, Elena Nuñez integraba la familia por medio de la cual negoció con Del Arco la entrega de la niña, a cambio de todos sus bienes.

Del Arco, por su parte, señaló: "Yo actúe por requerimiento de Elvira Molina (tía de Elena)". Y agregó, durante el careo: "La señora Nuñez estaba al tanto".

A su turno, el abogado de la Abuela Mariani, Juan María Ramos Padilla, expresó que en la audiencia reservada Del Arco había dicho que le habían un ofrecido un chalet a cambio de la entrega de la niña. Y que sabía, por ejemplo, que Mariani tenía intenciones de exiliarse en Italia, "cosa que seguramente no se publicó en los diarios en 1977".

—Y ahora dice que "actuó a requerimiento". ¿Por qué no explica? —dijo Ramos Padilla.
—La señora me pidió que averigüe dónde estaba la niña. Mi intervención fue nula, no pude averiguar nada. Y eso lo transmití —dijo Del Arco.

El abogado Hernán Schapiro, secretario de la Unidad Fiscal que investiga los delitos relacionados con el terrorismo de Estado, insistió durante el careo en el fallido de Galella. "Desligar ese lapsus me parece muy inocente", indicó, y volvió a preguntarle al policía cómo fue que relacionó a Del Arco con el caso Mariani.

"Fue una sumatoria personal de conjeturas y suposiciones", fue el confuso intento de explicación de Galella, ante una sala llena de público indignado ante sus afirmaciones.

—¿Por qué conjeturó "Elena" y no "Juanita Pérez"? —preguntó entonces Schapiro.
—Porque era la novia (de Del Arco) en ese momento —fue la respuesta de Galella, sin más precisiones.

El abogado de la APDH La Plata, Jaime Glüzmann, pidió el procesamiento de los dos policías por reticencia, y fundamentó su solicitud en el hecho de que no podían ignorar, desempeñándose en la Dirección de Inteligencia de la Policía (DIPBA), lo que ocurrió con la familia Mariani.

También se realizaron careos entre Del Arco y su ex novia, Elena Núñez, y la madre de ésta, Alcira Molina. De esos actos no surgió ningún dato concreto.

Del Arco estará sólo unas horas en prisión, ya que el delito de falso testimonio es excarcelable.

 

Hermano de un asesinado

También declaró hoy Jorge Peiris, hermano de Juan Carlos, uno de los asesinados en el operativo contra los habitantes de la casa Mariani-Teruggi.

"Hace muy pocos días que retomo esta parte de la historia de mi hermano", dijo Jorge, quien se enteró hace apenas un mes que Juan Carlos había muerto en ese operativo. Hasta entonces, sólo sabía que estaba desaparecido.

El testigo contó lo que vivió la familia Peiris meses antes del operativo de noviembre de 1976. "El día de la primera pelea (de box) Monzón-Valdez, no recuerdo bien la fecha, se presentaron en mi casa de Bahía Blanca dos policías de civil con una foto de mi hermano. Me dijeron que estaba en actividades ilegales y que era buscado", señaló Peiris.

Añadió que en la misma noche se dirigió a la casa de su hermano y encontró todo revuelto. Los vecinos dijeron que Juan Carlos escapó por los techos.

Jorge siguió el contacto con su hermano en forma clandestina en Buenos Aires, hasta que dejaron de llegarle cartas de él.

Peiris agregó que un policía oriundo de Médanos, en el sur de la provincia de Buenos Aires, comentó en "círculos de amigos" que había encontrado en ficheros datos sobre su hermano. "A mí me negó todo", declaró el testigo, y dijo que se trata de Jorge Carbone.

Durante este testimonio, la abuela María Isabel Chorobik de Mariani señaló que tenía fotocopias de legajos de la DIPBA que indicaban que Juan Carlos Peiris era "antenista". Fue entonces que Jorge explicó: "Sí, nosotros llegamos a Bahía en el auge de la TV, cuando se puso el primer canal. Y nos dedicamos a colocar antenas".

Hoy llegaron al Tribunal otros legajos de la DIPBA que referían la intervención de Peiris en una asamblea de la Juventud Peronista Revolucionaria, el 25 de mayo de 1974, en Bahía Blanca.

Jorge Peiris señaló también que entre las gestiones que hizo para buscar a su único hermano se encontraba una visita a la sede del V Cuerpo del Ejército. "Me recibieron con desprecio. Dijeron que las cosas de la casa (que habían robado) las tomaban como botín y que lo repartían entre ellos".

 

Detenido de YPF

Por otra parte, declaró Hugo Ernesto Ruiz Díaz, un ex operario de la destilería de YPF, quien fue secuestrado en el operativo represivo del 24 de marzo de 1976 en el que se detuvo ilegalmente a trabajadores y delegados gremiales de Astilleros Río Santiago y Propulsora Siderúrgica.

Ese día, Ruiz Díaz se encontraba internado en un hospital a raíz de una operación en su mano. "Me fueron a buscar a la clínica. Habían hecho un operativo grande en mi barrio y no me encontraron —contó el testigo—. Mi madre alcanzó a avisarme que me vaya de la clínica, pero no me fui, porque yo no andaba en nada raro".

