El juez Russo sabía cuál era el lugar en el
que liberaban a los desaparecidos.
Se desprende del testimonio de un sobreviviente, que estuvo secuestrado
quince días en 1976. Su esposa se entrevistó con el juez de facto, quien sin
preguntarle nada dio un dato preciso sobre el lugar en que su marido había sido
liberado. También declaró la hermana de una desaparecida de la facultad de
Arquitectura.
Por Vanina Wiman y Francisco Martínez (Secretaría de Prensa)
LA PLATA (22jun05).-
El fallecido juez federal Leopoldo Russo sabía cuál era uno de los lugares en
los que se liberaba a los desaparecidos tras haber permanecido en cautiverio.
Así se desprende de la declaración de hoy del ex detenido Aldo José Fabris, ante
la Cámara Federal, quien relató un encuentro que tuvo el juez con su esposa,
luego de su liberación. La mujer fue a entrevistarse con el magistrado para que
hiciera cesar el trámite de hábeas corpus que ella había iniciado por la
desaparición de su marido.
Cuando la mujer le informó que su esposo había sido liberado cerca del cruce de
la ruta 6 con la provincial 215, a unos 20 kilómetros de La Plata, el juez
expresó: "Ah, ¿por la casita blanca?".
"La casita blanca estaba a medio kilómetro campo adentro sobre la ruta 6",
recordó hoy Fabris, al relacionar el lugar en que lo liberaron con la curiosa
pregunta del juez Russo a su esposa. Ese fue el punto de referencia que
mencionaron tanto Fabris en su declaración de hoy como Russo, en 1976, durante
esa entrevista.
Leopoldo Russo asumió como juez en agosto de 1976, un mes antes de la
desaparición de Fabris, y fue muy cuestionado porque durante la dictadura
rechazó al menos 78 hábeas corpus, de unos 200 con los que cuenta hoy la Cámara
Federal. Esos expedientes fueron iniciados por familiares de desaparecidos y
muchos se perdieron en los '80 luego de una inundación que afectó a la sede del
juzgado federal N°2.
Cuando en octubre de 2002 la Cámara lo citó a declarar, Russo negó toda
vinculación con los represores. Dos semanas después, tras enfrentarse a un careo
con la madre de un desaparecido y discutir con integrantes del público luego de
esa audiencia, el magistrado murió de un infarto en la vereda de Tribunales (ver
informe del 6 de noviembre de 2002).
Fabris declaró hoy por su detención ilegal, que comenzó cuando fue secuestrado
de su casa en el barrio de Tolosa, en La Plata, el 21 de septiembre de 1976. En
esa época, era obrero del frigorífico Swift, de Berisso, y un año antes había
sido delegado.
Los represores lo llevaron a un lugar que, durante toda la audiencia, no se pudo
determinar cuál era. Según las descripciones, podría ser tanto el centro
clandestino "La Cacha" como el Cuerpo de Infantería de la Policía bonaerense.
Fue un lugar en el que reinaba la tortura. "Cada vez que escuchaba la radio, a
las 14 horas, yo temblaba porque me venían a torturar", relató Fabris. "Querían
que firme que yo había puesto dos bombas contra directivos del frigorífico",
agregó.
"La tortura era de 2 a 5 de la tarde. Fue así durante 12 días", abundó el
sobreviviente.
También dijo que en una oportunidad lo trasladaron a otro sitio, que no pudo
precisar dónde quedaba, en el que habría sido torturado por el jefe de Policía,
el coronel Ramón Camps. "Para mí, era la voz de Camps. Me dijo: "Ven hijo, te
tengo que interrogar. Voy a probar una maquinita con vos»".
"Era una picana de magneto", declaró Fabris. "Me la pasó por la rodilla y yo
creo que todavía hoy me duele. Era la voz de Camps, yo no lo pude ver".
Durante su testimonio, el sobreviviente indicó que escuchó que la voz de uno de
los represores era muy parecida a la del actor Fernando Siro. "De él decían que
tenía que venir de Capital (Federal). Yo incluso discutí con mi mujer por este
tema: «Es una voz igual al de las novelas que mirás vos», le decía. Era
inconfundible".
Y agregó: "Él me decía que no le diga «señor», porque «el Señor está en el cielo».
Me dijo que le diga «Carlitos»". Aún así, Fabris volvió a señalar que nunca vio
al actor y que lo habría reconocido sólo por su voz.
En otro tramo de su declaración, dijo que el centro clandestino "era un lugar
amplio, donde había gente acostada. Yo me chocaba con muchas piernas cuando me
llevaban a torturar".
Añadió que en una oportunidad lo llevaron a una habitación en la que "había
cuerpos pero para mí estaban todos muertos. No se sentía respirar, pero yo me
chocaba los cuerpos con los pies". Como estaba encapuchado, Fabris, que fue
liberado tras 15 días de cautiverio, nunca pudo saber quiénes eran.
Un cabo de la Federal se quedó con el auto
En otro orden, Patricia Griselda Savoy declaró sobre la desaparición de su
hermana Adela, ocurrida el 17 de diciembre de 1976. La joven, fue secuestrada
junto a su amiga Mirta Irene Pérez y ambas permanecen desaparecidas.
La testigo contó hoy que Adela y Mirta eran compañeras de estudio en la Facultad
de Arquitectura y vivían juntas en un departamento en calle 39 entre 12 y 13. El
día del secuestro, habían salido en auto a hacer compras. En la vivienda se
quedó esperándolas la madre de Mirta.
"A las 13, llegan las fuerzas conjuntas, irrumpen y toman posesión del
departamento y le dicen a la madre que Mirta había sido detenida con una amiga y
que estaba bien", relató Savoy. Los secuestradores se instalaron en la vivienda
hasta que llegó el novio de Pérez, Marcelo Borrajo. "Cuando llega, lo golpean y
lo apresan", describió la testigo, y agregó que el joven también está
desaparecido.
Patricia Savoy señaló que el hermano de Mirta, Alberto Pérez le contó en 1997
que la compañía aseguradora del auto de la desaparecida pudo localizar el
vehículo: estaba en poder de un cabo de la Policía Federal.
"Un amigo de mis hermanas, estudiante de Psicología, Fernando Martinicorena,
estuvo detenido uno o dos días, no sé en qué lugar, y nos dijo que Adela había
estado secuestrada en el Regimiento 7 de La Plata, pero no sé de dónde obtuvo
esa información", indicó Savoy, y agregó que entonces un grupo de cerca de 50
familiares de desaparecidos se acercaron al Regimiento para pedir datos. "Se
armó un clima de exigencia porque teníamos necesidad de una respuesta, entonces
hicieron una represión muy grande, con armas y caballos, y fuimos obligados a
desalojar el lugar", rememoró.
La testigo narró también una entrevista que su madre tuvo con el entonces Jefe
de la Policía provincial, Ramón Camps: "Habíamos ido a la comisaría 9º de La
Plata a buscar unas supuestas listas de detenidos y Camps estaba ahí". La madre
de la desaparecida fue recibida por el militar, mientras Patricia se quedaba en
la sala contigua, permanentemente amenazada por los policías de la 9º. "No
obtuvimos ningún tipo de información de él", recordó hoy Savoy, quien al
terminar la audiencia le agradeció al Tribunal, "al menos por este intento de
rescate de la verdad".
Participantes
De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio
Reboredo; en representación del Ministerio Público Fiscal, Hernán Schapiro; y
los abogados de la APDH La Plata, Jaime Glüzmann y Alicia Peralta.
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