Nuevas denuncias sobre desaparición de
personas
Se realizaron en el marco de la causa Mariani-Teruggi. Las desapariciones
datan de la última dictadura cívico militar, y estarían directamente vinculadas
a los hechos ocurridos hace 30 años.
Por Sec. de Prensa APDH La Plata - Redacción: Pablo Casals
LA PLATA (23nov2005).-
En la última audiencia de los Juicios por la Verdad, la Cámara Federal de
Apelaciones de La Plata, tomó declaración testimonial a Florencio Quiroga,
cuñado de Roberto César Porfidio, una de las cuatro personas asesinadas la noche
del 24 de noviembre de 1976, durante el ataque a la casa Mariani – Teruggi.
La declaración de Quiroga tomó relevancia, al momento que pone en el tapete las
denuncias por las desapariciones de Beatriz Mariana Quiroga y de Jorge Osvaldo
Quiroga, hermanos del testigo. Según el testimonio prestado ante la Cámara,
Beatriz Quiroga fue secuestrada entre el 22 y 23 de octubre de 1976 en la ciudad
de La Plata; mientras que Jorge Quiroga fue secuestrado junto a su compañera en
septiembre de 1979 en la localidad bonaerense de Merlo.
La vinculación de estos hechos con la causa Mariani –Teruggi es la siguiente:
Beatriz Quiroga era la esposa de Roberto Porfidio desde 1972; matrimonio del
cual nació una hija en febrero de 1976, que fuera restituida a su abuela materna
días después de la masacre del 24 de noviembre de ese año. Roberto Porfidio, fue
asesinado junto a Diana Teruggi, Eduardo Mendiburu y Juan Carlos Peiris, en un
operativo donde participaron la Policía Bonaerense, el Ejército y la armada.
Tanto Porfidio como Quiroga, mantenían una intensa actividad política y
académica. Roberto Porfidio fue docente de la Facultad de Humanidades de la UNLP,
y delegado gremial en ATULP y FATUM durante 1973 y 1974. Beatriz Quiroga, por su
parte, ejerció como docente en la cátedra de Filosofía del Colegio Nacional de
La Plata, y actúo como Secretaria Académica de la Facultad de Humanidades
durante 1973. Cabe señalar, que según testimonio de su hermano, Beatriz, había
estado detenida entre diciembre de 1972 y mayo de 1973 –dictadura de Lanusse-
acusada de practicar “actividades políticas”. Por último, la desaparición de
Jorge Quiroga –militante de la JP- se produjo durante el periodo que se conoce
como “la contraofensiva”, en septiembre de 1979.
Valiosos aportes a
la causa Berantz
Un testimonio importante fue el aportado por Eduardo Daniel Cittadini en el
marco de la causa Berantz. Rubén Abel Berantz, fue secuestrado la madrugada del
19 de agosto de 1976, por civiles fuertemente armados. Junto a Berantz fueron
detenidos su compañero de habitación, dos estudiantes más que residían en el
domicilio, y el propietario del inmueble de calle 62 y 139 de la ciudad de La
Plata donde se produjo el operativo.
El testigo aportó información sobre la desaparición de su hermano, Ricardo
Cittadini, quién por entonces residía en la misma residencia que Berantz, fue
detenido la noche del 17 de agosto de 1976 en Capital Federal por efectivos de
la Policía Federal, quiénes ejercían sus funciones en la Comisaría 28, mientras
visitaba a su hermana. Junto a él fue detenido Ricardo Manuel Camino Gallo,
quien una vez liberado declararía que la madrugada del 18 de agosto, fueron
torturados aproximadamente hasta las 3 hs., momento en el que se desarrollaba el
allanamiento en la casa de Berantz.
El testimonio de Eduardo Cittadini, acerca a la causa dos aspectos reveladores.
En primer lugar, en la Comisaría 28 existen registros de la detención de camino
Gallo, pero no así de Ricardo Cittadini. Por otra parte, el testimonio de
Reguerin, detalla que él podría haber estado detenido junto a Cittadini, a
partir de comentarios escuchados durante su cautiverio, acerca de la presencia
en el mismo Centro Clandestino de Detención del “Polaco” –supuesto apodo de
Ricardo Cittadini. Reguerin sería posteriormente liberado en Villa Lugano.
Según la declaración testimonial, los otros estudiantes secuestrados junto a
Berantz la madrugada del 18 de agosto de 1976, serían Juan Alberto Schudel,
Jorge Nestor Moral y Carlos Alberto Carpani, y todos continúan desaparecidos.
Rubén Berantz, entonces de 22 años, fue visto en la cárcel de Coronda (Santa Fe),
según el testimonio que diera a la familia el estanciero Jesús Díaz Vega, otrora
informante de la S.I.D.E..
Otros Testimonios
En la causa que investiga la detención y desaparición de Juan Carlos Ledesma y
Amelia Isabel Gutiérrez, en diciembre de 1977, prestó declaración Carlos
Leonardo Gensón, quién estuvo detenido junto a Ledesma en la Brigada de
Investigaciones de la localidad de Las Flores, Provincia de Buenos Aires.
Gensón fue detenido en su domicilio durante la madrugada del 16 de septiembre de
1977 en Olavarría, y su caso coincide con el que se investiga en la causa
Ledesma. El testigo habría sido trasladado de la Brigada de Investigaciones de
Las Flores, a Monte Pelloni; y de allí derivado a diferentes penales del
interior del país, hasta el momento de su liberación, a fines de 1982.
Gensón afirmó haber compartido la detención con Juan Carlos Ledesma y a la vez
que aportó información sobre la existencia de Consejos de Guerra, en los cuales
se condenaba a los detenidos. Otros testigos en esta causa, fueron Osvaldo
Roberto Fernández y Carmelo Vicchi, quién no fuera previamente citado por la
Cámara de Apelaciones.
Finalmente, también realizó su declaración testimonial la señora Elda Nelly
Abarzúa, en el marco de la causa Abarzúa, Oscar Rubén, desaparecido desde el 14
de diciembre de 1976, cuando fue detenido en la destilería de YPF (La Plata)
donde trabajaba, y era delegado de SUPE.
Según la testigo, Oscar habría sido visto en Río Santiago días después de su
detención. Al conocer la noticia, familiares de Abarzúa se entrevistaron con un
alto oficial de la Marina en ese lugar, quién les habría dicho que quienes
habían sido entre el 2 de noviembre de 1976 y principios de febrero de 1977, “ya
eran comida de los peces”.
Por su parte, la testigo, fue secuestrada tres meses después de la detención de
su hermano. Entre el 12 y 13 de marzo de 1977, Elda Nelly Abarzúa, fue detenida
en cercanías de la Escuela de Policía “Juan Vucetich”. Allí fue conducida a un
centro clandestino de detención, donde permaneció en cautiverio durante ocho
días, siendo posteriormente liberada cerca del cementerio de la localidad de
Ezpeleta, Partido de Quilmes.
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