El ex detenido indicó que quienes lo secuestraron eran "gente uniformada de ropa verde, todos armados".

Antes de entrar a YPF, Ruiz Díaz había trabajado en Astilleros Río Santiago durante cerca de 10 años, de manera que, pese a estar vendado y encapuchado, pudo reconocer que sus captores lo trasladaron a un lugar dentro del predio de la empresa. "Por el sentido de la orientación, yo sabía bien por dónde andaba. Primero me llevaron a Prefectura. Me sacaron la capucha y había un montón de gente", afirmó.

Estuvo en ese lugar durante todo el día. "Escuchaba gritos y murmullos de gente", señaló el ex detenido, que en ese momento tenía el brazo vendado por una infección derivada de su reciente operación. "No sé por qué, se me dio por medir los medicamentos. Me pegaron dos culatazos en la mano herida, esa fue la medicación que recibí", recordó.

Luego de varias horas, "nos trasladaron en una camioneta, al muelle. Ahí sí sentí miedo, porque creí que me tiraban al río". Ruiz Díaz fue llevado junto a otros prisioneros a la Escuela Naval —siempre dentro del predio de Astilleros— en donde sufrió un simulacro de fusilamiento: "Me separan del grupo y me ponen contra un paredón. Me hicieron pedir tres deseos. Ahí sentí un miedo bárbaro. Estaba encapuchado. Hacen pasar una formación, marcaron el paso, apuntaron y cuando iban a decir la palabra 'fuego' vino una persona caritativa y dijo 'no, a este no'. Creí que me desmayaba", ilustró el sobreviviente.

Ruiz Díaz estuvo secuestrado allí cerca de cuatro días. Hoy, indicó que había "cientos de personas" detenidas en las mismas condiciones que él: "Eran toda gente de Astilleros", puntualizó.

"No sé si han ejecutado gente, pero comentarios se escuchaban y tiros se escuchaban, supongo que era para asustarnos", dijo el ex detenido, y añadió que una noche lo apartaron del grupo para sacarle una fotografía: "No sé para qué la habrán utilizado".
Luego fue trasladado nuevamente. "No sabíamos a dónde nos llevaban, supuestamente íbamos al matadero o a una cárcel", señaló. Efectivamente, su siguiente destino fue la Unidad Penal Nº 9 de La Plata, en donde el grupo de prisioneros fue recibido a golpes. "Armaron dos hileras de soldados y teníamos que ir corriendo en el medio, vendados y encapuchados. Y nos iban golpeando con palos y patadas", describió el testigo, y agregó que "a mí me frenaron con un culatazo de fusil; me abrieron la cabeza, tengo la cicatriz".

Ruiz Díaz ingresó a la Unidad 9 el 28 de marzo de 1976, y tiempo después fue "legalizado" a través de un decreto que lo puso a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. "Ahí estuve dos años y 36 días", indicó hoy el testigo. El juez Schiffrin le leyó la información que consta sobre él en una ficha de la Jefatura de Inteligencia Naval: "activista gremial" y "alojado en Infantería La Plata". "Es una novedad para mí —se rió el sobreviviente—, no sé de dónde sacaron eso. De 'desinteligencia' debe ser".
De su paso por la Unidad 9, Ruiz Díaz destacó que supo de casos de detenidos que, durante su supuesta liberación, fueron asesinados: "Todos esos que liberaban a las 12 de la noche, los leíamos al día siguiente en las crucecitas de los diarios", recordó. Entre ellos, pudo mencionar el caso de Dardo Cabo.

Además, narró que estando alojado en la Unidad fue interrogado por "gente de los servicios que trabajaba dentro del penal". "Fue cuando cambió el presidente y venían los milicos más blandos: a los que no pudieron matar, trataban de interrogarlos", manifestó.

Ruiz Díaz también sufrió la violenta requisa que se produjo con la llegada del nuevo director de la Unidad, Abel David Dupuy, el 13 de diciembre de 1976. "Esa fue famosa, fue una paliza descomunal", rememoró. Varios ex detenidos que pasaron por el penal durante la dictadura coincidieron en señalar, durante sus declaraciones en el Juicio, que a partir de la llegada de Dupuy se endurecieron notablemente las condiciones de detención dentro del penal.

La Fiscalía pidió que una copia de la declaración de Hugo Ruiz Díaz sea remitida al Juzgado Federal Nº 1 —a cargo de Humberto Blanco—, en el que se instruye una causa penal que investiga los delitos cometidos en la Unidad 9 durante la dictadura, y en la que Dupuy está imputado.

 

Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo; en representación del Ministerio Público Fiscal, Hernán Schapiro; los abogados de la APDH La Plata Jaime Glüzmann y Alicia Peralta; los letrados Juan María y Alejo Ramos Padilla, en representación de la Abuela María Isabel Chorobik de Mariani; y Mónica González Vivero, abogada de la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos. 


  

 

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