Miércoles 21 de Septiembre de 2005

Secretaría de Prensa de la APDH La Plata - Juicio por la Verdad

 

 

Denunció que su primo, un marino de la ESMA, se apropió de dos chicos.
Lo reveló la ex esposa de un desaparecido, que vive exiliada en España. Dijo que el marino recibió "un chico morochito" y "una niña rubia, blanquita", que salió de la ESMA. Relató además la persecución que vivió ella y cómo logró salir del país.


Por Francisco Martínez

 

LA PLATA (21 sep05).- Una mujer que se exilió en España durante la dictadura declaró hoy en el Juicio por la Verdad que un primo suyo se apropió de dos bebés que serían hijos de desaparecidos.

El dato lo aportó Lilia Mirta Agustini, de 65 años, quien identificó a su primo como apropiador y dijo que prestó servicios en la Escuela de Mecánica de la Armada. Esta Secretaría de Prensa no difunde el nombre del presunto represor para evitar cualquier complicación en la investigación.

La mujer, que escapó del país en 1978 luego de la desaparición de su ex esposo, señaló que perdió el contacto con ese familiar, pero que supo que recibió dos niños durante la dictadura, quienes serían hijos de desaparecidos. Y aclaró que nunca dio estos datos a la Justicia. "Nunca hice una declaración así", afirmó.

Casi en el final de su testimonio, que no estaba previsto para la jornada de hoy, Agustini sorprendió: "Tengo familia que es de la represión", manifestó.

Y enseguida reveló que un primo suyo "no podía tener hijos", y que había prestado servicios en la Escuela de Mecánica de la Armada.

"Le entregaron un niño que tenía una cicatriz de labio leporino, y era morochito. A la esposa no le gustaba y entonces le dieron una nena que era rubia y blanquita", detalló la testigo. Más tarde agregó que esa pequeña salió de la ESMA.

La mujer señaló que para esa época su primo, junto a la esposa de éste, vivía en Tierra del Fuego, en una base naval. Y que un avión de la Marina llevó a la beba hacia el sur del país.

"Parece que la chica tenía algún problema de motricidad en la pierna y en la mano. Dijeron que podía ser una secuela de tortura de la madre", consignó Agustini.

Agregó que estos eran los únicos datos que podía aportar, ya que perdió todo contacto con esta parte de su familia. Y aclaró que nada tenían que ver con la persecución que sufrió ella y con la desaparición de su ex esposo.

En otro tramo, señaló que el hermano de este presunto represor era oficial de la Policía Provincial, y que fue una de las personas que la ayudó a salir del país.

Ante la prensa, después de la audiencia, la mujer afirmó que había decidido contar la historia de su familia a pesar de que "las cosas nunca son fáciles, pero cuando hay que hacerlas, hay que hacerlas". "No se puede vivir limpio en un medio social sucio", agregó la mujer, que actualmente reside en Madid y es comerciante.

La persecución: "El que no estaba escondido, estaba muerto"

"Sabíamos que estábamos en riesgo pero no pensábamos que nos iban a matar", expresó Agustini al hablar de lo que vivió durante la dictadura. Su ex esposo, Hugo Oscar Sánchez fue secuestrado junto a su entonces compañera, María Cristina Molarejo, en una casa que habitaban en Plátanos (sur del Gran Buenos Aires).

El operativo ocurrió el 14 de febrero de 1978, cuando Agustini estaba de vacaciones en la costa. "Lo que sé, es por relatos de los vecinos. Entraron a la casa y se los llevaron", señaló.

"Los vecinos vieron a un hombre rengo, que era el que dirigía la operación", agregó. Este mismo dato fue aportado en el Juicio por la Verdad por la hermana de Moralejo, María Inés Moralejo, quien declaró el 14 de octubre de 1998.

Meses después del secuestro de su ex marido, Agustini recibió la visita de los represores en su casa de Quilmes. Fue el 17 de agosto de ese año, pero ella logró escapar "por los techos". Vivía con su madre y con el hijo que había tenido con Sánchez, un chico de entonces 12 años.

Una amiga la ayudó a refugiarse. Estuvo unos meses en una localidad de la costa bonaerense y luego salió del país por Misiones, en forma clandestina, "con un DNI falso".

"Yo quería llevarme del país a mi hijo pero por la patria potestad faltaba la firma del padre (estaba desaparecido). Recién lo pude sacar un mes y medio después, con un testimonio falso ante un notario que hizo mi madre", abundó la mujer.

Señaló que con su ex esposo habían militado en la agrupación Vanguardia Comunista, y nombró a dos compañeros de militancia que estaban desaparecidos: Adán Hossman y "Julio" Sosa. Agregó que cuando se exilió en España perdió el contacto con el país. "En Argentina estaba todo el mundo bajo tierra. El que no estaba escondido, estaba muerto", describió.

Durante la audiencia se leyó una fotocopia que consta en la causa, sobre un testimonio de una persona llamada Estrella Iglesia, ex detenida de El Vesubio, quien dijo que estuvo secuestrada con Sánchez y su compañera en ese centro clandestino.

 

Abogado desaparecido

Hoy también declaró Ramón Evaristo Chúa, hijo del desaparecido Antonio Jorge Chúa, secuestrado en La Plata el 7 de octubre de 1977.

Ese madrugada, un grupo de represores llegó hasta la casa de la familia, en 3 entre 75 y 76, de esta ciudad. "Dijeron correo, telegrama. Y dieron vuelta toda la casa", expresó el hijo del desaparecido, que no fue testigo presencial del secuestro.

Chúa señaló que su madre y un tío también estaban en el lugar y que fueron golpeados por los represores. Sobre su padre, señaló: "Lo cargaron al auto, se lo llevaron y nunca más supe de él".
El hombre agregó que en esa época tenía él tenía 22 años, y que fue varias veces a la comisaría 8° de La Plata, con jurisdicción en la zona del secuestro, para que le aporten datos. "No sé si se cansaron de mí por ir a preguntar. Me metieron preso dos veces. 48 y 72 horas", contó.

Chúa añadió que su padre, que era abogado y tenía 52 años, había sido defensor de presos políticos y que "ya le habían diho que lo andaban buscando".

En la audiencia, el juez Leopoldo Schiffrin leyó información de inteligencia de la DIPBA que da cuenta de la persecución de la que fue objeto Chua en 1973. La central de espías bonaerenses lo había catalogado por tener "ideología peronista, línea izquierdista".

 

Dos testigos fallidos

También concurrieron a declarar al Juicio dos personas, por sendos casos de desaparecidos. Pero en la audiencia se comprobó que una de ellas, Elba Castellanos, no era quien podía aportar datos, sino una hermana. La otra testigo, Mercedes Loyarte, resultó ser una homónima.

 

Participantes

De las audiencias de hoy participaron los jueces Antonio Pacilio y Leopoldo Schiffrin; en representación del Ministerio Público Fiscal, Hernán Schapiro; la abogada de la APDH La Plata Alicia Peralta; y Emanuel Lovelli, en representación de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
 


  

 

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